BIDI
Julio 2017
Eh bien Bidi está con vosotros.
Bidi os saluda.
…Silencio…
Hoy, y a partir de ahora,
estáis más permeables, así que ya no necesito gritar. Entonces si así lo
queréis, vamos a jugar al juego de las preguntas y respuestas. Pero esperaos,
para aquellos que me hagan preguntas, a que yo también os haga algunas preguntas.
Entonces te escucho.
Pregunta de M.: buenos
días Bidi…
Buenos días.
Está en la pregunta.
Buenos días de todos
modos.
Pregunta:… y muchísimas
gracias por todo.
De nada.
Pregunta: …no tengo ninguna
pregunta pero si tiene algo que decirme, se lo agradezco.
…Silencio…
Pues, has pasado por algunas
etapas durante este año. Esas etapas, fueran cuales fueran los dolores, te han
permitido relativizar, y el dolor en sí te ha permitido ver que no eras este
dolor, y así poder atravesarlo. Y de hecho, tus incontables desapariciones son
el testigo directo de las alquimias que han sucedido en ti, poniendo fin a cualquier
apego, a cualquier historia, llevándote hoy a demostrarte a ti misma que el
Amor puede ser libre, que no tiene que estar atado a una forma, a una filiación
o a un apego. Dicho de otra manera, sean cuales sean los elementos anteriores
que has podido vivir desde hace muchos años, te es dado hoy poder constatar que
cualquier historia, sin siquiera hablar de problemas, te repugna. Ahí está la
Libertad y ahí está tu autonomía. No tardarás en constatar los resultados
concretos, no sobre tu conciencia sino sobre tu saco de carne que estará en
armonía con la Verdad.
Hubo pues realmente para
ti, durante este año que vives, por los elementos que han ocurrido en tu esfera
íntima y próxima, te permiten hoy afirmar tu autonomía, y sobre todo demostrarte
a ti misma tu no implicación en las historias que querrían hacerte vivir. Esto
se traduce en ti por un aligeramiento. Este aligeramiento no concierne
necesariamente al saco de carne, sino en todo caso al aligeramiento de los
lazos, y sin embargo normales, en el seno de este mundo, entre los seres,
viniendo, como dije, magnificar tus mismísimas relaciones, contigo misma
primero y luego con tu círculo más próximo.
Constatarás cada vez más,
y esto en numerosas ocasiones, que ya no puedes estar enganchada o arrastrada
por ningún elemento. No se trata de una negación de la vida o una negación de
los problemas, sino más bien una trascendencia real de todo lo que has podido
vivir durante este año.
Así como ya lo constatas,
un sentimiento muy real y concreto de Libertad – nuevo – está surgiendo. Así
algunos condicionamientos todavía presentes hasta hace poco tiempo, ligados a
las costumbres, están desapareciendo. Ahí está el aligeramiento, ahí está tu
libertad.
Te recuerdo que lo importante,
para cada uno de hecho, no es lo que piensas sino los hechos, sólo los hechos.
No hay un mejor terreno de observación que los hechos que ocurren en vuestras
vidas, para cada uno, porque si estáis en paz, es imposible estar enganchado
por lo que sea, por ninguna seducción, por ningún deseo o por ninguna búsqueda.
Pues todo es perfecto, y los hechos mismos se vuelven perfectos. Ahí está lo
que nombráis la Gracia de la Luz. No puede ser de otra manera en cuanto hayas
visto y vivido los apegos, los condicionamientos, las costumbres que han sido
atravesados.
Hay en ti una disposición
más grande a ser y a no hacer nada, sin preocuparte de una ninguna obligación
pensada. Las obligaciones factuales, ellas, también se viven con más facilidad.
Es lo que puedo decirte.
Sigue.
Pregunta de M-M.: usted
dijo que la conciencia era la cualidad o la etapa más superior de la materia del
alimento donde el Último puede ser realizado. ¿Es posible ampliar?
Hace falta primero que
entienda la pregunta. Empieza de nuevo.
Pregunta: usted dijo que
la conciencia era la cualidad o la etapa…
La cualidad o el estado,
sí, del alimento.
Pregunta: la etapa…
Sí.
Pregunta: …la más
superior de la materia del alimento donde el Último puede ser realizado. ¿Es
posible ampliar?
¿Puedes repetir una
tercera vez?
Pregunta: usted dijo que
la conciencia era la cualidad o la etapa más superior de la materia del
alimento donde el Último…
Las palabras no están
puestas en el orden correcto. Dije cuando vivía, y a vosotros ahora, lo dije muchísimas
veces: la conciencia sólo es el producto de lo que coméis, es decir que la
conciencia que vivís en este mundo sólo es el resultado de vuestro saco de
carne. ¿Quién recuerda su conciencia antes de estar en un saco de carne? ¿Cuáles
son los recuerdos que tenéis antes de haber nacido? No hablo de vuestras quiméricas
vidas pasadas, que conciernen a la persona, hablo exclusivamente de vuestros
recuerdos.
Los jugos de la comida,
en la Ayurveda, en los antiguos cánones, los alimentos tienen tres cualidades. Cada
cualidad de alimentos modifica la conciencia. Los ayunos, cuando ayunáis,
modifican la conciencia. Si sólo coméis unos alimentos que os pesan, vais a ser
pesados, no solamente en este saco de carne sino también en la conciencia. La
conciencia en este mundo sólo es una secreción de la materia, de la comida. Es
por esto que siempre dije, y lo vuelvo a decir hoy, el mayor obstáculo a vuestra
libertad sólo es vuestra identificación a este cuerpo. Mientras exista la menor
identificación a este cuerpo, no podéis ser libres. Estáis en este cuerpo, pero
de ahí a decir que sois este cuerpo, es un prodigioso error.
La refutación, os hace
falta hoy – sin siquiera hablar de la refutación tal y como lo había explicado
– admitir e incluso concebir que todo lo que os aparece como real en el seno de
este mundo, incluso a través de vuestras percepciones, no es real. La realidad
es falsa, y lo irreal es real. Cuando lo entendéis y lo vivís, sois libres. Las
circunstancias del momento de esta tierra os abren de manera importante la
capacidad a realizarlo. No sois este cuerpo, la conciencia es una secreción del
cuerpo y de la comida que absorbéis. Lo que nombráis supramental,
supraconciencia, no tiene nada que ver con esto.
Sólo lo Desconocido, para
la conciencia, es la Verdad. No hablo de vuestros sueños, no hablo de los
símbolos, hablo de lo que es totalmente inaccesible a la persona, y entonces a
la conciencia. Entonces sé pertinentemente que en los aspectos que os fueron
comunicados y que habéis seguido, hubo una especie de pedagogía para acercaros
a esto. Pero la revolución última, la reversión última que podéis realizar hoy,
es únicamente aceptar que no sois este cuerpo, aceptar que no sois esta
conciencia, aceptar que todo lo que os parece real es irreal y que todo lo que
no conocéis, es decir lo que os parece irreal, es la única Verdad.
Si venís de estos
postulados, no hay ningún obstáculo que pueda presentarse en vuestro camino, ni
sufrimiento, ni apegos, ni nada de nada. El problema fundamental de la conciencia,
sobre todo con lo que vivís en estos momentos, es la identificación al cuerpo,
es la identificación a la conciencia. Sois la conciencia, por supuesto, pero no
la que experimentáis en este mundo. De hecho algunos de vuestros Ancianos han
hablado de la irrupción, ya cuando estaba encarnado, de la llegada del
supramental. Por supuesto, la llegada del supramental se imprime en el saco de
carne a través de lo que habéis nombrado las Puertas, las Estrellas, los nuevos
cuerpos, unos circuitos específicos, pero atañe siempre a lo que sois capaces
de vivir y de sentir. Y sin embargo sois anteriores a la conciencia.
La solución definitiva a
la muerte… nunca os habéis muerto, nunca os morís, lo que sois nunca muere,
pero la solución a la muerte, la solución al enigma, es de poner fin a la
búsqueda. Los fundamentos del fin de la búsqueda, es de nunca identificarse al
cuerpo. Es un vehículo que ha aparecido un día y que desaparecerá otro día.
¿Dónde está la permanencia aquí? Aceptadlo, poned como postulado que lo que es
para vosotros la realidad es irreal, y que lo irreal que no conocéis es real.
Esto desencadena una translación de la conciencia desde un punto a otro, lo que
había nombrado el punto de vista. No es un punto de vista mental, es el
emplazamiento de la conciencia misma. Si haces esto, no puede haber el menor
obstáculo. Lo dije cuando vivía: mis palabras no pueden fallar, y sois muchos,
o bien a haberos apartado de mis palabras, o bien a haberlas vivido y a vivir
los efectos, y a realizar, por así decirlo, la Verdad que sois.
No podéis apoyaros, y
sobre todo hoy, en absolutamente nada conocido para ser libres. Por supuesto
que existen unos arquetipos en lo que nombráis el mundo imaginal, pero ni
siquiera sois estos arquetipos, sois anteriores a toda manifestación, a toda
expresión, a toda proyección. Y cuando estáis ahí, nada de lo que pasa en la
Ilusión de este mundo puede afectaros. Pero mientras os identificáis a este mundo,
a una historia, a vuestra persona, no podéis ser libres. De todos modos tampoco
está mal, porque aunque creáis estar en este mundo, vais a constatar muy pronto
que no es verdad, que lo queráis o no. El interés de aceptar este punto de
vista de la conciencia, ya es levantar y quitar todos los frenos, pero incluso
si relacionáis las vibraciones del supramental con vuestra persona, mantenéis
el lazo a la Ilusión. Pero sois libres, si queréis permanecer en la Ilusión, pues
allá vosotros, es que vuestra conciencia necesita experimentar.
Ninguna religión, ninguna
energía, ningún texto, ningún audio, puede haceros libres, porque ya sois libres.
Sólo son los velos, las creencias que os hacen creer lo contrario y que os
hacen adheriros a lo que vivís en lugar de vivir la Eternidad, el corazón,
llamadlo como queráis, la Verdad. Si verdaderamente queréis recordar lo que
sois, tenéis que regresar a la fuente de la conciencia. No hablo de la primera
conciencia emanada del Absoluto, del Brahman, hablo de vuestra conciencia desde
que estáis en este cuerpo. Id a buscar, si queréis, mirad el pasado, intentad
recordar lo que habéis olvidado antes de tener la conciencia de ser un
individuo y una persona, es decir antes de los tres años. Pero hoy tengo que decir,
a la vista de lo que veo, que las cosas han cambiado mucho.
Los únicos nudos que quedan
resultan, lo sabéis, del miedo. Del miedo a la muerte, del miedo al cambio, del
miedo a lo desconocido, del miedo al sufrimiento, del miedo a la mirada del
otro, del miedo al juicio, último o superior. Pero, ¿quién queréis que juzgue
lo que es falso, excepto los falsificadores? No necesitáis juzgaros, no
necesitáis juzgar a nadie. Dejad a cada uno libre de vivir lo que tiene que
vivir porque es su verdad, aunque sea ilusoria. Pero definid también,
claramente ahora, vuestro objetivo. ¿Cuál es vuestro objetivo? Miradlo sin
evasivas. En verdad, ¿qué buscáis? No podéis contestarme: « Busco la Luz » si la
buscáis por fuera, porque es una falsa luz. La única y verdadera Luz sólo está aquí,
en medio del pecho. No necesita ningún ornamento, ninguna historia, ningún
decorado, ninguna forma.
¿Todavía estáis buscando,
o habéis dejado de buscar? Vuestro corazón, no tenéis que buscarlo, sabéis
dónde está: en medio del pecho. Que sea el corazón de carne, que sea el corazón
eterno, sabéis dónde está, y sin embargo seguís alimentando vuestra cabeza.
Entonces por supuesto, para volver a tu pregunta, la conciencia sólo es la
secreción del saco de carne. La supraconciencia, sólo la percibís a través de vuestra
interacción con el saco de carne, es decir ya no es la energía, es lo que llamáis
vibral, lo que llamamos en Oriente el plano de la Citta. Dicho de otra manera,
debéis de estar terminantemente apegados a vuestro corazón, ahí está la única
Libertad. Si estáis apegados a lo que pasa, ¿cómo queréis encontrar la
inmovilidad y la Paz?
Pues sí, el saco de carne
absorbe comida. La quintaesencia de esta comida orienta vuestra conciencia, la
conciencia efímera, pero al aligerar esta conciencia efímera os acercáis, si
puedo hablar así, al corazón. ¿Por qué el ayuno ha sido preconizado tanto, en
todas las tradiciones, creo que lo llamáis la cuaresma en Occidente? Porque si
priváis el cuerpo de comida, en ese momento vais a constatar muchas cosas, pero
tampoco seréis libres con eso. La Libertad nunca es una privación, es una
completitud, es una plenitud, es abundancia. Y si pensáis estrechamente en
vuestra cabeza, si pensáis en el karma, si pensáis en el cuerpo, si pensáis en
los símbolos, no sois libres. La Libertad es una evidencia que aparece cuando
todo lo que es irreal – que entonces consideráis como real – desaparece.
Pero no podéis hacer
desaparecer el mundo, es lo que es, y sin embargo como dije, existe una
conciencia llamada Turiya, que es lo equivalente al sueño. Cada noche dormís,
el mundo desaparece. Sin embargo no tenéis ninguna aprehensión en cuanto a
vuestro despertar la mañana siguiente, así que desaparecéis cada noche. ¿Qué es
lo que desaparece? La conciencia ordinaria. Es reemplazada por la conciencia
Turiya, que no es la supraconciencia, que es el elemento que más se acerca al
Parabrahman, al Absoluto o al Liberado viviente, es la misma cosa. No os dejéis
abusar por las palabras. Sed concretos, sed factuales, porque los conceptos
pueden deciros totalmente otra cosa que los hechos, porque tan pronto habléis
de los hechos, los interpretáis, y cada uno los interpreta a su manera. No
interpretéis los hechos sino que vedlos.
Cuando algo os duele, sin
siquiera hablar de enfermedad, sabéis pertinentemente que la conciencia es
atraída por el dolor, y es normal. Es una señal de alarma, como cuando una luz de
vuestro coche se enciende y hacéis una revisión o un cambio de esto o aquello. No
podéis descuidarlo pero ¿acaso sois la luz que se enciende? Nunca se os pasaría
por la cabeza identificaros con el cuerpo de otra persona, con vuestro coche.
El único problema, es que estáis encerrados en este cuerpo, no tenéis ninguna
posibilidad, en el seno de lo conocido, de reencontraros, y todos los que os
venden unos yogas, todos los que os venden unas técnicas, sólo son unos
charlatanes.
Por supuesto que existen unos
yogas específicos que os permiten acercaros a… es en este sentido que los
Ancianos os han dado incontables cosas, pero haced previamente esta revolución
interior: nada de lo que considero real es real; sólo lo irreal es real, y no
lo conozco. Es pues algo inesperado, no podéis esperarlo, no podéis buscarlo ni
rebuscarlo, sólo podéis vaciaros, lo que nombráis, creo, el Instante Presente, el
Aquí y Ahora, el Silencio, porque cuando hay silencio en la persona, inmovilidad
del cuerpo, vuestra conciencia está disponible para lo Desconocido. Pero si estáis
identificados al saco de carne, no podéis estar libres porque el cuerpo, el
saco de carne, desaparecerá un día. ¿Quién es capaz de decirme donde estará
después? ¿Quién es capaz de decirme donde estaba antes, antes de que el cuerpo estuviese
secretado por el encuentro entre el papá y la mamá?
Pues este cuerpo es el
templo de lo sagrado, pero es un saco de carne. Es como si todavía creyerais
que Dios se encontrara en un templo, pero son unos disparates, unas historias para
dormir de pie. Sólo son unos soportes que os permiten justamente ir hacia dentro,
no es para adorar una estatua o una representación como lo hacemos en la India
o incluso en Occidente. La conciencia de este cuerpo, la conciencia de lo que sois
en este mundo depende únicamente del saco de comida y de la comida. Una vez
este punto es aceptado como pensamiento, averiguadlo por vosotros mismos. De
suponer que lo real es irreal, y que lo que pensáis ser irreal o inaccesible es
la única realidad, cambia las cosas al nivel de la conciencia, al igual que el
principio de la refutación.
Sigamos.
Pregunta de M-M: ¿hay una
diferencia entre el Absoluto y la Iluminación?
Pero, son opuestos. La
Iluminación se vive con la cabeza, el Absoluto se vive con el corazón. El
Absoluto no es la Luz, es la fuente de la Luz. Es por esto que lo había
nombrado, cuando vivía, el Parabrahman. La Iluminación, el ver la Luz en la
cabeza, es un sucedáneo de la Luz auténtica, es una falsificación. La
Iluminación ocurre en la periferia. La verdadera Luz no puede ser vista, ni con
vuestros ojos, ni con la visión etérica. Sólo la visión del corazón os enseña
la Verdad, y esta Verdad no necesita ni formas ni colores. Entonces si estáis
en China, vais a llamarlo Tao, si estáis en la tradición primordial hebraica,
vais a llamarlo, creo, lo que está más allá de la Luz, el Aïn Soph Aur, pero
son unas palabras que intentan acercarse a la Verdad. Pero ninguna verdad oída
os hará vivir la Verdad, os corresponde a vosotros vivirlo.
Pero no hay ninguna
obligación. Simplemente digo, y esto, sean cuales sean las particulares circunstancias
de esta época… sabéis, nunca hablé de acontecimientos, tanto cuando vivía como
desde que hablo con vosotros, porque los acontecimientos siguen perteneciendo a
la historia. Entonces por supuesto que cuando los acontecimientos llegan y los
veis, efectivamente hay un choque. Este choque es colectivo y repercute en los
individuos, era una forma de preparación o de anticipación, pero hoy, como
dije, no me hace falta hablar fuerte porque sois permeables. Os ha sido
explicado muchísimas veces por los Ancianos, con las historias de las capas
aislantes, pero atañe a este mundo.
Corresponde a cada uno de
definir en su interior, de poner los actos y los hechos, concretos, reales, y
no sugeridos, imaginados o pensados en la cabeza.
¿Cuál era la pregunta?
Pregunta: ¿hay una
diferencia entre el Absoluto y la Iluminación?
La Iluminación es un
sueño que pertenece a este mundo. La Iluminación es el divisor, es el divisor
que os impide realizar lo que sois, que alimenta el ego, que alimenta el
efímero. Al Liberado viviente, al Absoluto, le da igual la manifestación que
sea en el mundo o la dimensión que sea. El Liberado viviente sabe que es todas
las formas, todos los mundos, todas las conciencias. Ya no necesita ningún
particularismo, ya no necesita jugar el juego de la manifestación, incluso en
el seno de los mundos libres. Pero, lo que nombras Iluminación en este mundo es
un travestismo, es una estafa que no lleva a ninguna parte, que sólo refuerza la
Ilusión. Es un sucedáneo de la Luz, y sin embargo es lo que hacen todas las
espiritualidades, es lo que hacen todas las religiones.
Hoy sois permeables. ¿Por
qué estorbaros con conceptos? ¿Por qué estorbaros con historias? Ved esto. Ved tras
lo que corréis en lugar de ser vosotros mismos. En este mundo es un juego, pero
un juego sólo tiene un tiempo, y además este juego, aquí en la tierra, es
particularmente doloroso, aunque estéis iluminados. En este mundo, la búsqueda
nunca puede cesar mientras vuestra conciencia esté girada hacia el exterior. Tenéis
que adentraros en lo más profundo de vuestra intimidad. Creo que lo nombráis el
Corazón del Corazón, el Corazón de Eternidad o de Êtreté, pero son unas palabras,
pero que os orientan, y son unos hechos: cuando estáis en el corazón, sois
libres. Ya no necesitáis ninguna historia, ya no necesitáis adheriros a nada,
vivís vuestra vida material como tenéis que vivirla pero no hay más preguntas,
no hay más interrogaciones. El Espíritu se ha revelado, el Absoluto está
presente, desvelado.
No obstante acordaos, el
Absoluto no puede buscarse, porque si lo buscáis, ya ponéis en vuestra
conciencia una distancia con lo que sois. Experimentadlo, quedaos con los
hechos, sin travestirlos, sin conceptualizarlos. La vivencia de lo Desconocido,
del Absoluto, pone fin a cualquier sufrimiento, pone fin a la creencia en un
personaje, en una forma, en un mundo. Ahí está la única y verdadera Paz porque
es eterna. No depende de vuestra forma, no depende de la comida. Depende únicamente
del hecho real de vivir la Libertad.
Vivir la Libertad no es
hacer lo que queráis en el exterior. Ser libres, es vivirlo en el interior, es constatar
que no hay más adhesiones, no hay más creencias, no hay más emociones, no hay
más mental, aunque éste os sirva hasta el final de vuestros días, pero ya no
puede mandar, ya no puede dirigir vuestra vida. El Absoluto se vive, no se
explica. Es una certeza interior que no depende de ninguna creencia, de ninguna
adhesión, y que de hecho no depende de nada de este mundo.
Sabéis, los pueblos
primitivos hablan de una vida en el sueño, pero esta vida que vivís con esta
materialidad es un sueño, hasta diría que es una pesadilla, donde además el
conjunto de las religiones, el conjunto de las espiritualidades os hacen creer
que hay que buscar, que hay que mejorarse. Pero haciendo esto, ya ponéis una
distancia con lo que sois. Ved esto. No podéis reconoceros mientras buscáis, cuando
sólo hay que estar, ahí, en el corazón. Es un hecho. No es una ilusión, es una
realidad, incluso la única Verdad, que pone fin a todo lo demás.
Ahora, no hago de mis palabras
ninguna obligación. Si vuestra libertad, es de experimentar una forma, entonces
hacedlo. En general, los espirituosos, los espiritualistas, llegan a esta
conclusión al final de su vida. Han pasado la vida, su vida, y no solamente
ésta, todas sus vidas, buscando lo que estaba como la nariz en medio de la cara.
Veían todo excepto su nariz. No es un error, es la libre expresión de la
conciencia. El Absoluto no tiene nada que ver con la conciencia, no es ni
inconsciente, ni consciente, ni supraconsciente, es anterior a la conciencia. Y
de hecho, en esta época actual, muchos de vosotros empiezan a verlo, a vivirlo.
Permaneciendo inmóviles, sin pensamientos, sin objetivo, sin intención, todo es
posible, y la falsa realidad se desvanece entonces, dejando aparecer, como
dije, lo que siempre ha estado ahí.
Es el mismo principio: el
sabio señala la luna, el idiota mira el dedo que la señala. La conciencia es
idiota. Sólo funciona en este mundo por atracción-repulsión, lo que llamáis dualidad.
La única filosofía que os permite despejaros, desobstruiros de todo este amasijo
espiritual, de todas estas religiones, es el Advaita Vedanta, la no-dualidad.
Pero no hagáis de esto un concepto, haced de esto una vivencia, y encontradlo
por vosotros mismos. Os he dado las llaves, y estas llaves no pueden fallar, lo
repito, sobre todo hoy cuando todo es permeable.
Sigamos.
Pregunta : buenos
días, Bidi…
Buenos días.
Pregunta de E. : … y
muchas gracias por todo. No tengo ninguna pregunta, pero si usted tiene algo
que decirme, le doy las gracias por ello.
… Silencio…
A ti también, en este
momento, te es dado a observar, como a “M” hace un rato, tu propia vida. Te
colocas espontáneamente cada vez más en el testigo y el observador. La única
cosa que tiene que ser rectificada, modificada, es que esta observación debe
concernir exclusivamente al presente. El pasado es un peso, está muerto; el
futuro es una proyección. Por tanto, el observador en el que te conviertes, la
observadora en la que te conviertes, debe llevar su conciencia, incluso la que
es efímera, al instante presente. Así es como recuperarás la gracia de tu
cuerpo (no he dicho la grasa), la gracia de tu cuerpo, la armonía, el movimiento
justo. Por el momento, estás desequilibrada, como observador, en el pasado. Es
la memoria, son los automatismos. Detén esto. Tan pronto como esto llegue a tu
conciencia, nunca hagas comparación entre ahora y ayer. Sé virgen en el
instante presente.
Tu instante presente no
debe ser coloreado por ningún pasado ni por ninguna experiencia, incluso si en
ciertas situaciones encuentras analogías flagrantes y patentes entre lo que te
es dado a vivir hoy y lo que viviste en la infancia. Pero si lo vives de nuevo,
es justamente, que no lo has sobrepasado. No sirve de nada de hacer el vínculo
entre los dos porque ya están ligados. Debes librarte de esto llevando tu
conciencia a tu vivencia, sin ninguna referencia al pasado, sin esto desestabilizas
al observador que eres y haces a tu cuerpo revivir el pasado, con formas
diferentes, nombres diferentes, pero es lo mismo, y esto no lo ves.
Por tanto te apoyas, incluso
en tu observación, en el pasado. El presente debe estar libre de todo pasado. No
procures relacionar cualquier acontecimiento que sea a lo que te es conocido,
sin esto no estás disponible para lo Desconocido. Si comprendes, si aceptas
esto y si procedes de este modo nuevo, eres Absoluta instantáneamente.
Eres tú misma quien pone
velos sobre tu presente, no hay ningún culpable en el exterior. Eres tú misma
quien se engancha a tu pasado y quien lo hace revivir. No hay ninguna Libertad
ahí dentro. Pero ya está muy bien encontrarse en el observador, pero dije hace
un rato que cuando observáis que sois el testigo o el observador de lo que se desarrolla
en vuestra vida o en vuestro cuerpo, nunca he dicho que hubiera que aferrarlo al
pasado o anticipar el futuro, todo lo contrario. Estad vírgenes y disponibles,
totalmente libres de toda idea, de todo concepto, para vivir lo que hay en el
instante, haya lo que haya.
He aquí lo que puedo
decirte.
Pregunta de I.D. :
cuando se ha vivido la Liberación, el mental y los hábitos vuelven, incluso si
son vistos. ¿Tiene usted algún consejo que aportarme?
Entonces este consejo es
válido para cada uno. Claro que veis las costumbres y los automatismos, es justamente
porque sois el observador. Antes, incluso no lo veíais, esto se hacía
automáticamente, pero es justamente el hecho de verlo que os muestra que incluso
si eso está presente, no sois eso. Por tanto, no sirve de nada rebelarse contra
las costumbres, contra los movimientos involuntarios o creencias espontáneas.
No procures alejarlos, si no, les das peso. Observa simplemente. Creo que se os
dijo: « Atravesad esto ». Esto quiere decir ser simplemente el testigo,
inmóvil, silencioso, que ve, como dices. Pero si ves y te quedas en el verlo,
sin querer oponerte, luchar o resolver, al cabo de unas veces que lo habrás
visto, ya no lo verás más. Pero si tu conciencia es entrenada por lo que es
visto, esto sólo puede volver.
En el momento en el que
el testigo ve automatismos, errores, aceptadlos, porque a la vez no sois ni
esto ni aquello, y al mismo tiempo sois esto y aquello. Yo decía en mi vida “neti
neti”, ni esto ni aquello. Hoy, a causa de vuestra permeabilidad, añado
también: sois también esto y aquello, pero es justamente porque sois el
observador que ya no estáis más implicados, que no estáis más identificados con
lo que pasa. Pero no sigáis lo que pasa, si no sois arrastrados hacia la
Ilusión. Por tanto, es completamente normal, y es incluso esencial para el
Liberado viviente, ya sea de hoy, de ayer o de más lejos, ver claramente esto. Los
automatismos no tienen que ser hechos desaparecer, los hay que son importantes.
Hay que verlos y no estar más sometidos a ellos, ellos se evacuarán. En el
momento en que lo ves sin querer interactuar, ellos mismos desaparecerán. No
hace falta que tu conciencia sea llevada. Es así como descubres el silencio, la
inmovilidad, la tranquilidad y que eres liberada.
No es queriendo alejar
las costumbres, no es queriendo erradicar tal comportamiento, es viéndolo,
aceptándolo, no para someterse a eso sino para demostrarte a ti misma quién es
el jefe. ¿Acaso es la costumbre? ¿Acaso es el mental? ¿Acaso es la creencia? ¿O
es entonces acaso la Libertad? El testigo o el observador es el emplazamiento
ideal a vivir hoy, para los que no están liberados. Ved vuestras costumbres,
ved vuestros automatismos, no los juzguéis, no los condenéis, no los rechacéis.
Ya no los aceptéis más, contentaos con verlos. Es la iluminación del testigo,
de la Luz, del Corazón del Corazón, de la Infinita Presencia, como decís, quien
va a actuar. No es vuestra conciencia quien puede actuar sobre eso, si no ¿a
costa de qué este precio? ¿Qué queréis controlar?
El más grande de los
cambios, en la actualidad, para todos los que viven el estado de testigo o de
observador, el Sí mismo si queréis, el «Yo soy», es ante todo magnificar el «Yo
soy». Entonces lo apagáis cuando vuestro «Yo soy» es dirigido hacia el
comportamiento, o la costumbre, o la memoria que os molesta. Pero cuando sois
liberados vivientes, realmente, veis sin dificultad alguna los automatismos,
pero sabéis pertinentemente que no sois ninguno de estos automatismos. No sirve
de nada querer oponeros, sin esto no estáis en la no dualidad, volvéis de nuevo
a la dualidad, bien - mal, miedo-Amor, sufrimiento-alegría, y osciláis del uno
al otro. Lo más importante, es la inmovilidad del testigo o del observador, el
que ve, el que siente, pero que se deja atravesar, que no inter-reacciona, que
no reacciona.
En ese momento, la
Libertad se descubre, y es la Libertad la que disipa este automatismo, la que
disipa estas memorias. El testigo es esencial para la Liberación, pero no
hagáis del testigo un actor. Voy a recuperar la escena de teatro que había
explicado en 2012, largamente. ¿Cómo se presenta este mundo? Es una escena de
teatro, estáis sobre la escena y representáis un papel. Un día, percibís que no
sois el que representa la escena y el papel, sino el que mira, el testigo. Y a
fuerza de mirar, un día, la obra se acaba, salís del teatro. ¿Y ahí, qué es lo
que comprobáis? Que nunca hubo teatro, nunca hubo testigo, nunca hubo juegos de
escena. Son juegos que no tienen ninguna sustancia al lado de la Verdad.
Todos los juegos,
cualesquiera que sean, os llevarán siempre más lejos en el juego. Sabéis que el
jugador no puede dejar de jugar, es ilusorio, incluso si toma buenas
resoluciones. Y empleo esta palabra de jugador tanto sobre la escena de teatro
como para el que juega a los juegos de dinero, es lo mismo. Mientras no hayáis
visto que sois el que mira al jugador, continuaréis identificándoos con el
jugador. Y cuando os convertís en el espectador o el testigo, el juego se hace
menos interesante y un día dejáis de observar, salís del teatro, y percibís que
nunca hubo teatro, nunca hubo observador, y que todo esto sólo pasaba. He aquí
bajo forma gráfica, aquello a lo que eso corresponde.
Continuemos.
Pregunta de D.G.: ¿puede Usted hablarnos de la Autonomía?
La Autonomía es – interiormente – no depender de ningún concepto, de
ninguna creencia, de ninguna idea, de ningún lazo, de ninguna proyección ni de
ningún pasado. Es vano e ilusorio considerar la Autonomía en el seno de este
mundo porque estáis obligados a ganaros la vida, a llevar una vida social,
familiar, a cumplir con las obligaciones que son parte del juego común. La
Autonomía, es el momento cuando el espectador y el testigo deciden salir de la
sala del espectáculo, no para huir de lo que sea sino porque está harto del
espectáculo. Este mundo no es nada más que una escena de teatro barato pero lo
habéis olvidado. Por lo tanto, todos los razonamientos, todos los conceptos,
todas las energías tienen que ver con la Ilusión. Ser autónomo es pasar del
testigo a la realidad.
El testigo comienza a experimentar la Libertad. Ve en todo caso lo que
no es la Libertad: los juegos escénicos, los libretos, las historias, las
confrontaciones, las alegrías y los placeres de este mundo. Como bien sabéis,
en este mundo, todo tiene que repetirse para mantenerse presente. La alegría
pasa. El sexo pasa. Una adquisición de lo que sea da un gusto que pasa. El
sufrimiento pasa también, ya sea con la muerte, ya sea con la sanación. Pero
¿quién actúa sino el actor? Os corresponde saber si queréis ser el actor, el
espectador o aquél que no depende de ninguna actuación, de ninguna observación.
Las mayoría de veces se da esta lógica: actor, espectador o testigo, observador
y luego os percatáis de que nunca hubo actor ni siquiera escenario y menos aún
observador.
Y ahí llega lo Inesperado, que siempre es inimaginale, siempre es
imposible de conceptualizar. En eso está la Autonomía: dejar de depender de los
conceptos, dejar de depender de las ideas. Obviamente sois dependientes de la
sociedad, de vuestra familia, de vuestro marido, de vuestra mujer, de vuestros
hijos, de los impuestos. Eso durará mientras el escenario exista. La Autonomía
es interior. Tiene que ver – por eso lo mencionamos una y otra vez – con la Vía
de la Infancia, la vía de la inocencia y la vía de la espontaneidad.
¿Cuál era la pregunta?
Pregunta: ¿puede Usted hablarnos de la Autonomía?
Ya respondí.
Pregunta de I.T.: en este período caótico ¿tiene Usted palabras para
librarse del miedo y de los apegos, fuentes de sufrimiento?
… Silencio…
El sufrimiento siempre tiene que ver con el actor. La liberación del
sufrimiento llega cuando eres espectador. Ahora bien, formas parte de tu vida,
por ende estás apegada a principios, a afectos, en el sentido moral de lo que es
la vida: familia, hijos, trabajo. Logras captar sin embargo que lo que ha gobernado
tu vida hasta ahora ya no sirve. No es un motivo para darse a la fuga, no es un
motivo para huir de las responsabilidades pero sí es al fin y al cabo pasar
definitivamente de actor a espectador. Mientras sigas integrada en el juego,
como cuando miras una película, vas a experimentar emociones. Puedes hasta identificarte con los personajes.
En cambio si pasas a ser realmente espectador, sin involucrarte con tu
propia vida, con tu propia persona, con tu propia familia, con tu propio trabajo,
entonces dejarás de tener problemas.
No intentes resolver a través del actor la escena teatral que te causa
problemas. Transfórmate lo más que puedas en espectador. Mira, pero mira sin
juzgar, tanto al otro como a ti. Mira lo que en el pasado podía satisfacerte
pero que – hoy en día – ya no puede de ninguna manera satisfacerte. A partir de
ahí – eso no significa que haya que acabar con cuanto puedes imaginar o pensar
– es posible cambiar de punto de vista. No eres actor. Eres testigo. Colócate de entrada en este testigo y el actor
dejará de influenciarte. Y entonces comprobarás que las cosas van cambiando sin
que sea necesario atravesar sucesos dramáticos. Date cuenta, como bien dices,
que la causa del sufrimiento es tu propio apego a valores y certidumbres que
surtieron efecto en algún momento pero que – hoy en día – ya no sirven. Ya no
puedes vivir con certidumbres, ya no puedes vivir con proyecciones, solamente
puedes vivir en la dicha inmediata. Te cortas de esta dicha inmediata al dejar
actuar al actor antes que mirarlo sin involucrarte.
No te incito a abandonar responsabilidades sino más bien a incrementar
tus responsabilidades porque solamente eres tú. No hay, ni marido, ni mujer, ni trabajo. Eso
tiene que ver con la persona. Instálate en la butaca y mira. No intentes
reaccionar, luchar, oponerte, confrontarte, como lo haces sistemáticamente, ya
que la escena interpretada es falsa. Hace falta cambiar el guión pero no
mediante la voluntad, no mediante el deseo, ni siquiera mediante el Amor - pues
el Amor no interviene en eso – sino simplemente a través del testigo, a través
del observador, a través de la Infinita Presencia. Mientras sigas atrapada por
un ideal, en una relación, en un trabajo, en una necesidad incluso muy real de
ganarte la vida seguirás empantanada. Pasar a ser autónomo, dejar de sufrir es Ser
en vez de querer ser. Conténtate
con ser y todo fluirá. El libreto será otro sin que tengas que
cambiar al actor u obligar al actor.
Ahí radica toda la diferencia – y eso desde hace muchos años – entre
vivir experiencias de Luz y ser Luz. Ser Luz no contempla personaje alguno,
misión alguna, papel alguno, función alguna porque las misiones, las funciones,
los papeles son proyecciones y, por ende, tienen que ver con la dualidad.
La solución está en mirar, no en juzgar o evaluar la situación sino en
verla claramente y sólo puedes verla claramente si no te involucras y nada
reivindicas como persona. No puedes estar involucrada en el juego de roles y
querer cambiar el juego. Tienes que ver el juego. Así es como es posible el cambio. Por lo tanto
da preferencia al silencio, al instante presente, a la inmovilidad. Confía en
lo que eres y no en tu persona. Confía en la Libertad. Ve eso como un juego, aunque ese juego te
canse. No te plantees como actor, de lo contrario estarás siempre en la
respuesta, es decir en la dualidad. Un juego escénico es dual por esencia, bien
sea cómico o triste.
El Gozo nada tiene que ver con eso. El Gozo no depende de ninguna
circunstancia, de ninguna ganancia, de ninguna pérdida, de ninguna ventaja. Es espontáneo. Ahora, si eres actor
no puedes ser espontáneo porque todas tus reacciones, todas tus acciones van a
ser tintadas, condicionadas por el pasado y por la escena anterior. ¿Cómo encontrar la Libertad así?
Precisamente, como bien dices, en este período de caos, no hay mejor
oportunidad que no jugar el juego del caos. Mira, observa. No seas jugador sino
más bien acepta el juego que miras sin identificarte con él. Todo eso son
conceptos mentales de lo que ha significado durante tu vida para ti la familia, la pareja, la casa,
los hijos, la tradición pero eso está inscrito en este mundo. ¿Acaso crees que
vas a encontrar nuevamente, el día cuando desaparezcas de este mundo, los
elementos conocidos en este mundo? Puedes crearlos en tu imaginación pero jamás
serán reales, incluso menos reales que lo que vives.
… Silencio…
Si no quedaste dormido, vamos a otra pregunta.
Pregunta de Ma…: ¿puede el Espíritu del Sol ofrecernos una ducha de Luz?
En caso de que sea posible ¿debemos estar en contacto directo con el Sol?
Hoy en día el Sol está transformándose, los velos han sido sacados, casi
todos. El sol de la mañana, los primeros rayos, son una ducha de Luz. Por lo
demás el Comendador de los Ancianos hizo eso toda su vida. Si os hace falta un
objeto exterior, el Sol es ideal, pero os recuerdo que sois también el Sol. En este período especial, ducháos en vuestro
propio corazón. ¿Por qué complicaros con algo exterior cuando ese algo
está dentro vuestro? Eso
significa nuevamente que necesitáis proyectaros. Por supuesto, la ducha
exterior sirve, no digo lo contrario, pero propongo algo más directo. Sois el Sol. Está aquí (en el centro del pecho).
Y si te das una ducha de Luz con el Sol que ves, lo harás una y otra
vez. Como dije anteriormente, el Comendador hizo eso toda su vida. Pero el Sol
está aquí (en el centro del pecho). Por lo tanto dúchate desde el corazón. Deja
de imaginar que se trata de algo exterior. Por lo demás, ¿qué dijo Cristo? Dijo: « Mantened limpia la casa». ¿Cómo vais a limpiar
la casa por dentro? Desde el corazón.
Por lo tanto, lo más cercano a esa ducha de Luz es la ducha del sol
matinal, bien sea que os expongáis a él por delante o por detrás. Sin embargo
podéis también – y me parece que lo dijo el Comendador – quedar en la cama y
pensar en el sol matutino. Pero el sol de la mañana despunta en tal lugar. Por
lo tanto en cuanto estáis con esa idea, el sol queda en el exterior y hay
proyección. Poned el sol donde está realmente y entonces seréis duchados
permanentemente por la Luz.
Sigamos.
Pregunta de V.: saludos, Bidi, y muchas gracias por todo. No tengo
preguntas pero si Usted tiene algo que decir lo escuchamos.
… Silencio…
Esto quería decirte: encuentra el silencio, todos los silencios
posibles, instálate en ellos. No hablo de meditación, no hablo de vibración,
hablo del verdadero silencio, no sólo ausencia de palabras sino también de
pensamientos, de estímulos sensoriales, fueren los que fueren. En ese silencio te encontrarás con más
evidencia. Ya no necesitas contactos, los viviste, con los pueblos
de la naturaleza, con las entidades, con cuanto puedes imaginar. Necesitas
encontrarte a ti mismo y solamente puedes encontrarte en adelante en el
silencio.
No te estoy diciendo que vayas a algún retiro sino simplemente que
observes la ausencia de estímulos, sin meditar, sin objetivo, estando al
contrario plenamente consciente, en la conciencia común. Y ahí observa y deja
pasar lo que emerge, no te detengas con nada, fuere cual fuere el número de
cosas que pasen y que serán muchas. Déjalas pasar, déjalas transitar, no te
detengas con ellas, no te quedes con nada. Silencio de los sentidos, silencio de
palabras. De haber realmente silencio todo está cumplido total e
instantáneamente. Creo que María llamó a esto una y otra vez
« acoger ».
El silencio es el lugar ideal para acoger la Verdad y vivirla. La Verdad
no necesita coartada alguna de este mundo. Ella es. Ella no depende de
ningún concepto, de ninguna idea, de ninguna evolución, de ningún personaje. La
Verdad se descubre cuando no queda ninguna proyección. Es acoger lo Inesperado.
Sé el silencio. Esto es lo que quiero decirte. No te pido que estés mudo
toda la vida pero sé el silencio. Hazte la pregunta de lo que significa
« ser el silencio ». Y vívelo.
… Silencio…
Pregunta de E.: ¿Cómo se produce la fusión de las mónadas ?, ¿en
qué momento tendrá lugar?
La fusión de las mónadas, lo que llamáis «llamas
gemelas» creo, la mónada que se divide en dos durante la primera proyección del
Espíritu, se producirá al retornar al Espíritu. La fusión se realiza no… aunque
sea vivido dentro de la esfera sexual o de la comunicación, es todavía una
fusión de los cuerpos que acaban en el Absoluto, por el mismo acto vibral, por
el afecto que llevan. Pero la fusión de las mónadas, tal y como la entiendes,
solo se llevará a cabo a partir del cuerpo de Eternidad, porque los dos cuerpos
de Eternidad son exactamente los mismos, aunque la forma no sea igual, dentro
de este mundo. No se trata ya de la pequeña muerte de la sexualidad, sino de la
gran muerte. Uno se convirtió en dos; los dos retornan al Uno. Se puede hablar
así de las mónadas.
Pero repito una vez más, no hablo para ti, sino de
una forma general; una mónada que se encuentra en la materia, en este cuerpo,
en esta vida, ¿qué muestra? Que, aunque sean diferentes en la apariencia, en el
funcionamiento, el Amor sigue siempre allí, no como idea o proyección, sino
como vivencia aquí, aunque haya antagonismo; y sucede siempre con las mónadas.
Uno quiere ir allí, el otro quiere ir allá. Eso forma parte del juego de las
personas. La mónada se refiere al corazón y a la Eternidad, al cuerpo de
Êtreté. La fusión de la mónada dividida se hará en el cuerpo de Eternidad.
Pero, la particularidad de este Espíritu común, que
está dividido en dos, esas dos mónadas, finalmente esta mónada, esos dos seres
poseen el mismo cuerpo de Eternidad. Os recuerdo que el cuerpo de Eternidad es
el mismo para toda conciencia, pero para las mónadas, las especificidades
vinculadas al origen estelar, a los linajes, tienen exactamente el mismo código
de Luz. Hay una sintonía total, sean cuales sean las distorsiones vinculadas a
este mundo. La experiencia del corazón de las mónadas no puede prestarse a
ninguna pregunta sobre la realidad de lo que se vive ni a ninguna duda sobre la
verdad de dicha mónada.
La pequeña muerte será reemplazada por la gran
muerte, en términos iniciáticos, preciso; ¿qué quiere decir eso? Que lo que se
produce cuando hay posibilidad de sexualidad, a condición de que los dos estén
en la etapa de actividad, da esta vibración del Fuego del Corazón, del Fuego
Ígneo como lo denomináis. Hay una alquimia con una circulación de energía, de
la vibración y de la conciencia que sigue los principios del tantrismo o la
sexualidad taoísta donde el intercambio no es simplemente corporal sino un
intercambio de almas por la circulación en cierto sentido, en ciertos
meridianos y en ciertos circuitos. La sexualidad de las mónadas es una unión
mística que no tiene nada que ver con los órganos genitales que son simplemente
instrumentos. Esta fusión que se sirve del instrumento de la sexualidad en el
cuerpo de Eternidad, es una fusión de dos corazones porque son el mismo que se
ha dividido en dos.
Eso puede plantearos problemas de comprensión dentro
de este mundo, pero os recuerdo que cuando no estéis encerrados en este mundo
ni en las esferas astrales intermedias, cuando estéis liberados realmente,
fusionaréis con cualquier corazón, salvo que aquí, esta fusión es permanente,
pero no priva de nada. Lo que yo pueda decir, es difícilmente imaginable en el
estado actual de lo que podéis comprender. Continuemos.
Pregunta de I.D.L.: No tengo preguntas, pero, ¿tiene algo que decirme?
Tú has experimentado y descubierto, desde hace menos
de un año, un nuevo estado de ser por tu sensibilidad a la energía, a las
emociones, al mental y por tu sensibilidad corporal. Sabes de manera
incuestionable que eso es verdadero, aunque no vives todavía todas las facetas.
Te queda simplemente por vivir todas las facetas y la Unidad, ser un poco menos
ávida, en una palabra, ¿eh? La avidez no en el sentido peyorativo. Esa avidez de la
que hablo, no es una necesidad de acumular riquezas, sino de acumular experiencias,
porque efectivamente en tu caso, las experiencias que vives, por
tu sensibilidad, te dirigen directamente a tu corazón que ya has vivido.
Te queda también, ser un poco menos actor y un poco
más espectador. Es decir, ir más allá de esta avidez, que repito, no es
peyorativa, ir cada vez más a menos avidez y a más silencio, es decir, aceptar
dejarte atravesar por tus sentidos, por la energía, por tu conciencia, sin
tratar de retener. Deja pasar lo que pasa, no lo retengas porque si lo
retienes, te fijas y cierras la puerta a lo nuevo, a lo Desconocido. No
obstante, lo que es esencial es que sabes lo que es la Verdad. Te falta ser un
poco menos ávida en esta Verdad. Ella está ahí, no tienes necesidad de tenerla,
déjala vivir normalmente.
…silencio…
Te escucho.
Pregunta: Esta noche, después de expresar “Yo soy la Paz, el Amor,
la Luz”, he tomado conciencia de que el Amor es esencial. ¿Puede hablarme del
Amor?
¿Hablar del Amor? Ve a
ver a un poeta. El Amor hablado ya no es Amor, está adaptado a este mundo. El Amor verdadero es
el silencio porque desde que utilizáis la palabra e incluso el Verbo, de alguna
manera, traicionáis al Amor. El Amor no necesita palabras; él es. Por tanto,
hablarte de él no haría más que disfrazarlo. Por supuesto, se puede hablar de las
vibraciones, del Corazón, de las Coronas, de los canales de energía que son
testigos del Amor. El Amor es indescriptible. En el momento en el que os
encontráis, es el momento en que no se necesita proyectar este Amor en una
forma, en un concepto, en una adhesión a ideas, es un fuego inextinguible que
arde permanentemente sin consumirse. Además, eso lo llamáis, creo, la
“consumación del Amor” de la que muchas Estrellas os han hablado.
Pero si te hablo del Amor, te hago salir del Amor. El
Amor no es un apalabra, salvo para los poetas, para los músicos, para los
artistas, para los escritores, pero ese amor es de este mundo. El Amor
verdadero que llamáis “incondicionado”, está vinculado al Fuego Ígneo, es el
Fuego Ígneo, esa llama de Amor que no consume y que, por tanto, consume vuestra
persona, os abrasa. El amor es sin fin, sin límite, sin principio y sin forma.
El Espíritu como el Absoluto, como la Infinita
Presencia, son testigos directos de ese verdadero Amor. Eso no puede
degustarse, probarse, se estabiliza y se vive de manera permanente en el
silencio. El Amor no puede ser agarrado, porque si se toma, se altera. El Amor
es llamado “incondicionado” o “incondicional”. En otras lenguas hay muchas
palabras para el Amor. Hay amor común, el hecho de amar que es siempre una
proyección relacionada con el ser amado. El Amor incondicionado e incondicional
no es nunca una proyección, es un estado, el estado verdadero.
…Silencio…
Además, nosotros los llamamos y vosotros lo llamáis
en todas las lenguas “amor”, pero a veces, este amor no puede ser identificado
a través de lo que sabéis del amor, de los lazos afectivos con vuestra mamá
primero, que os alimenta, después con el ser amado, con los hijos, con vuestro negocio.
El Amor verdadero no puede ser definido como ninguno de esos amores; él es
anterior a eso. El Amor se traduce para vosotros, cuando es incondicionado, por
la beatitud, la felicidad, Shantinilaya como decimos los Orientales.
…Silencio…
Así que, puedo decir sin ningún juego de palabras
que amar, en este mundo, no es el Amor porque lo que amáis, incluso el ser
querido, incluso vuestros hijos, solo los concebís como siendo vuestros:
vuestro amor, vuestro hijo. El Amor no conoce a las personas, no conoce la
posesión, es libre. El único testimonio, que se podría decir al límite, es la
beatitud, los éxtasis como los vivió Ma Ananda y que veis en las imágenes que
tenéis hoy de ella. Eso es Amor. Todo lo demás no son más que fragmentos,
desvíos y, afortunadamente existe eso porque no puede haber la menor
experiencia de conciencia si no hubiera Amor, si no existiera el hecho de amar
y su contrario, dentro de este mundo.
Por otra parte, vosotros
mismos decís, en vuestra lengua, “hacer el amor”. Pero no podéis hacer lo que
sois. Ved cómo las palabras delatan la mentira. No podéis hacer lo que sois. Y
en otras lenguas hay otras expresiones que son del mismo tipo. Por ejemplo,
cuando algunos dicen «caer en el amor» es lo mismo que “hacer el amor”. Caer en
el amor es fracasar, aturdirse. Ser Amor es aligerarse.
Vosotros consideráis siempre al amor como algo del
exterior, los hijos, el trabajo, la profesión, los amigos, la sexualidad. Pero
mientras no os hagáis el Amor a vosotros mismos, y no hablo de masturbación por
supuesto, “hacer el Amor a sí mismo” es ser Amor, es Beatitud, es felicidad, es
la mirada de las Estrellas cuando lo han vivido. Es un éxtasis que se basta a
sí mismo. Porque mientras no os hagáis el Amor a vosotros mismos, ¿cómo queréis
amar de manera incondicionada e incondicional si no sabéis lo que es? La mejor
aproximación es el Fuego Ígneo, la Corona Ascensional de vuestro corazón,
también la Onda de Vida con sus escalofríos de éxtasis o también la Alegría de
las Teofanías con María.
El Amor verdadero no es ni una proyección, ni una
posesión, ni un acaparamiento, de pareja, familiar. Lo que se aproxima más en
este mundo ilusorio es el amor maternal, a condición de que este amor maternal
no sea exclusivo, posesivo y depredador -porque el Amor es libre. Si amáis a
alguien y se siente encerrado, no se trata de Amor, sean las que sean las palabras que
empleáis. El amor os hace libres, hace libre al otro interiormente. Otra pregunta.
Pregunta de C.: No tengo
pregunta, pero ¿tiene algo que decirme?
…Silencio…
Olvídate de ti mismo,
toma vacaciones de ti y sé libre. Es lo único que debes tener firmemente, lo
demás déjalo ir; permanece en tu corazón. Cuando digo “tener”, no quiere decir
controlar, quiere decir, “tenerte en el corazón” no como concepto, no como
comportamiento, sino en verdad. La vibración que vives, la que sea, es un
estímulo. De ahora en adelante sería deseable dejar hilar todo lo que ves, sin
interceptar nada, para aliviarte, desnudarte, amarte, no como persona, de tal
edad, de tal vida, sino amar lo Desconocido, lo que llamaría lo “irreal” que es
lo único real.
…Silencio…
Cuando digo «tomar vacaciones», eso se une, en
cierta medida a lo que he dicho a otra hermana «hacer silencio», «poner fin a
la avidez», no material sino a una forma de avidez espiritual que establece
distancia. Sed espontáneos y menos reflexivos. La reflexión es útil para los
quehaceres de este mundo, es incluso indispensable, pero olvida eso desde el
momento en que eso se refiera a lo que eres.
…Silencio…
Otra pregunta.
Pregunta de J.: ¿Qué puede decirme?
Se te ofrece en la escena de teatro, ser libre, es
decir, no depender más de la materia, es decir, de la casa, de la mamá, de la
mujer y de todo lo que está vinculado a la noción de seguridad. No para
privarte de la seguridad, sino para hacerte vivir el llamado, creo, «Femenino
Sagrado». Y debes además darte cuenta en tu forma, en tu vida, de lo que no
puedes nombrar de momento, pero tu lado observador te hace ver que muchas cosas
cambian sin que lo desees. Y digo ¡bravo!, ahí está la Verdad. Las
circunstancias de tu vida que puedes juzgar desde la persona, no son las
condiciones más adecuadas para ti hoy, para vivir la completitud y la
Eternidad.
…Silencio…
Creo que hay una expresión que dice: «un mal por un bien».
Otra pregunta.
Pregunta de F.F.: ¿Qué
puede decirme?
…Silencio…
Trata de verte. Tu
instante presente está siempre coloreado por la experiencia anterior. Eso no quiere decir que no
seas espontánea, pero debes tener más espontaneidad y libertad. Aquí también se
podría decir «Silencio». Vive el instante libremente, no necesitas apoyarte en la
lógica, en un pasado o en un futuro. Eso no quiere decir
que lo hagas voluntariamente, sino que es un automatismo probablemente
relacionado con tu profesión y eso lo has hecho durante toda tu vida. Sabéis
que los hábitos, todos los hábitos, se adquieren muy fácilmente porque
representan una detención del miedo, estáis en terreno conocido. No hay nada
peor que un hábito porque os encierra, os hace rígidos, os bloquea. Debéis ser nuevos
y vírgenes para lo que hay que vivir en el instante sin que esté coloreado por
otra cosa que el instante presente.
Ser uno mismo es ser verdadero, ser espontáneo, ser
autónomo, es la Vía de la Infancia. Es estar enteramente sumergidos en el
instante presente, incluso en la Ilusión de este mundo, pero no jugar,
reaccionar, actuar. Es un acto de benevolencia vis a vis contigo misma. Y si tú eres benevolente
contigo misma, este saco de comida va a funcionar de manera más libre. El Amor, como el
instante presente, no necesitan reglas, no necesitan moral, no necesitan
técnicas ni incluso preparación. Ve eso, obsérvalo y déjalo ir.
Vosotros lo veis a través de lo que os he dicho,
algunos de vosotros o la mayoría de vosotros; es muy sencillo. Es la persona y
el personaje quiénes lo complican todo. El corolario es: si no es sencillo, no
es verdadero. El Amor es, ha sido y será siempre, sencillo. Entonces, cuando me
he expresado entre vosotros cuando estaba encarnado, estaba obligado a tomar
referencias lo menos posible de lo que conocían mis interlocutores. Hoy
hago lo mismo.
Otra pregunta.
Pregunta de M-M: Alrededor de tres semanas después de haber vivido en
su presencia, la Liberación, sentí la Alegría, toda la tarde. Era insoportable.
¿Qué es eso?
¿Qué es lo que era insoportable?
Pregunta: la Alegría
¿Por qué es insoportable la Alegría?
Pregunta: Para M-M
Bueno, sí; para la persona. Porque esta Alegría,
como he dicho. Es un Fuego inextinguible con un comienzo, efectivamente, de fenómenos
vibratorios intensos. ¿Qué es lo que me pregunta?
Pregunta: Qué le puede decir sobre el hecho de no poder soportar la
alegría.
Ella no soporta las manifestaciones de la alegría
porque, efectivamente, pasar de la persona a la Libertad y a la Liberación para
los que lo han vivido, está acompañado de fenómenos vibratorios. Eso puede ir
hasta un sentimiento de explosión, de vibraciones tan fuertes que pueden
hartar. Por el contrario, la Alegría es reconocida como marcador de la
Liberación. Eso quiere decir que, si la Alegría que ha sido experimentada en
ese momento era insoportable, a pesar del acto de Liberación, escuchándome, no
hace más que reflejar los vínculos de la persona, no de ti porque has sido
liberada, sino que existen automatismos en este cuerpo, de sufrimientos que han
pasado por el cuerpo, como sabes, con enfermedades precisas que corresponden a
un origen preciso. Eso ha sido para ti un mecanismo de funcionamiento que
parecía preservarte de alguna manera.
La Libertad es intolerable para el que se deja
intimidar de una manera u otra. La Libertad da miedo a veces porque, en la
Libertad, la mirada del otro no existe ya, porque no puede encontrarse en otra
mirada y, por tanto, es todas esas miradas.
Lo que frena es la persona, no tú, lo que ha sido
vivido por este cuerpo, con sus efectos, con sus complicaciones. Y, por tanto,
la Alegría no puede desaparecer, aunque no la sientas más. No obstante, no has
tratado de apoderarte de esta Alegría para la persona, simplemente has
constatado las alteraciones, ciertamente temporales, pero que han traído malos
recuerdos. Porque efectivamente, en la Alegría del Amor incondicionado, hay
similitudes con el sufrimiento en tanto que se han activado inconscientemente
malos recuerdos en tu cabeza, no en la carne.
Pero no puedes evitar la Alegría cuando ha sido
experimentada, aunque solo sea una vez, porque sabes qué es eso, aunque después
tengas la impresión de que existe una distancia entre el estado vivido que
parece proceder de una experiencia pasada que es falsa, de lo que siempre ha
estado ahí. Pero los recuerdos de los sufrimientos pasados te evocan ciertos
aspectos de esa Alegría y te enfrentan al problema crucial, para ti, de lo que
es la Libertad, interior y exterior.
…Silencio…
La Alegría que aparece y se reconoce como verdadera,
aunque no aparezca más, no puede desaparecer nunca, porque vivir lo que llamáis
el Fuego del Corazón, el Corazón Ígneo, el Corazón Ascensional, la Corona
Radiante del Corazón, y tenéis otras expresiones más, todo eso significa que
las capas aislantes que encerraban el chakra han sido disueltas por la Luz y no
pueden ya ser modificadas. Pero hay una distancia, es decir, que consideras que
eso ha sido una experiencia y no un estado, tienes la impresión que hay una
distancia, pero esa distancia es ilusoria, no corresponde más a la similitud de
la que acabo de hablar.
…Silencio…
Otra pregunta.
Pregunta de A.: ¿Qué puede decirme?
…Silencio…
Te has introducido en innumerables experiencias, en
muchas prácticas de ámbitos específicos, independientemente de la eficacia y de
la realidad probada y eso no te conducirá nunca a ti mismo. Hoy vuelves a
descubrir las virtudes del silencio interior, del observador, del testimonio,
de la pacificación, de la dulzura, de ti mismo y espontáneamente comienzas a
vivir el Abandono a la Luz que es más que dejar ir. Eso quiere decir que, a
través de eso, estás listo para acceder a lo Desconocido, estás por tanto
disponible para la Verdad. Esta nueva disponibilidad que está acompañada, al
mismo tiempo –lo hayas constatado o no, porque es reciente-, del cese de querer
comprender, explicar y demostrar. Has comprendido que este mecanismo es íntimo
y te concierne a ti mismo, en soledad. En ese cara a cara, en esa aceptación
planteas las bases de tu Libertad.
…Silencio…
Continuemos.
No hay más preguntas escritas.
¿Hay alguien que quiera hablar?
Pregunta: Sí, quiero darle las gracias desde lo más profundo de mi
corazón y creo que mis hermanos y hermanas presentes desean lo mismo.
Entonces, recordad que a pesar de mi naturaleza he
vuelto; no necesito atacaros porque sois permeables. ¿Tenéis algo que
preguntar?
Pregunta: Cuando dos personas tienen las mismas iniciales, ¿su
respuesta es válida para los dos?
Pero eso no importa, yo no me fío de las iniciales.
Simplemente, el ser en el que estoy, conoce vuestros nombres ¿no?
Pregunta: Cuando se está en un estado en el que no se puede ni
levantar un dedo para hacer nada, ¿debemos dejar ir o debemos luchar?
Si el hecho de no moverte, no te permite mover un
dedo, es un requerimiento de la Luz, dejar ir. Si no es un mandato de la Luz,
es pereza. ¿Cómo saber que es un mandato de la Luz? Es muy simple, lleva lo que
está sucediendo, al corazón. No podrás equivocarte. La acción de la Luz, las
órdenes de la Luz, la llamada de la Luz, ocurren en el corazón. Ciertas formas
de llamada de la Luz, entran en contacto con las resistencias. Aquí no hablo de
hacer nada o de no levantar el dedo, sino, por ejemplo, en los problemas que
surgen, debes “actuar” para aliviar el sufrimiento y debes “ser” para dejar a
la Luz mostrarse, verse y probarse.
Los requerimientos de la Luz, como se os ha dicho,
son cada vez más intensos. A veces, estos requerimientos van a hacer que, de
golpe, sintáis, vibréis y nada más. Pero agradeced que os habéis deshecho de
las muletas. Vuestra conciencia está suficientemente expandida; es el momento
de regresar al silencio del corazón. Pero efectivamente, muchos de vosotros,
desde mi venida en 2012, vivís este proceso donde no se puede hacer nada. No se
trata de una enfermedad, no se trata de pereza, sino que son realmente, los requerimientos
de la Luz.
Así que, por supuesto, vais a decir algunos días:
“tengo que ir a tal cita, es una obligación”.
Pero planteaos la cuestión, ¿qué es prioritario, la
obligación o la luz?, ¿vuestras tareas personales o la Luz? Ya no es posible
componer. Lo veis, lo vivís; es lo uno o lo otro y van muy mal juntos; y la Luz
encuentra todos los medios en sus requerimientos y en sus llamadas para que os
sintáis tranquilos. Si la Luz necesita de vuestra inmovilidad, romperá un
miembro. Si la Luz, vuestra eternidad tiene necesidad de cortar la esfera
sensorial, se obstruirán los oídos, los ojos se hincharán, la boca tendrá
accesos y la nariz se quedará atrapada; lo uno detrás de lo otro hasta que
comprendáis.
Así que, como he dicho anteriormente, es un mal por
un bien, un mal para la persona y un bien para la Eternidad. No creáis y,
además, no podéis creer más que porque haya Luz, todo será bello para el saco
de alimentos. Para la luz falsa, es la verdad, pero para la Luz verdadera, es
todo salvo verdadero. La Luz se ocupa de vuestro Corazón, yo diría incluso, que
no tiene nada que ver con vuestros argumentos, vuestras justificaciones y
vuestras obligaciones. Eso ha llegado ahora, por la permeabilidad, a este punto
que es el punto de ruptura. Lo vivís todos y os atañe elegir. Habéis elegido
seguir la Alegría de la Luz o resistir. Pero la Luz llama realmente a vuestra
puerta y llama donde puede.
Hemos llegado a la hora límite.
Entonces, una pregunta rápida.
Pregunta: ¿Qué pasa con las piernas inquietas, las personas que
necesitan mover las piernas siempre?
No es falta de magnesio, es falta de vacío mental. A
menudo son hermanos y hermanas que son incapaces de mantener tranquila su
cabeza. Tienen siempre actividad mental y, por tanto, las piernas están sin
reposo, hay calambres, hay movimientos. El cuerpo solo refleja lo que pasa en
la cabeza donde no hay más que movimiento, no hay silencio. Necesita
proyecciones, necesita pensamientos de nuevo. Todo eso sucede en la cabeza y el
cuerpo no hace más que traducir esa agitación. También hay carencias en lo que
deseas, pero esa no es la causa, es la consecuencia y, mientras tratas las
consecuencias, la causa no desaparecerá nunca. ¿Es por falta de magnesio?, ¿es
por falta de fósforo? Es por el movimiento, es la agitación, es la luz
condensada falsificada, ciertamente, pero son los elementos más inquietos.
Por otra parte, has dicho que cuando falta calcio,
magnesio y otros minerales, tenéis problemas, pero no es más que la
consecuencia. La causa es que haría falta vaciar la cabeza con una cuchara de
todo lo que estorba dentro, de los apegos a la historia, de los apegos a la
persona y a los escenarios.
Si el mental se calma, las piernas no se moverán
más, ¿Para qué sirven las piernas? Para huir, ¿Para qué sirven los brazos, para
luchar contra otros, pero son funciones arquetípicas. Si pasas tu tiempo
huyendo por los trucos del mental, de las historias, las piernas van a huir,
mostrándote así que es el movimiento de la cabeza lo que hay que detener.
Creo que es la hora.
Entonces Bidi os agradece, He tenido gran placer en
intercambiar y os digo “bienvenidos a la Libertad”. Quizá, hasta pronto.
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