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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
MA ANANDA MOYI
18 setiembre 2012
Yo soy MA ANANDA MOYI. Hermanas y Hermanos en humanidad, presentes
sobre esta Tierra, me dirijo a ustedes a la vez como Estrella AL, como portadora
del Fuego y como iniciadora del Manto Azul de la Gracia. Yo les ruego que se
sirvan acoger mi Amor (que es vuestro) y permitirme estar a vuestros costados.
Vengo, de algún modo, a completar lo que les ha sido comunicado por HERMANO K
durante una de sus últimas intervenciones concerniente esa problemática esencial
que debe ser la vuestra en lo sucesivo, que es: “¿Quién son ustedes?”. Entonces,
como siempre, voy a hablarles lo más simplemente posible, no de lo que ustedes
son (porque ustedes solos pueden descubrirlo y serlo) sino, más bien, llamar
vuestra Atención sobre lo que ustedes no son.
Como eso les ha sido explicado (y quizá como ustedes lo han vivido),
más allá de la personalidad que representan sobre esta Tierra, más allá incluso
de vuestra historia sobre esta Tierra, de vuestras encarnaciones, de vuestras
reencarnaciones, existe algo que ustedes son, mucho más allá de vuestras vidas,
mucho más allá de lo que sucede cuando fallecen y regresan después. Ustedes son
ante todo ese Absoluto. Son, ante todo, una conciencia, libre de experimentar,
de viajar. Una conciencia Creadora de sí misma. Y son, ante todo, Luz y Amor.
Entonces, desde luego, decirles esto no basta, pero ya permite, si les parece
bien, definir que ustedes no son nada de lo que puede caer bajo los sentidos. No
son nada de lo que puede aparecer y desaparecer sobre este mundo. Son mucho más
grandes que eso, mucho más vastos que en vuestros sueños más locos. Pero eso,
hay que vivirlo, aquí, encarnado, volver a llevar a la Conciencia (volver a
llevar en una forma de memoria que no es una) vuestra Eternidad. Despertarse,
revelarse y sobre todo Liberarse de las trampas de la personalidad. Entonces,
desde luego, existen numerosas etapas que les han sido largamente descritas y
que quizá las han vivido largamente y recorrido.
Pero, hoy, el llamado de la Luz les pide muchos más que eso. Les pide
encontrar vuestra Herencia. Lo que ha estado siempre aquí, lo que es
independiente, de algún modo, de este cuerpo, de esta vida, de estas vidas y que
sin embargo anima este cuerpo, esta vida y estas vidas; un ser de beatitud, una
conciencia que no conoce ni límite, ni restricción, ni carencia. Y sin embargo
todo lo que aparece en la personalidad que ustedes viven es, por supuesto,
ocupado, yo diría, por lo opuesto de todo eso, a través de la presencia misma
del límite de un cuerpo, a través de la presencia del límite de vuestras propias
percepciones, e incluso de vuestra propia conciencia, en esta persona. Ustedes
saben todos, que existe (y que ha existido siempre) sobre esta Tierra, seres que
han trascendido los límites de la Encarnación, de lo que ustedes podrían llamar
el karma, y que han descubierto algo que es (y que era raro e inhabitual) algo
donde se manifiesta otra cosa que, justamente, lo que es el atributo de la
personalidad que ustedes son, en la actualidad.
Es, en cierta manera, eso que ustedes pueden encontrar. Es, en cierta
manera, lo que ustedes pueden ser, desde ahora, desde el instante donde, en
algún lugar, renuncian, no a la vida desde luego, sino a las ilusiones y a los
apegos de este mundo. No volveré sobre esto porque la mayoría de las enseñanzas
(de donde vengan) han dado, de diferentes maneras, esos elementos. Han sido
llevados a vuestra sagacidad, a vuestra interrogación y a vuestro
cuestionamiento. Vivir lo que está más allá de lo que es limitado, mientras
quedan en lo limitado, da a vivir una Conciencia que no es ordinaria.
Ciertamente, ustedes han hecho las experiencias, han vivido los estados y está
muy bien así. Pero, ahora, hay que ir más lejos. Hay que descubrir
verdaderamente quién Son ustedes, revelarlo, de algún modo, a vuestra conciencia
ordinaria.
Ahora bien, esta revelación no puede hacerse, para la mayoría de
ustedes, más que cuando hay una desaparición o una ocultación de lo que ustedes
creen ser, en el sentido de una persona y de una vida que está inscrita aquí,
donde ustedes están. Eso no es una dimisión de esta vida, de este cuerpo, sino
una trascendencia total. Diversos nombres han sido empleados: Transfiguración,
Resurrección, Transubstanciación. Por mi parte, yo hablaría de Shantinilaya y
también del Manto Azul de la Gracia. Porque, cuando ustedes recurren a nosotros,
cuando nosotros estamos a vuestros lados, cuando el Manto Azul de la Gracia se
deposita sobre vuestros hombros, cuando la Onda de vida, ese néctar, sube a
través de vuestras piernas y cuando el pecho se vuelve un Fuego devorante de
Amor, entonces ustedes se aproximan muy cerca de lo que ustedes Son. Es en
particular lo que nosotros, en Oriente, llamamos el Kali Yuga, que toca a su
fin, que debe desembocar sobre lo que nombramos (siempre, entre nosotros, en
Oriente) el Satia Yuga: una nueva era, un nuevo mundo, una nueva Luz, un espacio
donde no existirá más lo que les es sin embargo habitual sobre este mundo y que
ustedes pueden ya desde este momento manifestar, concientizar, y establecerse en
este espacio de Paz, de Alegría de Tranquilidad.
Paradójicamente, y numerosos Ancianos se lo han dicho (y en
particular UN AMIGO, que tiene el mismo origen que yo, en su última vida): de
quedar tranquilos, de no hacer nada. Ese no hacer nada, una vez más, no es una
dimisión o el hecho de quedar sentado y de no moverse más, sino de una
disposición de vuestra propia conciencia, dentro de vuestra persona y de la
personalidad que ustedes creen ser, con el fin de dejar obrar, en ustedes, esta
transformación. En efecto (y ustedes lo constatan los unos y los otros), es en
los momentos donde están alineados, en los momentos donde se recogen de una
manera como de otra, que pueden vivir ciertos estados que son no ordinarios, no
habituales. La repetición de esas experiencias y de esos estados debe
aportarles, si ya no ha sido hecho, la confirmación que hay, efectivamente, otra
cosa que lo que ustedes llevan en el espacio de esta vida. El Manto Azul de la
Gracia, la Onda de Vida, el Supramental (cualesquiera sean los nombres y los
emplazamientos de lo que se desarrolla y se despliega en ustedes) los ha
conducido, a vuestra manera, a vuestra medida, a vivir ciertas cosas. Ellos han,
de algún modo, modificado los fundamentos mismos del desarrollo de vuestra
vida.
Hoy, hay que ir más lejos, más lejos dentro de ustedes, más lejos en
“¿quién son ustedes?, “¿quién son ustedes, en Verdad?”. ¿Quién son ustedes?
Cuando les decimos, permanentemente, que ustedes son Amor, Luz, Ilimitado, que
ustedes son la totalidad de lo creado y de lo increado, que ustedes son lo que
ustedes buscan, hay, desde luego, una Verdad fundamental que no es una creencia
que adoptar, sino algo que revelar. De esta revelación deriva, desde luego, el
hecho de ser Liberado, de no estar más encadenado a las percepciones ligadas a
los sentidos, a las percepciones ligadas a un cuerpo, a una historia, a una
sucesión de historias, sino más a un principio trascendente que es Amor, Luz. El
Amor Luz es un estado de éxtasis permanente. El Amor Luz es un estado que nada
más puede venir a alterar. Ese estado conduce, más allá de todo estado, a lo que
ha sido nombrado Absoluto, Último, Parabrahmán. Este Último, que no hay que
concebir como una terminación sino, más bien, como algo que, efectivamente, es
inmutable y que permite, justamente, y sirve de base, al mismo tiempo, a la
manifestación de lo efímero, la manifestación de lo que ustedes nombran la vida,
de vuestros sentidos, de este cuerpo, de las interacciones que ustedes llevan en
los diferentes sectores de vuestra vida. Pero la Vida no es esta vida: ella es
solo un elemento.
La vida es mucho más vasta que lo que les es dado a percibir, a
imaginar, a soñar. Es muy difícil imaginar, incluso, que ustedes puedan ser
independientes de toda forma, independientes de toda Dimensión, independientes
de toda percepción. Los modos y los mecanismos de funcionamiento, sobre este
mundo, son muy limitados, son dependientes, desde luego, de la conciencia misma.
Son dependientes de vuestros sentidos. Son dependientes de vuestras ideas, de
vuestros pensamientos, de lo que ustedes pueden definir como los objetivos, las
metas. Pero todo eso no tiene más que un tiempo. El que se nombra aún BIDI los
ha movido para llamarlos a descubrir, más allá de la apariencia, lo que ustedes
Son. Entonces, la dificultad proviene por el hecho de que hay que descubrir eso
en este cuerpo, hay que descubrir eso, Aquí y Ahora, como lo decía el Arcángel
ANAEL: lo que ustedes Son. Y descubrir lo que ustedes Son, es descubrir,
justamente, lo que siempre ha estado ahí, lo que nunca se ha movido, lo que
nunca se ha desplazado, lo que nunca se ha manifestado en la encarnación, nunca
ha nacido y nunca ha muerto. Y eso es el Amor. Eso es la Luz. Eso es la única y
Última Verdad. Hay testigos. Las experiencias que ustedes han llevado son los
testigos de vuestra proximidad, los testigos de esta revelación que está en
curso. Pasar la Puerta Estrecha, es efectivamente renunciar a todo lo que tiene
un tiempo, a todo lo que existe únicamente sobre este plano, definido, yo diría,
por las leyes de este mundo y no por la ley del Amor.
Como ustedes lo saben todos, todas las religiones y todos los seres
que se hacen estas preguntas sobre ellos mismos, ponen siempre delante el Amor y
la Luz, pero ¿cuántos de entre ustedes se han vuelto ese Amor y esta Luz? Hoy,
están llamados, al fin del Kali-Yuga, a volvérselo y eso es una sorpresa para
los que no lo han tocado o aproximado. Y eso es profundamente natural. Son justo
las resistencias, ligadas a vuestra presencia misma sobre esta Tierra
(resistencias ligadas a los miedos, a todos los apegos, a todos los
condicionamientos que son creados por ustedes mismos, pero también por todas las
interacciones que existen entre ustedes y en todos los sectores de vida), que
los hacen considerar como un ser separado, separado del vecino, separado del ser
amado. Porque ustedes son dependientes de una forma y de sus capacidades, porque
vuestra conciencia está, de algún modo, insertada ahí. Y hay, a través de esta
inserción, una costumbre, yo diría, una costumbre y un alejamiento de ustedes
mismos donde lo que ustedes Son, en Verdad, no puede aparecerles, no puede
revelarse justamente mientras todo lo que hace vuestra conciencia y vuestra
vida, esté dirigido hacia lo que viven.
La dificultad es de no comprender la palabra como una necesidad de
renunciar a lo que sea exterior a ustedes. La única cosa que ustedes tienen que
manifestar como renunciamiento, es ese renunciamiento a la ilusión, ese
renunciamiento a lo efímero, pero, sin embargo, no encontrarán, renunciando a lo
que sea, lo que ustedes Son, en Verdad. Entonces, ese renunciamiento no puede
concernir de ninguna manera todo lo que ustedes definen como exterior y lo que
yo defino, con ustedes, como exterior: sea vuestra profesión, sean vuestras
ocupaciones, sean vuestros hobbies o vuestras actividades espirituales, eso no
cambia nada, porque todo eso no son más que manifestaciones exteriores. La
dificultad, para la conciencia que está encerrada, para todos nosotros, es
realizar lo que somos más allá de toda manifestación exterior. Mientras seamos
dependientes de los sentidos, no vemos lo esencial. Mientras somos afectados por
los sentidos, por nuestras percepciones, por nuestras interacciones, no podemos
ver, en Verdad, lo que somos, porque lo que nosotros somos escapa
definitivamente a los sentidos, a la mirada e incluso a la
conciencia.
Esto puede parecer paradójico porque efectivamente todo el mundo
considera, a priori, que la conciencia puede ser diferente, ella puede estar
separada, puede estar efectivamente Unificada, puede ser divina, espiritual,
puede estar ligada al Espíritu, a la inmensidad de lo creado y de lo increado.
Pero ustedes son todavía mucho más que eso. Eso no puede ser concebido, eso no
puede ser imaginado, eso no puede incluso ser una Vibración, puesto que eso es
justamente la desaparición de la conciencia misma, pero no como un fin, no como
una aniquilación, sino una desaparición de la ilusión por una aparición en la
Verdad. Eso sucede aquí. El Manto Azul de la Gracia, las Comuniones que tenemos
(y que nosotros estableceremos, cada vez más, con ustedes), les darán a vivir
esta no separatividad, esta ausencia de distancia. Y es gracias a esas
experiencias que tendrán quizá la posibilidad de aproximarse, antes del fin del
Kali-Yuga, de esta Verdad y de revelar lo que ustedes Son.
Entonces, ¿quién Son ustedes? Ustedes Son la totalidad de lo que
perciben. Ustedes Son la totalidad de lo que ven. Ustedes Son la totalidad
incluso de lo que no pueden pensar, ni incluso concebir, ni incluso
concientizar. Entonces, dicho así, eso puede parecer abstracto para el que no lo
vive. Pero hay una puerta, una Puerta Estrecha y esta Puerta Estrecha, conduce
al Amor, a vivir el Amor, no como algo que sería un ideal, sino más bien como
Verdad Última de lo que ustedes Son. Y vivir eso, Ser eso, más allá de todo ser,
es vivir este éxtasis permanente que yo viví y que numerosos seres han vivido, o
por intermitencia, o de manera permanente, estando sobre esta Tierra. El trabajo
de la Ascensión de la Tierra, es vuestro trabajo, en definitiva. Cuando,
nosotros, orientales, en nuestras encarnaciones, les decimos que este mundo es
Maya, ilusión, una cosa es decirlo, completamente otra cosa es vivirlo en
conciencia, y más allá de la conciencia. Nosotros les hemos liberado (y ustedes
se han liberado) un cierto número de elementos. Todo eso les es conocido, no
volveré sobre eso. Desde las Bodas Celestiales, desde la activación de lo que es
nombrado Chakra, Kundalini, Corona Radiante, lo que es nombrado también el
Supramental, lo que viene del Plano de la Città o todavía lo que nace a nivel de
los pies (de lo cual hay pocos rastros en los escritos y que lleva un nombre sin
embargo y que ha sido llamado Onda de Vida u Onda del Éter, Néctar de Vida).
Pero poco importan los nombres, no son más que nombres: ustedes Son todo eso a
la vez.
Numerosas Estrellas les han aportado su testimonio de su última
encarnación, algunos Ancianos también. Les han dicho todos que es desapareciendo
de sí mismo, borrándose de sí mismo, que pueden descubrirse y revelarse.
Entonces desde luego, para la conciencia ordinaria, separada (e incluso para la
conciencia Unificada), es muy difícil soltar el sentido de una identidad y el
sentido mismo de la conciencia. Y sin embargo, la solución no puede estar más
que ahí, no existe en otro lugar. Todo el resto no son más que experiencias y
desarrollos, sean temporales o no temporales, es decir fuera de este mundo. Pero
ustedes son mucho más que eso. Todo lo que aparece a los sentidos, una vez más,
no es más que una proyección de vuestra propia conciencia. Entonces, numerosos
ejemplos han sido tomados y han sido explicados, sea para la conciencia Turiya
de la Unidad, sea para el Absoluto, el Parabrahmán: es evidente que ustedes
están ahí y estarán siempre ahí, incluso cuando duermen y no tienen ningún
recuerdo. Sin embargo no están ahí, el mundo desaparece (como eso ha sido dicho)
y al día siguiente, ustedes reaparecen. Se insistió sobre ese momento particular
que es el despertar de la mañana o todavía los momentos de vuestros
Alineamientos, de vuestras meditaciones, de vuestras oraciones (cualesquiera
sean las palabras que ustedes pongan), en los momentos donde vuestra conciencia
no está más vuelta y dirigida hacia la actividad de la persona que ustedes creen
ser (que eso sea una actividad de las más ordinarias como las más maravillosas
de este mundo): es el momento donde ésta se interrumpe que ustedes descubren la
Verdad de lo que Son. Entonces desde luego, hay un impulso que yo calificaría de
colectivo: Es el momento, desde luego, donde nada más de este mundo proyectado
no será más que apariencia: es la inmersión en la Luz total.
Entonces, desde luego, ha habido numerosos profetas (en Oriente, en
Occidente, en Extremo Oriente y en todas partes) que han hablado de un momento
particular, de un momento donde la conciencia se detiene, de un momento donde no
habrá más ni Luz, ni noche, pero habrá lo que la conciencia separada podría
llamar un Vacío, un espacio donde no hay nada donde agarrarse, un instante donde
no hay más ni tiempo, ni espacio, ni referencia, ni cuerpo. Entonces, desde
luego, este pasaje de esta Puerta Estrecha, esta Resurrección, esta Crucifixión,
es vivida de manera más o menos difícil y la manera de vivirla depende
únicamente (y ustedes lo saben a través de numerosas enseñanzas) de la manera en
la que ustedes son víctima, yo diría, de vuestros apegos. No hay que comprender
el apego como una atadura que romper, sino como lo decía BIDI, como algo que es
para ver claramente. Ver las líneas de depredación, ver los lazos, cualesquiera
sean: que ustedes los nombren familiares e incluso si son los más felices,
incluso los más exitosos y los más perfectos para ustedes, los más
estabilizados. No son más que lazos, no son más que dependientes de la ilusión
de este mundo y de la proyección de cada uno. Hay proyecciones que se encuentran
y eso da un lazo, sea afectivo, sea ligado a una competencia profesional o a una
amistad, es exactamente el mismo principio.
Cuando nosotros les decimos también que estamos, todos, en ustedes,
como ustedes Están en nosotros, hay también una gran parte de misterio, a ese
nivel, porque la conciencia, en ningún momento, puede aprehender que ustedes
pueden ser, al mismo tiempo, la brizna de hierba, el viento que sopla, el Sol,
La Fuente misma, el conjunto de los Universos, el conjunto de los Multiversos,
el conjunto de las Dimensiones y el conjunto de las conciencias exteriorizadas y
manifestadas. Porque lo que une todo eso (que no existe y que permite esta
manifestación), es justamente este Absoluto y este Amor. Sin Amor, sin Luz,
ningún mundo podría aparecer. Y sin embargo esta aparición es una
exteriorización, incluso la más feliz. Hoy, tienen que ver eso. Y ver, como yo
les he dicho, en ningún caso puede hacerse con los ojos, porque todo lo que es
visto con los ojos llama a una distancia, llama a una separación. Entonces,
desde luego, como eso ha sido explicado también, y como muchos de entre ustedes
lo han vivido, hay otra visión que es la visión etérica. Como diría nuestro
querido Comendador y Vuestro Comendador (Nde: O.M.AIVANHOV): hay un segundo
tarro, pero ¿qué es ese segundo tarro? Otra ilusión, más sutil, más interesante
y quizá más cautivante para los que han tenido acceso, donde las leyes son más
ligeras, pero hay todavía leyes. Ahora bien, el Absoluto no es una ley, es un
estado de hecho.
El Absoluto y el Último, ese Parabrahmán, pasan de toda ley. Las
leyes están ligadas a la encarnación, las leyes están ligadas a la disposición
de lo que ustedes nombran Dimensión. Pero más allá de las Dimensiones, hay algo
que conlleva el conjunto de las Dimensiones, el conjunto de los posibles y, yo
diría incluso, el conjunto de los imposibles. Entonces, eso ustedes no pueden,
efectivamente, representárselo, ni incluso imaginarlo. La única manera de
vivirlo, es desaparecer. Esta desaparición no es ni una muerte ni el hecho de
romper o de vencer los lazos, cualesquiera sean, sino simplemente de colocarse
en alguna parte. Alguna parte donde no hay ninguna interacción. Alguna parte
donde no puede haber ni sufrimiento ni placer. Alguna parte donde no hay
sentidos. Alguna parte donde no hay percepción. Alguna parte donde no hay idea.
Alguna parte donde todo está inmóvil, nada se mueve y sin embargo todos los
movimientos están comprendidos. Todo parece partir de ese Centro, pero el Centro
está en todas partes. Ustedes ven, no hay definición. Entonces (como les decía
BIDI, aún, hace poco tiempo), en esta noción de olvidarse de sí mismo, en esta
noción de refutación, hay un principio fundamental pero que ustedes no pueden
ver.
La única cosa que ustedes no pueden ver, es ustedes mismos. Todo lo
que ven es exterior de ustedes mismos y no tiene existencia más que porque ha
sido soñado por otras conciencias que se han, ellas también, exteriorizado. Esta
noción de a-conciencia no es una aniquilación, incluso si, efectivamente, del
punto de vista de la personalidad, es una aniquilación. Pero son ustedes quienes
tienen la entera Libertad de decidir de quedar sometidos a las leyes (incluso si
ustedes las han elegido) o de liberarse de toda ley, a fin de ser Libre y a fin
de descubrir Vuestra Esencia, más allá de toda percepción. El Manto Azul de la
Gracia, y sobre todo nuestra Presencia a vuestros lados, están ahí para eso.
Sabemos (porque nosotros lo vivimos con ustedes) que muchos de ustedes nos
perciben y esta Presencia no es una Presencia que utiliza el mental, no es una
Presencia que va a hacerles discursos, sino es una Presencia amante, es una
Presencia que los invita a ese Pasaje, que los invita a esta Resurrección. Es
una Presencia que les muestra que no hay ninguna separación y esta Presencia se
las arregla sin palabras. Es simplemente un Resplandor, es simplemente un
contacto que puede desembocar si ustedes lo aceptan, en los mecanismos que han
sido nombrados Comunión, Fusión, Disolución.
Y es (en esta Disolución) precisamente cuando ustedes aceptan de no
ser este cuerpo, igual que aceptan no ser ese Manto Azul que se deposita sobre
vuestros hombros (incluso si eso puede inducir dolores o alteraciones de la
percepción de algunas partes de vuestro cuerpo) que es la única manera que
tienen de darse cuenta que ustedes existen independientemente de tal parte de
vuestro cuerpo, que existen independientemente de las relaciones de las que
están acostumbrados en el juego de las personalidades de esta vida. Entonces,
poco a poco, por toques sucesivos, van a descubrir ciertos estados, descubrir
ciertas experiencias, vivir ciertos Samadhi. E incluso todo eso (como BIDI les
ha dicho, en un momento dado), hay que aceptar dejar todo, hay que aceptar
renunciar a esas percepciones, a esta Conciencia, para descubrir que ustedes
existen, fuera de todo cuerpo, fuera de toda Dimensión y que esta existencia es
la verdadera “quien yo soy”. Y es ahí que está esta Morada de Paz
suprema.
Porque encontrando eso, encuentran lo que ustedes Son, lo que han
sido siempre y lo que serán siempre, independientemente de este cuerpo,
independientemente de las proyecciones y de las relaciones que pueden estar
establecidas, aquí sobre este mundo donde ustedes están. Eso es muy exactamente
lo que llega pronto y cuando digo pronto, les hablo en términos humanos, porque
eso llega a nivel colectivo y el conjunto del sueño y de las interacciones de
los sueños de unos y de otros, van a disolverse, en totalidad. Porque la Luz, en
su Inteligencia y en su regreso (si puedo expresarme así), va a dejarles ver,
más allá de los ojos, más allá del Éter, el Corazón del Corazón, va a dejarlos
establecer en esta Beatitud total donde no puede existir ningún deseo, ninguna
proyección y ninguna conciencia. Es muy difícil poner en palabras lo que ustedes
Son, lo que nosotros Somos, pero es fácil aproximarse a la esencia, a través de
la Vibración, a través de la Luz misma, y sobre todo a través de la Paz, a
través de la Morada de Paz Suprema.
Todo esto (ustedes se darán cuenta, quizá, para muchos de ustedes) se
vuelve cada vez más intenso, cada vez más solícito y cada vez más acaparador, si
puedo decir. Ese es el Anuncio (para ustedes, para los que lo viven) de una
inminencia y la inminencia, es esta Revolución, esta Reversión, esta
Basculación, que va a permitirles revelar, en totalidad, esta Verdad. Durante
este período, como eso ha sido dicho, ya, piensen en llamarnos, piensen en
Comulgar entre ustedes, entre nosotros. No hay otra manera de verificar que no
hay separación. No hay otra manera de desaparecer a sí mismo, de desaparecer en
el otro, de desaparecer en el Sol, de desaparecer en los elementos. Entonces,
desde luego, para la personalidad, eso puede ser llamado un drama, eso puede ser
llamado la pérdida. Pero ¿cómo pueden ustedes perder sea lo que fuere cuando
reconocen lo que ustedes Son, lo que ustedes siempre han Sido y lo que Serán
siempre? Desde luego, hay una aprensión porque lo desconocido asusta, porque lo
desconocido representa un Pasaje, una ocultación de algo. Pero lo que se
descubre, lo que se descubre y se revela, en esta ocasión, hace desaparecer, muy
rápido, este principio de ocultación. Solo el apego y los apegos, una vez más,
son los frenos, pero los frenos que no pueden mantenerse delante de lo que
ustedes Son, en toda Eternidad. El Canal Marial, percibir el Manto Azul de la
Gracia, o percibir la Onda de Vida, así como percibir las diferentes
manifestaciones Vibratorias, los conducen a vivir una conciencia (cada vez más a
menudo, y de manera cada vez más importante) diferente.
Pero recuerden que ustedes van cada uno a vuestro ritmo y que no hay
que juzgar de cualquier progreso porque de hecho ustedes no avanzan, no
retroceden: ustedes paran de moverse, es diferente. Paran de exteriorizarse, de
proyectar. En ese momento, ustedes descubren, efectivamente (como eso ha sido
dicho hace poco tiempo), que no hay ni distancia ni separación entre interior y
exterior, y que esta visión (cómoda hasta un cierto punto) incluso, ella
también, va a desaparecer, poniendo fin a toda división, poniendo fin a toda
separación de la Conciencia, y poniendo fin a la Conciencia misma. No hay
ninguna desaparición: ustedes estarán siempre ahí. Simplemente, las
circunstancias de quienes ustedes son les aparecerán profundamente diferentes.
Pero más allá del choque y de la aprensión, la beatitud será tal, que en ningún
momento tendrán la idea incluso de volverse para atrás, en ningún momento
tendrán la idea incluso de recrear algo a nivel de una proyección de lo que sea.
Es a lo que ustedes están prometidos, es a lo que llegan: este espacio donde no
hay más movimiento, donde no hay más tiempo, donde el tiempo se confunde con el
espacio, donde no hay más cuerpos separados, no hay más conciencia otra que la
vuestra, que se apaga por sí sola y los hace abrasar (en un abrasamiento final
ligado al Fuego del Espíritu, al Fuego del Cielo) la totalidad de lo creado, de
lo increado.
El Amor es eso, el Amor es ese Fuego. El Amor no es un sentimiento.
El Amor no es solamente el hecho de servir o de mostrar a los Hermanos y a las
Hermanas lo que ustedes son, de testimoniar, sino de Irradiar este Amor que
ustedes Son. Eso pasa de palabras. Eso pasa de todo comentario. Porque, cuando
ustedes están realmente inmóviles, cuando sueltan prenda, cuando quedan
tranquilos, cuando Abandonan el Sí e incluso el sentido de todo “Yo Soy”,
entonces, en ese momento, la Verdad estalla. Estalla y hay, en ese momento, una
reconexión, un reconocimiento inmediato que hace, en ustedes, el efecto, yo
diría, de una bomba, es decir que ustedes encuentran, realmente, lo que ustedes
Son, que, de hecho, nunca había desaparecido. Recuerden que es siempre la
persona y la personalidad que busca algo, incluso a nivel de la espiritualidad.
Ustedes imaginan que hay algo que encontrar, imaginan que hay un camino,
imaginan que hay modelos, imaginan que hay un dios, imaginan que hay diablos,
imaginan que hay Sombra, pero eso no es más que el resultado de una proyección
de la conciencia.
El Amor nunca se ha movido: nunca ha tenido necesidad de crear lo que
sea. El Absoluto es eso. Imaginen que hay una fuente de donde provendría la Luz
y esta Luz les parece lejana, viniendo desde lo más recóndito de la galaxia,
emitiendo una forma de distancia, pero eso no ha sido nunca separado, nunca ha
tenido distancia. Entonces, desde luego, no son más que palabras que hay que
probar y vivir, en ustedes, no como una creencia, una vez más, sino simplemente,
aceptándolo, abandonando toda veleidad de sea lo que fuere. Es en ese momento, y
solamente en ese momento, que ustedes se vuelven Transparentes. Es en ese
momento que desaparecen, realmente (como eso puede llegarles en algunas de
vuestras experiencias), que ustedes descubren, en totalidad, la Verdad. La
Libertad está ahí: no hay otra Libertad. Todo el resto no son más que libertades
temporarias que no merecen llevar el nombre de Libertad, puesto que están
sujetas a un principio y a un fin.
El Amor no tiene ni principio ni fin. La Luz no tiene ni principio ni
fin. No hay evolución, no hay involución, hay simplemente (como se los ha dicho
BIDI) juego de roles y de gente que, jugando esos roles, se han identificado a
esos roles. Hay un observador y, más allá del observador, están Ustedes, lo que
ustedes Son. Y lo que ustedes son es este Amor y esta Luz. Así pues si ustedes
Son eso, ¿Cómo imaginar que hay algo que buscar? Hay justamente una detención de
toda búsqueda, una detención de toda investigación, una detención de toda
veleidad de comprender, porque (como BIDI les ha dicho) ustedes no pueden, en
ningún momento, comprender lo que Son.
Hay que hacer cesar todo sistema de conocimiento porque todo
conocimiento no los acerca a nada en absoluto. Como lo decía BIDI: todo
conocimiento es solo ignorancia. Reconocer eso, es volverse el Conocimiento.
Entonces el conjunto de los elementos que son llevados a vuestra conciencia,
aquí, sobre este mundo, van a estremecer ampliamente un cierto número de
convicciones. Desde luego, ese estremecimiento de esas convicciones puede
generar aprehensiones, miedos. Es en esos momentos que tendrán que recordar que
nosotros estamos aquí. Y ustedes lo saben porque muchos de ustedes, en vuestras
noches, en vuestras meditaciones, en vuestros Alineamientos, nos sienten,
incluso si nosotros no podemos intercambiar palabras. El intercambio es mucho
más importante para la Conciencia misma. Y ustedes van a darse cuenta, poco a
poco: no van a poder hacer más diferencia entre nosotros y la Comunión con quien
ustedes establecen. En ese momento, realizarán la Fusión-Disolución. No sabrán
más si ustedes son esa personalidad, si son MARIA, si son un Arcángel, si son el
Sol, si son el viento o uno de los elementos que recorre la Tierra, porque no
estarán más identificados a lo que sea. Comprenderán, en ese momento, que, en
ese estado (que es más allá de todo estado), hay una Alegría inefable y que no
están limitados por absolutamente nada. Es a eso que son llamados, es a eso que
nosotros los llamamos, es a eso que la Luz los vuelve a llamar: Ser lo que son
ustedes, más allá de toda apariencia. Ser Amor y Luz, es eso. No perder el
tiempo, como lo diría BIDI, en las percepciones, no perder el tiempo en todas
esas manifestaciones que, sin embargo, son vividas como reales. Que vuestro
cuerpo les parezca desaparecer en uno de sus partes, que este cuerpo los haga
sufrir, o que ustedes sientan una gran Alegría al mirar una flor, el Sol, eso no
cambia nada: no son más que percepciones que desaparecerán, un día u
otro.
Lo que ustedes Son no puede desaparecer. Lo que ustedes Son nunca ha
desaparecido. Es a eso que son llamados. Entonces, sí, ¿quién son ustedes?
Ustedes no son nada de lo que perciben. No son nada de lo que piensan. No son
nada de lo que vuestra conciencia les dice. No son absolutamente nada de todo lo
que ustedes llevan a cabo en vuestra vida. Son más allá de esta vida. Son más
allá de este mundo. Son más allá de toda Dimensión. Son incluso más allá de un
origen estelar que sin embargo existe. Pero ustedes Son mucho más que eso. Hay
como una revelación y un descubrimiento y eso está en marcha, desde luego. Ella
no concierne solamente lo que ha sido llamado los Ancladores, los Sembradores de
Luz, los Despiertos, los Liberados, sino ella concierne toda la Tierra porque
hay plazos y eso, los grandes Seres les han hablado y les volverán a hablar,
como SERETI, como los Ancianos, como el Comendador. Por eso, hay que acoger todo
esto, con el alma de un niño, es decir sin interrogación, sin preguntas. Acoger
es la palabra justa porque, en la acogida, hay Transparencia. Hay la voluntad de
no retener nada. No hay más voluntad, en definitiva. Hay justo esta vacuidad,
ese hecho de quedar tranquilo y eso, no hay necesidad de meditar durante meses,
años: eso se produce en el espacio de un instante de vuestro tiempo, sobre esta
Tierra. Y eso va a volverse cada vez más evidente, para un número siempre más
grande de Hermanas y de Hermanos que están sobre esta Tierra, todavía. Entonces,
lo que ustedes Son está para vivir: no hay ninguna palabra.
Yo terminaré estas palabras para Comulgar con ustedes, si lo quieren
bien, todavía más profundamente, todavía más íntimamente, poniendo fin a toda
distancia entre nosotros. Les propongo esto porque es esto lo más importante.
Las palabras que he pronunciado no están destinadas más que a llevarlos a este
punto y este punto, está aquí donde estamos enseguida. Es aquí donde vamos a
vivir lo que somos, y que yo les propongo, y que yo deposito a vuestros pies, y
en vuestro Corazón. Entonces, si lo quieren bien, en esta Paz, acojámonos,
sobrepasémonos, disolvámonos.
… Compartiendo el Don de la gracia…
Y yo terminaré con esta frase: llegue lo que llegue a esta
personalidad, llegue lo que llegue a este mundo, recuerden que ustedes no son
nada de todo eso. En ese momento, olvídense, olvídense todo, con el fin de
encontrar la Verdad.
… Compartiendo el Don de la gracia…
Yo soy MA ANANDA MOYI. Yo soy Ustedes. Nosotros somos Amor. Somos
Uno. Somos Absoluto. Yo nos Amo. Estén en Paz y en Alegría. Bendiciones a
ustedes. Yo no los dejo. Yo quedo En ustedes. ¿Quién son ustedes?