jueves, 19 de febrero de 2015

URIEL 15 DE FEBRERO DE 2015 (Agenda de febrero)


URIEL
15-02-2015

El tiempo llego de Celebrar y Festejar el regreso del Uno al Uno
Nota: Esta canalización es un previo a los “Cuadernos de febrero” que serán difundidos a finales de este mes.

Soy URIEL, ángel de la Presencia y Arcángel del Retorno. En nuestras Presencias unidas y Una, en este tiempo de la Danza de la Tierra, a la hora donde el Canto del Cielo y de la Tierra se acercan a ustedes, vengo a asistir a vuestro Bautismo y Regreso a la Eternidad. Vengo a asegurarme que vuestra Felicidad sea completa, que vuestro estado sea magnificencia en el seno de este mundo como en el mundo que está ahí.

Hijos del Uno, hijos de la Luz, el tiempo del Eterno está a vuestra puerta, esta donde Cristo llama y viene anunciar por la divina Gracia de María: - El Tiempo llego - Por fin nació lo que debe volver a su Eternidad, a su Presencia infinita, así como a su totalidad.

Bien-amados del Uno, en este tiempo de la Danza les invito a libraros de todo lo que son mascaras, de todo lo que les pega a la piel y todo lo que os impide ser lo que sois en Verdad, en Cristo, porque se lo digo, vais a poder verificar por ustedes-mismos el «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida». Porque en este tiempo que es el tiempo de Amor, sin llamarlo, sin objeto ni sujeto, sin denominación, Amor, solo una palabra, la de la Verdad, la de vuestra Presencia, la de la Luz blanca que vierto a vuestros pies y en vuestros Templos, en este instante, con el fin de acoger el caminar de vuestra Eternidad, vuestro Silencio y vuestra belleza.

En este tiempo de Amor, es hora de despojar lo que no tiene más lugar de ser en el seno de lo nuevo, lo que está caduco y enterrado, lo que no puede resurgir de ninguna manera. Sois en todas las maneras posibles el hijo del Uno, hijo de la Unidad. Unidad no es una palabra vana, ni una palabra que haya que cavar sino una palabra que expresar en el seno de la Libertad, en vuestra Esencia, en la Danza de la Tierra y el Cielo por fin reunidos en la misma estrofa, aquella donde fluye el néctar de la Vida, la que es Alegría perpetua sin sombra ni defecto, sin lo que pueda alterar la Verdad.

Lo que puede llevar allí donde vinisteis, lo que puede aportar allí donde vinisteis, aquí mismo, en este tiempo del instante. En este tiempo de Gracia, enuncio y anuncio el regreso del Blanco, anuncio el Último, por fin aquí y ahora, en el Templo del Templo, en el centro del Centro, en la nueva Trinidad, en el Fuego del Amor y el Fuego Amor, el que restaura la integridad y la totalidad.

Amado del Uno, el Uno os ama porque sois el Uno y estáis, en la misma Verdad, en la misma Danza. Entonces el tiempo llego de celebrar el regreso del Uno en el seno del Uno. Bien-amados niños, bien-amadas estrellas, la hora llego, no solamente de brillar pero de aparecer en la Verdad desnuda de vuestra Ser Esencial, en la Verdad desnuda de vuestra Presencia y su Canto primordial, el del arranque de la Vida, el de la Verdad de la Vida en Amor.

Entonces, les digo a cada uno, a que esperáis, ya que está aquí. No hay nada a esperar, no hay nada a temer y no hay nada a esperar. Hay solo a desaparecer en la Presencia Infinita, en el Blanco del Amor, en el Amor Blanco, el que lleváis a la Morada de Paz Suprema, en los tiempos del regreso de la Eternidad, y el que os permite sentar la Alegría en lo más hondo de cada una de vuestras fibras eternas, de vuestros Triángulos sagrados y de vuestros Fuegos sagrados.

Hijos del Uno, después de haber descendido, aquí, en este mundo doble y dual, caminaron y despertaron, también sufrieron. Este sufrimiento no tiene más peso en el seno del Blanco, pues es ausente de sufrimiento y de miedo.

La Luz que impongo, la de mi Presencia, les es accesible para cada uno, en total libertad; a ustedes de decidir de imponer o rechazarla. Les ofrezco la Alegría de la Eternidad, preparo el camino a la Llamada final de María, a la batalla final, la de la ilusión con la Verdad. La Verdad será siempre la única palabra de Verdad y la única palabra Amor. En este tiempo de febrero, ahí donde les es entregada el Cuaderno de este mes, que corresponde a la historia más verídica y la mas esencial de todas las historias de todos los tiempos y de todos los espacios, concerniendo incluso los tiempos y los espacios desprovistos de tiempo y de espacio, ahí donde se encuentra el Sin Nombre, aquel de donde viene y todo vuelve. Este Absoluto que sois cada uno, juntos y separados, lo sois de toda Eternidad.

Entonces, les propongo ser la Presencia que magnifica todas las Presencias, la Presencia donde ninguna sombra puede agazaparse y donde ninguna duda puede imponer otra cosa que lo que impongo en Libertad absoluta y eterna de la Verdad, la del Amor y la de Cristo.

Entonces Mikaël, Cristo y María, la nueva Trinidad que danza en el Fuego de vuestro pecho y que dibuja el Triángulo de la expresión de vuestra divinidad, de vuestra tri-Unidad, de la Verdad de los mundos, de la Verdad de las dimensiones pero también de la Verdad de lo que engloba todo esto y lo que es la esencia de la Esencia, que se encuentra a la vez en el centro del Centro y en la periferia de la periferia. De cabo a rabo, de un sentido al otro sois esto, en todo tiempo y en todo espacio y más allá de todo tiempo y de todo espacio.

Hijos del Uno, ahora entrego mi Luz en vuestra Templo sagrado después de ser depositada a vuestras pies para que la usen, con el fin de que sequen lo que pueda quedar de lágrimas que derramar de este cuerpo o de esta conciencia encerrada.

Amados del Uno, estoy aquí, como estáis aquí, nosotros todos estamos alrededor y en ustedes, danzamos la ronda del Silencio, danzamos el Canto, el del Sonido primordial que nunca puede fallar a lo que es, que nunca puede ser deformado, sino que sólo puede ser Amor y Verdad.

Hijos del Uno, deposito sobre vuestra Corona, la de vuestra cabeza, el Blanco de la Eternidad. Entonces en vuestros pies, en vuestro corazón y en vuestra cabeza, santifico vuestra Presencia, la presencia de la Eternidad en el seno de esta belleza. Así son franqueados, si tal es vuestra Verdad y si tal es vuestra idea de lo que sois, entonces vívanlo. En la tri-Unidad reencontrada de la nueva Eucaristía, en la nueva Danza del Silencio y en el tiempo de esta estancia, se juega la más perfecta de los Cuadernos de la Luz.

Así vengo a ustedes como vinieron a nosotros, unidos en el misma Danza y en las mismas Bodas, en las mismas celebraciones y la misma Gracia. Estáis invitados a unir lo que fue separado, y a dejar desaparecer lo que tiene que ser-lo.

Hijos del Uno, como ángel de la Presencia estoy aquí para invitaros al Regreso, lo que es mi papel, anunciando el Evangelio de la Libertad, poniendo fin al evangelio de Satanás y al evangelio de las ilusiones, poniendo fin a toda palabra que se vería alterada, reemplazando la palabra por el Verbo, activando así la 11ª Lámpara y dándoles un Verbo claro cuya palabra es Luz y cuyo sonido es la Verdad. Así danza el corazón del que es liberado, así sois franqueados, sois El que sois, por fin y para la Eternidad.

La nueva Eucaristía les convida a celebrar lo que sois, a cada aliento, en cada movimiento, en cada descanso, porque la Alegría es vuestra Morada, porque la manifestación de vuestra Alegría es el Amor eterno que corre de un hilo al otro de la Vida, y que ninguna falsificación pudo retirar. Así, en este tiempo de la Esencia, así en este tiempo del Renacimiento, estáis invitados a depositar toda carga, sois restablecidos en lo que podían considerar como error, falta o ilusión, que sólo tienen sentido en la verdad limitada pero que se desmoronan delante de la Verdad ilimitada del Amor.
Así por la triple bendición y por la nueva Eucaristía, en vuestra cabeza, en vuestro corazón y en vuestros pies, así como en toda presencia amante y humana, y en la humildad de la Sencillez, entonces se revela la Joya, la de la Eternidad, la de esta Presencia Una, desaparecida incluso en el seno de la Ausencia, del Absoluto, volviendo a la Presencia, celebre lo que está ahí, lo que nunca será un aniversario sino que será el Cuaderno Último de los Tiempos de la Ascensión, en este tiempo bendito del Regreso del Uno, en este tiempo bendito de vuestro Regreso en la esencia del Uno.

Bien-amados hijos de la Verdad, sellemos juntos el tiempo de la Alegría, sellemos juntos el tiempo de la Verdad y sellemos juntos los que Somos.

Así, en este día, se abre el último tiempo, el que precede el regreso de la Estrella, visible en vuestros cielos pero ante todo en vuestros ojos y en vuestros corazones, y en vuestra Presencia en este mundo como aquí abajo. Los tiempos son reunidos para abolirlo, el espacio se reúne con el fin de desaparecer, dejando a la majestad del Amor tomar lugar en el seno de la Eternidad, colmar toda debilidad y toda falla que aun parecen existentes. Así por mi Presencia que llamáis, por mi bendición puesta en este mundo, por el Blanco brillante de la Verdad, que la Paz sea vuestra Morada, que el Amor sea vuestra única Verdad manifestada, y no manifestada.

