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www.autresdimensions.com
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Hedyn Núñez
AA. URIEL
30 de Octubre de 2012
Yo soy Uriel, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Ángel
que viene a ustedes como Ángel de la última Hora y de la Nueva Alianza. