2 de Septiembre 2012 HERMANO K Autres Dimensions
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
HERMANO K
2 septiembre 2012
Mi nombre es HERMANO K. Hermanos y Hermanas, establezcámonos, si
ustedes lo quieren realmente, en la Paz, en la escucha, y en la Vibración. En
efecto, mi presencia requiere, de ustedes, una atención y una vigilancia. Voy a
intentar, no hacerlos adherir a un punto de vista sino bien de hacerlos
reconsiderar ciertos puntos de vista, que tienen curso sobre esta Tierra. Vamos
a hablar, si ustedes lo quieren realmente, de los elementos que explican un
cierto número de elementos, calificados de espirituales, y que, sobre esta
Tierra, son muy precisamente descarriados y alterados. Esto necesita, de vuestra
parte, una escucha con el Corazón y, eventualmente, si eso no los convence, de
releer atentamente las palabras que yo habré pronunciado. Vamos a hablar de un
tema que es importante, no tanto para vuestra Liberación (que, ella, está
adquirida), sino que, yo lo espero, en este período de tiempo particular,
permitirá a numerosos Hermanos y Hermanas de rendirse a la evidencia, a la
lógica, y sobre todo, a la Verdad. El tema es, precisamente, el apego al Sí,
como cerrojo del ego espiritual.
Muchos elementos han sido asestados, con fuerza, por el que se nombra
BIDI (ndr: ver sus intervenciones en la rúbrica “mensajes para leer” del site).
Por supuesto, si ustedes viven lo que dice BIDI, la pregunta no se hace para
ustedes. Pero, tan evidente como eso, si ustedes no lo viven, es demasiado
lógico que eso plantee un problema o preguntas. Eso no plantea un problema, ni
preguntas (incluso si ustedes no lo viven), si captan, yo diría, la Vibración y
la Conciencia. Es todo muy distinto para los Hermanos y Hermanas que están
comprometidos en una evolución que está en relación con un ámbito religioso, un
ámbito espiritual, un ámbito que yo calificaría de enseñanza, de iniciático,
incluso de desarrollo personal.
El ser humano encarnado, por su punto de vista, está sometido a su
propia historia, a un conjunto de creencias, a un conjunto de organizaciones
(las quiera o no), y a un conjunto de estrategias, que han sido construidas
conforme a sus experiencias en la encarnación. Existe un desconocimiento total
de lo que puede ser la Vida, más allá de vuestro propio mundo, más allá de la
esfera astral, de la que algunos desencarnados, o aparecidos, son susceptibles
de hablarles. Hay una problemática esencial: mientras ustedes están limitados en
la percepción de ustedes mismos, fuera de este mundo y fuera de la encarnación,
no existe, efectivamente, ningún otro medio más que de creer en ciertos modelos.
Y nosotros hemos pasado todos por ahí. Que esos modelos sean religiosos, que
sean más ocultos, o iniciáticos, o esotéricos, se basan todos sobre dos palabras
claves, que son la fe y la creencia. Y sobre los principios ocultados que
subyacen este mundo, a través de un principio de causalidad, en su sentido y su
aceptación la más amplia. De la misma manera que existe un sistema de enseñanza,
llamado educación, que no apunta a nada más que a formatearlos según las reglas
establecidas a nivel social, existen, de la misma manera, las “autoridades” (y
yo pongo este término entre comillas) espirituales, sensatas a presentarles un
cierto número de elementos que van, por lo menos, a explicar vuestra vida. Y
hacerlos espejear, o creer en una evolución, una transformación, dentro de este
mundo, permitiéndoles acceder, más tarde, a algo que será posible, cuando
ustedes habrán depurado suficientemente las problemáticas personales, vuestro
karma (o toda otra cosa, según el modelo religioso o el modelo
espiritual).
Todo el mundo conoce, desde luego, el principio de la existencia de
un cuerpo, de una personalidad, eventualmente de un alma (de la que nada puede
ser conocido, ni visto, ni distinguido, ni pesado, ni medido), y mucho más
lejos, un espíritu, que sería, de algún modo, el Atman, el principio de Unidad,
del que cada conciencia humana vendría, y a donde ella debe volver, después de
un trabajo de purificación, de conocimiento y de evolución. Desde luego, ninguna
de esas enseñanzas, ninguna de esas religiones, está capacitada (y eso es
demasiado lógico) para hablarles de otra cosa que de este mundo, que de
promesas, que de porvenir. Si ustedes miran atentamente (y cualquiera sea la
enseñanza: religiosa, filosófica, o espiritual), no existe nunca descripción de
otra cosa que de los mundos intermedios, llamados astral o, según las
tradiciones, el Bardo Thödol por ejemplo (el Bardo, que es ese mundo intermedio
donde pasarían una temporada las almas, antes de reencarnarse). Desde luego, se
les va a hablar de mundos que son similares y superponibles al mundo del humano,
con las ciudades llenas de luz, las disposiciones de mundos que no
son diferentes al de la Tierra, sin embargo, con un sentimiento de coloración y
de ligereza muy importante. Los seres que pasan una temporada en esos espacios
(cualesquiera sean los nombres que ellos les han proporcionado a sus
residencias) están persuadidos de deber trabajar para llevarlos a ustedes a
vivir, como ellos, en esos dominios etéreos, donde las reglas de vida serían
sensiblemente las mismas que las que existen en este mundo. Pero despejadas de
todo lo que puede caer, de manera evidente, bajo los sentidos, para el humano en
encarnación, a través del sufrimiento, las enfermedades, y todas las anomalías
de esta sociedad, dicha moderna.
Pero ustedes observarán que, tanto el Buda, como las religiones, en
su conjunto, como los modelos iniciáticos más recientes, ninguno es capaz de
hablarles de lo que hay detrás de esas construcciones de luz. Y eso es muy
lógico porque la mayoría de la gente que ha estado encarnada y que se presenta,
hoy, como los maestros nombrados ascensionados, o que se presentarían como los
seres Realizados, y que se proponen ayudarlos para vivir una transformación
Terrestre apuntando a mejorarlos, consideran pues, ya, que ustedes son
imperfectos. Y que hay en ustedes (sin explicárselos) algo, que formaría parte
de la evolución de la conciencia, que les permitiría encontrar el Espíritu.
Ahora bien, si este Espíritu es ya perfecto, ¿qué explica (o motiva) un
principio que los haría encarnar en un mundo limitado? ¿Qué habría que
experimentar, que abonar, que mejorar, si desde el punto de partida, se
considera (y ellos lo consideran) que el Espíritu es perfecto? Ahí, está la
pregunta fundamental. ¿Qué puede justificar que absolutamente ninguna religión,
absolutamente ningún modelo iniciático, es capaz de hablarles, de explicarles,
clara y simplemente, lo que representa la Vida a nivel del Espíritu? Y yo no
hablo incluso, en ese nivel, del Absoluto, de la Conciencia Unificada totalmente
a LA FUENTE, a los estados multidimensionales.
Existe pues un serio problema, a ese nivel. Tanto más cuanto que,
cualquiera sea el modelo, religioso o iniciático, ustedes tienen siempre que
vérselas con una “autoridad”, dicha superior, depositaria de una autoridad, de
un poder, o de una ascendencia sobre ustedes, que pretende guiarlos, y
dirigirlos hacia algo mejor, con la condición, desde luego, que ustedes sigan lo
que es dado, a condición de que ustedes se conformen a su punto de vista. Y eso
es aceptado por el humano, de manera (yo diría) general, sin que nunca llegue a
hacerse la pregunta de: ¿por qué el mundo, más allá de este mundo, sería
perfecto? Y ¿por qué el alma estaría sujeta a un principio de evolución (de
mejora, de karma, cualesquiera sean los nombres que ustedes quieran darle) para
encontrar lo que era, de hecho, su origen y su punto de partida? ¿Qué habría que
ganar, que habría que adquirir para encontrar ese estado original? Y ¿quién es
responsable de la pérdida de este estado original, de esta originalidad, que
hace que la Conciencia sea independiente, desde luego, de la carne?
Entonces, desde luego, se les va a hablar, y hacerles espejear un
principio de evolución, un principio de amor, un principio de paraíso (y de
infierno, desde luego, que le es el corolario), y se les va a presentar un dios
creador, que ha creado al humano y que ha creado la conciencia humana. Desde
luego, el mundo, tal como ustedes lo viven, ha visto la degeneración de algunas
de estas creencias, en particular las creencias religiosas, basadas únicamente
en la fe y la adhesión (sin discusión y sin contestación posible) a un dios
creador y vengador, que vendría a salvarlos o a castigarlos (es según, según los
períodos y según las épocas). Eso ha sido reemplazado, desde el comienzo del
20º. Siglo, por un cierto número de enseñanzas apuntando a hacerles conocer las
leyes del alma, los principios de la encarnación. Prometiéndoles un estado de
felicidad, después de una evolución, y después de la comprensión de sí mismo.
Pero ese sí mismo, desde luego, no tiene en ningún caso la comprensión y la
vivencia del Espíritu, sino más bien, de hacer aceptar que las leyes del alma
van a condicionar la experiencia de la encarnación, de la vida, a lo largo de
una sucesión de aprendizajes, nombrados vidas anteriores que van a sucederse y
que van a llevarlos a una forma de liberación de la encarnación. Desde luego,
estas enseñanzas son reales. Son retransmitidas, relevadas, de diferentes
maneras, y en particular, a través de una enseñanza que sería o telepática, o
canalizada, viniendo de esas esferas, y dándoles los elementos permitiéndoles
bonificarse, mejorarse sobre vuestro camino terrestre, y por tanto, de
evolucionar hacia un porvenir mejor. No obstante sin hablarles (omitiéndolo,
voluntariamente, de hablarles) del Absoluto, de hablarles de la Última
Presencia, y de los estados de Samadhi que no dependen de ninguna circunstancia
anterior y, todavía menos, de ninguna evolución supuesta.
Desde luego, hay una propensión, en el ser humano, a someterse
siempre a una autoridad. Y eso se manifiesta desde el nacimiento, a través del
modelo educativo parental, y además escolar, a continuación. Y esto continúa,
desde luego, a través del principio de aprendizaje, a través del principio de
educación, donde hay un maestro, después los profesores. Y el conjunto de la
sociedad está pues construida según un principio piramidal, que yo nombré
principio de organización (ndr: ver su intervención del 20 agosto 2012), donde
obedecen un cierto número de estrategias, donde existe siempre un ser humano,
consciente, que se supone ser vuestro superior, por su conocimiento, por su
iniciación, por su espiritualidad, o de manera muy legal. Este principio de
autoridad es un principio jerárquico piramidal. Mientras ustedes consideren que
existe un maestro, cualquiera sea, están sometidos a esta autoridad, lo quieran
o no. Hace algunas semanas, hemos hablado de las líneas de fuerza que drenaban,
literalmente, la energía vital de los cuerpos y de las almas, en beneficio de
los que les presentan esas leyes sociales, esas leyes espirituales, vuestro
superior jerárquico (ndr: sus intervenciones del 20 y 24 agosto 2012). Y eso va
muy lejos, puesto que concierne (yo diría) al conjunto de las relaciones
humanas, que se escapan, por el instante, más allá del simple reconocimiento, de
la simple comunicación o de la simple relación.
El problema de la libertad, es que no existe ninguna Libertad dentro
de lo conocido: esta libertad se expresa dentro de un marco preciso, cualquiera
sea el marco, sea familiar, social, e incluso espiritual. Mientras que exista un
marco, ustedes no pueden pretender la Libertad. Esta libertad está condicionada
al marco, puesto que ella no puede manifestarse más que al interior de ese
marco, y exclusivamente, al interior de ese marco. Si ustedes miran, realmente,
la estructura de la sociedad, si ustedes miran, realmente, la estructura de la
religión, la estructura de todo grupo social, ese principio jerárquico está
omnipresente. Entonces, desde luego, a nivel espiritual, hay una palabra que va
a regresar todo el tiempo, es la palabra amor. Y desde luego, este amor está
puesto como dogma, está puesto como conducta, como manifestación de un cierto
número de elementos, que van, de algún modo, a oponerse al principio de la
personalidad. Y así se pone en marcha todo un principio de culpabilidad, con
respecto a vuestra personalidad, y con respecto a lo que sería deseable de
cambiar, para volverse un ser de amor y un ser ascensionado, y si es posible, un
maestro. Tomar el lugar del maestro. Y eso les es presentado como una evolución
totalmente normal, sin que nadie pueda aportarles la prueba más formal que eso
exista, y que eso los conduzca o eso pretenda conducirlos.
Desde luego, existen leyes sociales, energéticas, afectivas, de
creencias y de fe, que van (en una cierta medida) a permitirles vivir algunos
elementos, que van a hacerles aparecer los muros de la prisión un poco más lejos
de lo que son, en realidad, y darles la impresión de una ampliación de la
conciencia. Mientras ustedes estén sometidos a un principio de autoridad
exterior, mientras estén sometidos a una creencia (incluso si ésta es
perfectamente estructurada, y sobre todo en el plano espiritual), mientras que
ustedes estén sometidos a una autoridad exterior a lo que ustedes Son, en
Verdad, no pueden pretender ninguna Libertad. La estratagema está muy bien
hecha. Va a consistir en hablarles de amor y de luz, y alimentar, de algún modo,
vuestra alma, dándoles las leyes de evolución del alma dentro de la
personalidad: eso se llama el karma. Pero yo espero que ustedes comprendan y
acepten, hoy, que el karma no concierne más que la personalidad, que se
reencarna de vida en vida, incluso si ella no tiene el recuerdo, incluso si ella
no tiene la presciencia.
Así va este mundo, donde todos los principios de organización, de
estructuración y de evolución, les son, de algún modo, vendidos como
ineluctables, inexorables. Y donde la persona no podría, en cierta manera,
transgredir esas leyes, que han sido establecidas por “yo no sé quién”. Mientras
ustedes estén sometidos a eso, en ustedes no se puede plantear la interrogación
última, no se puede plantear, en ustedes, la necesidad de Libertad, la sed de
Libertad. ¿Qué haría que un sistema social, espiritual, organizacional, o
incluso ligado a la encarnación, sería limitado, en el Conocimiento espontáneo
de lo que existe del otro lado, en lo que existe más allá de los mundos de la
encarnación? Desde luego, nadie puede responder a esta pregunta. En toda lógica,
se los hace tentar con un amor (para mañana), se los hace tentar con el karma
(que hay que mejorar), y se los hace tentar con que el ser humano es imperfecto,
que el ser humano debe cambiar, si quiere esperar un mundo mejor y vivir de
manera mejor. Pero ¿quién, entre estas enseñanzas, entre estas creencias, les
habla del Mundo de más allá? Si no es más que en palabras cubiertas, como por
ejemplo lo hizo El CRISTO, como por ejemplo hizo Buda, o todavía, algunas
enseñanzas tradicionales (que ustedes encuentran, por ejemplo, y eso no es más
que uno solo, entre los sufís). Mientras exista el menor principio de autoridad,
mientras exista la menor sumisión a un dogma, mientras exista la necesidad de
ajustarse a un modelo creado por el hombre, o de someterse a una “autoridad”
dicha espiritual, ustedes no pueden experimentar, de ninguna manera, lo que
ustedes Son, en Verdad, más allá de todo encierro ligado al cuerpo, al alma, o a
toda otra esfera de vida que pueda serles conocida.
Hay que por tanto de algún modo, plantear el principio del encierro.
Tienen que aceptar, por tanto, ver este encierro. No para describir los
mecanismos, no para esperar poder pelearse con las razones y las consecuencias,
sino más bien, para ver las cosas tal como ellas son. Ha existido, por el mundo,
y por todas las culturas y tradiciones, un cierto número de seres que han tenido
acceso a la Luz, más allá de toda organización, más allá de toda jerarquización,
lo que es llamado Absoluto. En efecto, eso es en número mucho más restringido
que los que han podido vivir un acceso a lo que nosotros nombrados, con ustedes:
El Sí, y el Yo Soy. El apego al Sí, es justamente, lo que ha conducido a este
principio de falsificación de un cierto número de seres, que se han mantenido en
las franjas superiores del astral, estando persuadidos de haber llegado, ellos
mismos, a la Liberación. Ahora bien, la Liberación, desde el instante donde
ustedes dejan este mundo, no puede ser sujetada a ninguna limitación, a ninguna
forma, y ninguna imperfección. ¿Qué hace por tanto que esos seres (habiendo
vivido, realmente, los procesos energéticos, los procesos de Conciencia, durante
su encarnación) se hayan encontrado, de algún modo, del otro lado de la
encarnación, estructurando los acontecimientos, estructurando las ciudades,
estructurando los mundos? Quienes, ellos también, presentan sus propias leyes,
sus propias reglas, y donde existe una sujeción a una forma (incluso si esta
forma es libre, mucho menos densa que la vuestra). ¿Qué explica que los seres y
las conciencias, humanas, hayan podido encontrarse fijadas, de algún modo,
dentro de un modelo evolutivo que es, después de todo, superponible y
similar a lo que sucede sobre la Tierra (en efecto, más ligero)? Muy
simplemente, lo que yo nombré: el apego al Sí.
La Realización del Sí, la abertura de lo que he nombrado los chakras
(y en particular, lo que es nombrado el 3er. Ojo, lo que es nombrado el
despertar de la kundalini) los lanza inmediatamente en un universo
extremadamente colorido, cuyas descripciones han sido muy numerosas. Les dan a
encontrar seres, les dan a encontrar algunas conciencias. Les dan las
referencias, donde aparecen luces, esas luces que son emanadas al exterior de
los seres, como, además, son representados en la mayoría de las imágenes,
dibujos o pinturas, han sido realizados por los que han estado en contacto con
ellos. Ellos les presentan por tanto los seres, que serían portadores de
virtudes, de funciones, de rayos, y que administrarían, en algún lugar, la vida
sobre la Tierra, y dirigirían la evolución sobre la Tierra, hacia una mejor,
hacia una civilización del amor, una civilización donde todas las reglas serían
armoniosas, y donde todos los sufrimientos de la Tierra serían mejorados,
incluso habrían desaparecido. Pero en ningún momento, una vez más, esos seres
son capaces de definirles lo que sea, más allá de sus propias esferas de
elección que se sitúan pues en las partes más altas del astral. Este era el caso
hasta hace algunos años, hasta el momento donde un cierto principio de
Disolución de la matriz astral, permitió limitar esta influencia particular de
desviación de la Luz.
La Luz es vuestra naturaleza y vuestra Esencia. Mientras exista un
sentimiento de pertenencia a una forma (incluso a través del despertar de
la kundalini, incluso a través de la activación de los chakras), ustedes quedan
tributarios de un cierto número de formas, de un cierto número de luces, que, en
ningún caso, son la Libertad. Es en ese momento, que es llamado el nivel de los
poderes espirituales, que va a manifestarse un cierto número de conciencias
(ellas también encerradas) para hacerles adherir, desde luego, a su camino.
Hacer adherir a ellos, y hacer adherir a ustedes, a todos los caminos comunes al
principio de evolución. Es, en efecto, extremadamente difícil de comprender y de
admitir, para un humano en encarnación, que no existe absolutamente ninguna ley
de evolución, en la perfección de la Creación (cualesquiera sean las
Dimensiones, cualesquiera sean los Universos, y cualesquiera sean los
Multiversos).
La ausencia de datos, la ausencia de vivencias de lo que se sitúa más
allá de esas esferas, condiciona y encierra al ser humano en un sistema de
valores y de creencias que van a llevarlo a intentar mejorarse progresivamente.
El objetivo de estas enseñanzas, desde luego, es siempre presentarles la
finalidad como si fuera dios, como si fuera el amor, y como si fuera la
fraternidad. Existe pues una sensibilidad particular, del ser humano en
búsqueda, sobre esta noción de amor, de fraternidad y de evolución. Es muy
difícil de aceptar que eso no existe, nunca existió, y no existirá nunca, fuera
del espíritu de los que las han concebido. Pero en ningún caso, eso puede
corresponder a alguna Libertad, y todavía menos, a alguna Liberación.
Cualesquiera sean las leyes observables, cualquiera sea la ilusión del tiempo
que se desarrolla sobre este mundo, los que viven el Absoluto pueden decirles:
no existe ningún tiempo y ningún espacio. Existen las formas mutables. La
Conciencia no tiene que ser atribuida a una forma fija, a un principio de
identificación, a un principio de evolución cualquiera: eso corresponde, de
manera definitiva, a un encierro.
Entonces, desde luego, mientras yo lo diga, eso no quedará para
ustedes, mientras no lo vivan ustedes mismos, en más que una creencia, aquí
también. Pero esta creencia es peligrosa, porque ella lleva al humano a hacerse
la pregunta de la Libertad, de la Autonomía, de la Liberación de lo conocido, y
sobre todo, sobre todo, de encontrarse, realmente, en el Amor. Que no es ni un
ideal, ni una proyección, ni una mejora, ni un principio de fraternidad, sino
más bien, la naturaleza misma, como ustedes lo saben, de lo que ustedes Son, más
allá de toda apariencia, más allá de toda encarnación, y más allá de todo Plano
intermedio. ¿Cómo lo que sería perfecto (desde la Esencia, desde la primera
manifestación) tendría necesidad de recorrer los mundos de la encarnación, cada
vez más denso, cada vez más sufriente, cada vez más separado y dividido, para
encontrar, un día, lo que él era, en el punto de partida? ¿Qué sería lo
adquirido, con respecto al Absoluto? ¿Qué sería lo adquirido, con respecto a la
Luz Vibral? Nadie puede proporcionar respuesta a esta pregunta, por una razón
que es muy simple: no la hay. Ustedes Son perfectos, desde el origen. Solo,
justamente, la creación de esas leyes, dichas de evolución (reflejos de las
creencias de esos dichos individuos que han realizado el Sí), los ha encerrado,
de manera todavía más sutil, a nivel espiritual, con respecto a lo que ustedes
Son, en Verdad.
El interés no es en absoluto de creer lo que yo les digo, sino más,
de verificarlo por ustedes mismos. Ahora bien, esto no puede ser verificable, y
esto no se verifica, más que si, antes, ustedes han, por vuestra Atención y
vuestra Intención, rechazado lejos de ustedes el conjunto de estas enseñanzas.
Solos el Amor, la Humildad, la Simplicidad, la Transparencia, son directamente
para hacerles descubrir la Verdad. Todo lo que les es conocido, absolutamente
todo lo que les es percibido (sobre este mundo, como sobre los Planos que yo
nombré “astral”) no tienen ninguna realidad en el Plano del Absoluto. No existen
incluso. No son más que proyecciones de la conciencia: un conjunto de
conciencias que habiendo realizado las proyecciones comunes, habiendo imaginado,
supuesto, las leyes de evolución que no existen más que en su conciencia. El
mundo es perfecto, desde el punto de partida. No hay ni expansión, ni
contracción. La ilusión de un movimiento está, justamente, ligada a la ilusión
del tiempo en el cual ustedes viven. Desde que la ilusión del tiempo y del
movimiento es creada, resulta un principio de distanciación, que va a
desembocar, por sí mismo, a la creación de un cierto número de leyes, que no
existían antes, que van a reforzar las creencias, reforzar el encierro, y
reforzar la ilusión de una evolución, y de un dominio de lo que sea.
Nuestra situación, cuando nosotros nos nombramos Ancianos, o
Estrellas, o todavía, los Arcángeles, no es más que una reunión de Conciencias,
que tienen por único objetivo favorecer vuestra Libertad, favorecer vuestra
Liberación, a fin de hacerlos cesar de creer, o de adherir, a lo que se les
puede sugerir. La única manera que nosotros hemos encontrado (que eso sea dentro
del Cónclave de los Ancianos y de las Estrellas, que eso sea dentro del Cónclave
Arcangélico, como dentro de la Confederación Intergaláctica de los Mundos
Libres) ha sido llevar vuestra conciencia sobre la noción de Vibración, sobre la
noción de Conciencia Vibral, hasta llevarlos al punto que ustedes conocen, que
es la Liberación de la Tierra, el nacimiento de una Onda particular, nombrada
Onda de Vida. Esta Onda de Vida ha sido descrita, de manera extremadamente
velada, en las enseñanzas originales y primordiales, teniendo en cuenta una Onda
que se propaga, efectivamente, desde los pies, y que permitía de unirse, de
manera definitiva, a la Tierra. No según los principios, viciados y alterados,
donde desde que un ser humano quiere escapar del condicionamiento, cualquiera
sea, se le dice que no tiene los pies sobre la Tierra: los pies están sobre la
Tierra, las Raíces están en el Núcleo Cristalino, y en ninguna otra parte. La
recuperación de vuestras verdaderas Raíces los abre al Absoluto, y los hace
vivir el Último estado, más allá de todo estado.
Mientras que eso no ha sido concientizado, vivido, y actualizado,
ustedes permanecen sometidos al principio del encierro, cualquiera sea su
función. El apego al Sí es, por supuesto, hoy (como para esas conciencias que se
han encerrado, ellas mismas, dentro de las esferas astrales), el principio más
importante que superar y que trascender. El apego al Sí representa lo contrario
exactamente del Abandono del Sí. Ha sido explicado, de diferentes maneras, que
el apego al Sí, resulta, desde luego, del miedo de la Disolución, del miedo de
la pérdida de la conciencia misma (sea a nivel de la personalidad, o del Sí, que
ha sido vivido e integrado). La permanencia del Sí, y por tanto el apego al Sí,
por sí mismo, va a crear las condiciones propicias a la eclosión de nuevas
leyes, como han sido representadas por las enseñanzas que han aparecido a nivel
del 20º. siglo, y de las cuales, por experiencia, yo me desuní extremadamente
rápido. Mientras exista, por encima de ustedes, alguien que les diga lo que hay
que hacer, para ajustarlos a las leyes que han sido creadas por él mismo,
pretextando que han sido creadas por un dios hipotético, eso no haría más que
encerrarlos y limitarlos de nuevo, incluso si esta esfera no es únicamente la
esfera de vuestra vida, o de vuestra encarnación.
La Libertad y la Autonomía solo pueden encontrarse, y Vivirse, con la
condición de que ustedes renuncien, real y formalmente, a todo lo que no es
vuestra experiencia. Mientras ustedes adhieran a la experiencia de otro, ustedes
no son Libres, Mientras sigan a quien sea, no son Libres. La única Libertad, es
realizar lo que ustedes Son solos, y en esa soledad, hay el Mundo entero, las
Dimensiones en su totalidad, y el Amor más puro, el más Absoluto, el más Vibral,
que ustedes no han parado de Ser nunca. Así por tanto, como les dice BIDI, se
trata simplemente de un punto de vista. O el punto de vista se expresa a través
del cuerpo y de la personalidad, y eso da lo que se llama el ego. O se ejerce a
través del acceso a la impermanencia del Sí, a la inmanencia del Sí, a la no
separación de la Conciencia unificada (llamada Unidad, o Sí, o Yo Soy), que es
ya, desde luego, para el que no lo vive, un objetivo que podría calificar de
mágico o de magnífico (pero eso no es, en ningún caso, una finalidad).
Mientras exista este apego al Sí, el principio de encierro está
siempre presente. Hay, de algún modo, la vivencia de la Conciencia Vibral de la
Unidad: la Conciencia percibe, en ese momento, que no está separada, como ella
lo creía dentro del ego. Percibe las ondas, percibe las energías, percibe la
apertura de los centros energéticos, realiza el Sí, pero sin embargo, eso no es
la finalidad. El peligro, es efectivamente, detenerse en ese nivel, y construir
las nuevas leyes que encierran, resultantes de la observación y de la percepción
misma de ese nivel de Conciencia. Este nivel de Conciencia no es más que un
estrato de lo que ustedes Son, incluso si aparece como más amplio, y mucho más
logrado y luminoso que el que cae bajo vuestros sentidos habituales, no es en
nada la Verdad. No es en nada una finalidad, en la medida donde nunca hubo
salida y nunca hubo llegada.
Extraerse de eso, es ya mirar eso. No con juicio, no con desdén, sino
aceptar la eventualidad que eso es solo transitorio. Les toca a ustedes (y una
vez más, a ustedes solos), les corresponde liberarse del conjunto de lo que los
limita en el encierro. Ahora bien, ustedes saben muy bien, que no lo pueden por
la ley misma de la acción-reacción. Y ahí reside la más grande de las ilusiones,
que ha sido de hacerles creer que resolviendo las consecuencias de todas
vuestras acciones pasadas, irían a poder liberarse de esas acciones pasadas: no
existe ninguna liberación posible dentro del encierro, porque ¿cómo imaginar que
la menor de las acciones que ustedes hubieran creado, hace un tiempo muy antiguo
(en la linealidad del tiempo), llegaría a solucionarse? ¿Cómo el conjunto de las
acciones que ustedes han llevado podría, un día solucionarse? La red está tan
bien hecha, y tan compleja, que no existe ningún medio de deshacer el ovillo,
mientras ustedes se dirijan a la conciencia del ego, como a la Conciencia del
Sí.
Este apego al Sí representa, de algún modo, un cerrojo, y es el
cerrojo del ego espiritual. Yo digo bien ego espiritual, y no orgullo
espiritual. El ego espiritual consiste, simplemente, en tener una persona, que
ha vivido el acceso a una Vibración particular, ha contactado la energía
particular que llega sobre la Tierra desde una treintena de años. Esta época de
30 años ha sido ampliamente anticipada, y encerrojada, aquí también, por los que
han creado las enseñanzas, dichas espirituales, del alma. De manera de evitar,
justamente, que el ser humano encuentre su Libertad, generalmente, y muy a su
pesar, sin saberlo ellos mismos: no hay nada peor que un tuerto que guía a un
ciego. Ahora bien, esos seres son tuertos. Yo no hablo de la visión de los ojos,
sino hablo de la Visión del Corazón, de la Visión real de lo que es el Amor,
para la Vivencia del Amor, y la Esencia del Amor. Desde luego, existen
principios de humanismo. Desde luego, existe, realmente, una voluntad de servir,
de esas conciencias, como de las conciencias humanas que adhieren a esos
principios y esas leyes de evolución. Y además, es extremadamente seductor y
fascinante dar vuelta la vida (cuando la vida de un individuo se da vuelta) de
su pequeña persona hacia el conjunto de sus Hermanos y de sus Hermanas. Y eso,
por supuesto, es ya un primer paso. Pero no consideren nunca ese primer paso
como el Último porque de hecho, y en Realidad, no existe ningún paso. Excepto
los Velos que ustedes se pusieron, que han sido puestos, por la proyección de la
conciencia, del conjunto de las conciencias, dentro de un sueño
común.
Es la participación en ese sueño común que da la ilusión de una
sustancia, la ilusión de una realidad, y la ilusión de una evolución. Mientras
ustedes no estén Liberados de esta manera de ver, no podrán acceder a la
Liberación del Sí dentro del Absoluto. Hay que, efectivamente, Abandonar el Sí.
Hay que, efectivamente, una vez que el Yo soy está realizado, ir más allá del Yo
Soy. Como se los diría BIDI, hay que constatar que el Yo Soy se inscribe en el
cuerpo donde ustedes están, en la conciencia donde ustedes estaban antes, que
amplía vuestro punto de vista (que les da a vivir la no separación, la Unidad,
el Yo Soy, la Alegría), pero eso no es, en ningún caso, una finalidad. Como
ustedes lo saben, el conjunto de la Tierra será Liberado, pero las condiciones
de las creencias que ustedes mantengan, al momento de la Liberación, serán (de
algún modo) condicionantes para un eventual Devenir, o una eventual Destino. O,
en todo caso, si puedo expresarme así, para ser Libre, totalmente o no. Existe
pues una manera de proceder. Eso les ha sido comunicado, de manera
extremadamente precisa, por BIDI, y concierne el principio de la pesquisa y de
la Refutación.
Entonces, en esta fase, ustedes constatan que algunos de ustedes han
tocado la Última Presencia, otros han tocado el Absoluto (si se puede expresar
así) y otros parecen, una vez más, fijados en este apego al Sí. Este es el
cerrojo del ego espiritual. Lo que yo puedo volver a añadir a eso, es que hay
efectivamente, más allá de los miedos, un apego, más allá de vuestra forma, a la
existencia dentro de una forma. Es, en efecto, extremadamente difícil, incluso
imposible, concebir existir fuera de una forma, como fuera de un tiempo y de un
espacio: solo el Absoluto se los revela. Ahora bien, vivir El Absoluto no es un
Pasaje. Vivir Absoluto, es refutar todo lo que no es la Verdad Absoluta. Eso
pasa pues por la eliminación de todas las verdades relativas. Eso pasa pues por
el cese de la acción-reacción, incluso en vuestra vida ordinaria. Es decir no
reaccionar. Es decir actuar estando desapegado de todo fruto de esta acción,
estando desapegado de toda eventualidad de reacción.
Eso va a poner, de algún modo, las bases de vuestra propia
Liberación. Mientras estén sometidos a una enseñanza, mientras no vivan ustedes
mismos los efectos, a nivel Vibratorio (cualesquiera sean las energías que se
manifiesten), ustedes no pueden pretender la Libertad. Hace muy pocos días, otro
Anciano les dio los elementos que corresponden, yo diría, como él lo ha dicho, a
los síntomas y signos que acompañan el Pasaje en Última Presencia, que
prefigura, de algún modo, el Absoluto (ndr: ver la intervención de SRI AUROBINDO
del 22 agosto 2012). El apego a una forma, cualquiera sea, deriva directamente
del encierro vivido dentro de este mundo, y dentro de las esferas nombradas
astrales, del otro lado de lo que es nombrado la muerte. Pero ni la vida, ni la
muerte, son la Verdad. Ustedes Son Absoluto, no existe ni vida, ni muerte.
Existe simplemente el Amor, dentro del Absoluto que Es (si se lo puede expresar
así) la verdadera Vida. No hay nada que mejorar, creerlo es ya una creencia.
Incluso si existe, efectivamente, dentro de la personalidad como dentro del Sí,
una especie de gradación, de mejora y de amplificación, que hace creer que la
finalidad se encuentra a ese nivel: eso es estrictamente imposible. El apego al
Sí, más allá de todo miedo presente dentro de la personalidad, representa pues
ese cerrojo del ego espiritual, que es una Última etapa. Que es un
Renunciamiento: cualesquiera sean las palabras que han sido empleadas (sea el
Sacrificio, la Resurrección, el Renunciamiento), no hay otra manera más de
percibir claramente que el Yo Soy no es en ningún caso el Último. El Yo Soy es
la prefiguración, el Yo Soy es la penúltima manifestación. Mientras que el Yo
Soy no es rechazado, en sentido simbólico, mientras que es percibido como la
identidad última, se les hace exactamente según vuestra Conciencia: es decir que
ustedes no pueden pasar del otro lado de todo Velo, y de toda
ignorancia.
Todo sistema de conocimiento, cualquiera sea, y eso ha sido muy
ampliamente explicitado por el Arcángel JOFIEL en vuestro año 2008 (ndr:
intervenciones consultables en la rúbrica “mensajes para leer”), es para tomar
con pinzas, y debe ser experimentado, y al final, rechazado. Todo lo que
nosotros les hemos dado (el conjunto de las Vibraciones, el conjunto de los
Yogas, el conjunto de las informaciones) no tenía más que ese solo objetivo:
llevarlos a ese punto, ese punto que ha comenzado a despertarse a principio de
este año. Ustedes están en el momento donde la Tierra, que vive su Liberación,
debe vivir las consecuencias de su propia Liberación, que es su Traslación
Dimensional. Esta Traslación Dimensional es también la vuestra. Si ustedes
aceptan que no puede existir la menor solución de continuidad entre la
personalidad, el Yo Soy, este mundo, el mundo astral, y el nuevo mundo. No es un
Pasaje, es (como eso les ha sido explicado) una Transubstanciación. Se puede
comparar eso con una banda de frecuencias: ustedes evolucionan en una banda de
frecuencias, la próxima banda de frecuencia no es en absoluto superponible a la
antigua banda de frecuencias. No hay solución de continuidad. No hay
superposición, no hay Pasaje, en el sentido donde se puede entenderlo, como una
continuidad: hay una desaparición, y reaparición. Mientras eso no es
concientizado, mientras eso no es realizado, por el acceso al Absoluto, no puede
haber más que creencia en un mundo mejor, creencia en un mundo donde todo va a
continuar, de manera más ligera. Que eso sea sobre los otros Planos, eso no
puede existir.
Toda forma, a nivel de los Mundos Unificados multidimensionales,
nunca es fija. La Conciencia (como nosotros se los hemos dicho) nunca está
localizada, de manera formal, dentro de una forma, dentro de un tiempo, dentro
de una Dimensión, sino se expresa, de manera conjunta, en el conjunto de las
Dimensiones. ¿Pueden decir ustedes, sobre este mundo, que eso es posible?
¿Pueden decir ustedes que los que les han puesto los preceptos de ciertas
enseñanzas, concernientes a las leyes del alma, les han hablado de este acceso
multidimensional? No, son efectivamente fijas en una forma. Nosotros, Ancianos,
no estamos en absoluto fijos en la menor forma. Sin entrar en los detalles, la
manera en la que nosotros nos expresamos, hoy, incluso si existe una Nave de los
Ancianos, corresponde a un mecanismo que está directamente unido, a lo que yo
nombraría la ultra-temporalidad. Es decir la capacidad de estar presente en este
tiempo, como en otros tiempos, no teniendo ninguna solución de continuidad, en
nuestro espacio como en vuestro espacio (y eso, de manera cada vez más cercana,
perceptible por vuestro Canal Marial). Pero sin embargo, nosotros no buscamos
venderles ninguna organización, ninguna jerarquía, ninguna estructuración,
dentro de no importa qué mundo. Los llamamos, y eso, cada vez más a menudo
(después de una etapa, yo diría, de formación Vibratoria), a ser lo que ustedes
Son. Más allá de toda autoridad, más allá de todo condicionamiento, más allá de
toda proyección, y de toda idea preconcebida sobre lo que ustedes Son. Los
llamamos pues a la Libertad, y ciertamente no al conocimiento de la
personalidad, y ciertamente no al conocimiento de lo que es nombrado la energía,
o toda otra cosa. Hemos atraído simplemente vuestra atención sobre los Puntos de
contacto que se han desplegado, al mismo tiempo, entre este cuerpo que ustedes
habitan y el Cuerpo de Etreté (ndr: evocados en la rúbrica
“protocolos”).
Hoy, a la hora donde un cierto número de elementos del Cielo y de la
Tierra se conjugan, en ustedes, como en la superficie de este mundo, como dentro
del mundo astral, es tiempo de realizar lo que ustedes Son, más allá de toda
Realización de la persona, y más allá de todo Sí. Vivir el Manto Azul de la
Gracia, vivir el Canal Marial, y sobre todo, vivir la Onda de Vida, son los
elementos formales que les permiten identificar vuestra Liberación en curso. Más
allá de la personalidad, si ustedes viven el Sí (manifestado, yo les recuerdo,
por la Alegría, por el Fuego del Corazón o las Coronas Radiantes del Corazón y
de la cabeza, y eventualmente por el despertar de la kundalini), mientras
el Canal del Éter, por la Onda de Vida, no ha sido tapizado de Partículas de la
Onda de Vida (que son también las Partículas Adamantinas, en efecto un poco
diferentes), ustedes no pueden ser Liberados y no pueden vivir la Liberación
antes del momento de la Liberación final de la Tierra. Sin embargo basta con
estar en vuestra conciencia (que esta sea a nivel de la personalidad, o
instalada en el seno del Sí) para que haya la eventualidad y la
posibilidad, sin buscarla, de Ser realmente lo que nosotros les decimos, es
decir Absoluto.
Existe pues una Última Revolución de vuestra Conciencia que efectuar.
Que eso, ustedes lo llamen Abandono del Sí, o apego al Sí, eso les muestra
simplemente, mientras ustedes no son Absoluto, lo que se desarrolla dentro de
vuestra persona, como del Sí, que no es nada más que la adhesión a creencias
caducas, que no tienen ningún sentido para lo que ustedes Son, en la Eternidad,
es decir Absoluto. Yo los invito pues a hacerse la pregunta, no de creer o no
creer, sino de realizar, según el lugar donde ustedes están, a qué adhieren
ustedes. ¿Adhieren a un principio de Libertad? ¿Adhieren a un principio de
evolución? ¿Adhieren a los lazos familiares, o adhieren a vuestros Linajes
Estelares? ¿Adhieren al miedo, o adhieren al Amor? ¿Adhieren al
condicionamiento? ¿O adhieren a lo que es no condicionado, y no nacido? De ahí,
derivará la vivencia, o no, de lo que ustedes Son, en Verdad, más allá de toda
finalidad, y que siempre han Sido.
Mientras consideren, en la más pequeña parcela de vuestra conciencia
(que sea del Sí o personal), que hay algo que mejorar, mientras consideren que
hay algo que cambiar, que pone una distancia entre lo que ustedes Son y lo que
ustedes proyectan ser, están sometidos a las leyes del encierro. Así pues, si
son capaces, en el espacio de un instante, de detener todo principio de
creencia, todo principio de adhesión a cualquier ley que sea, si son capaces, en
el tiempo de un instante, de no estar sometidos al pasado y al futuro, y todavía
menos al tiempo presente, a extraerse de toda definición (temporal, espacial,
corporal, de alma, o de cualquier otra), la pérdida total de toda identidad y de
toda identificación los haría vivir, de manera instantánea, lo que ustedes Son,
más allá de todo Velo y de toda Ilusión. Basta para eso, aceptar la
eventualidad. Basta para eso, hacer callar todas las señas y señales, que vienen
de la persona como del alma. Es a lo que nosotros los habíamos invitado, durante
estos años. Es a lo que la Tierra los va a invitar también, de manera mucho más
persuasiva que las simples palabras, o las simples Vibraciones que llegan de la
Luz Supramental o del Núcleo de la Tierra.
Así pues, si yo les digo: “¿están ustedes listos?”, no es cuestión de
alguna preparación, sino de un estado de Ser más allá de todo ser, de toda
persona, de toda identidad, de toda causalidad y de toda evolución. Si llegan a
de-situarse, a de-localizarse, aunque fuera en la conciencia y en el mental, en
el Sí como en la personalidad, no hay ninguna duda que, de manera extremadamente
rápida, yo diría incluso brutal, ustedes encontrarán la naturaleza profunda,
real y auténtica, de lo que ustedes Son, más allá de toda apariencia, de toda
evolución, de toda alma y de todo cuerpo.
He aquí lo que tenía para transmitir, que no hace, después de todo,
más que reforzar (yo lo espero) todo lo que ha podido ser dicho, durante estos
años. Si existe en ustedes interrogaciones, preguntas con respecto a esto,
complementarias, deseo entretenerme con ustedes, con gran placer.
No tenemos preguntas, le agradecemos.
Hermanos y Hermanas, yo les rindo Gracia por vuestra escucha
condescendiente. Les propongo un momento de Fusión con el Doble Ki-Ris-Ti, y les
rindo Gracia, una vez más, por vuestra escucha.
… Compartiendo el Don de la Gracia…
Yo les digo hasta pronto.