Aquí, donde vengo terminar el ciclo empezado por el Arcángel Mikaël en el tiempo de las Bodas Celestes; vengo pues anunciar, antes de que suenen las Trompetas del Cielo y el Sonido de la Tierra en vuestras entrañas, en vuestro corazón y en esta Tierra, el tiempo de la Última Llamada a la Verdad, a la Sencillez y a la Bondad.

Amanse los unos y otros, los unos hacia los otros, sin juicio, únicamente por la Gracia del Amor, por la celebración del Amor, porque cada cosa está definitivamente puesta en su justo lugar con el fin de tocar la sinfonía del fin de la escena de teatro, en la apoteosis de la Luz cuyos Cuadernos servirán de apoyo y de revelación.

Así, en cada uno de ustedes, nadie podrá ignorar al otro, nadie podrá ignorar la Verdad y el Amor. Incluso más allá de la apariencia y del parecer y más allá de todo hacer, en el Silencio de la plenitud del Cristo presente en vuestro corazón. Abrigando en el seno de la tri-Unidad de la Nueva Eucaristía, lo Nuevo esta por fin aquí, este Nuevo nunca conoció comienzo y nunca conocerá fin, que les fue retirado y que sin embargo regreso. Tiempo de Verdad, tiempo de alegría y tiempo de Verdad en cada uno, en cada tierra de esta Tierra, en cada alma de esta Tierra, en cada idea de esta Tierra, desnudando lo que estaba agazapado en el fondo de la oscuridad y sin alumbrar aun, en ustedes como en cualquier otra parte, en cada uno de ustedes, como en cada tierra y en cada lugar.

Según donde estáis conmigo, o que aun no me reconocieron, seréis puestos al lugar exacto de vuestra elección, la elección de la Verdad oponiéndose o conformándose con Verdad y Amor, aquella que no conoce ni persona, ni situación, ni tiempo, ni espacio.

Así se vivirá lo que fue llamado la éstasis, proceso de juicio y de pesada de ustedes-mismos por ustedes-mismos, de puesta en adecuación con la Alegría Eterna con el fin de volver y de ser a lo más pronto, a lo más justo y a lo más cercano.

Hijos del Uno, hijos de la Verdad, he aquí viene el tiempo de la Infancia, el tiempo de la inocencia, el tiempo de la bondad y de la belleza, aquel de donde nada más puede venir trabar o imaginar otra cosa que la Verdad.

Bien-amados hijos de la Ley del Uno, he aquí por fin el tiempo, el en que toda ley se borra delante de la Ley del Uno que es Gracia y Amor, donde nada más puede oponerse, donde nada incluso puede existir porque el es Todo, como lo sois y como lo soy.

Me mantengo pues en ustedes, no es necesario llamarme al exterior de ustedes, soy el que abre las puertas si me acogieron, no mas la Puerta del pasaje del ego al corazón, de la Puerta OD, pero más bien el paso a la Eternidad, el que permite a Cristo y María de encontraros a fin de estableceros en las Moradas del Padre, en las Moradas Eternas, en las Moradas de Luz y en las Luces Amor que alumbran la totalidad de lo Creado y de lo Increado.

Así, juntos para celebrar mi llegada en cada uno de ustedes, no por momentos, no por petición pero como la Verdad esencial de la llegada de Cristo y de María... sello en ustedes... el acto de hoy ... en este Silencio de la Eternidad, en el Silencio de vuestra Presencia y de mi Presencia que es Una, celebremos la Presencia y la Gracia de Amor y Verdad en el Silencio …

... Silencio …

En este día, canto con ustedes el Verbo Sagrado: … Ehieh Ieshoua …

... Silencio …

En este Silencio, me pongo en ustedes y despliego ahí las Alas de vuestra Eternidad.
Soy URIEL, ángel de la Presencia y Arcángel del Retorno, me quedo a ustedes, en la Eternidad y en su Presencia. Silencio, conjunto …

... Silencio …

Bien-amados hijos de la Ley del Uno, así habiendo penetrado el santuario de vuestro Templo me encuentro en ustedes y no necesito pues más, desde ahora en adelante, aparecer fuera de ustedes. Así se acaba la misión que me fue confiada por el Uno, por la Fuente pero también en el momento del Juramento y de la Promesa que se despiertan ahora en totalidad.

Rindo gracia a lo que llevaron, rindo gracia a cada camino y rindo gracia a cada lágrima y cada piedra que se encontró sobre este camino, porque hoy esto está acabado. Intervendré de manera menos formal en el seno del Carnet de febrero de 2015.

Les saludo.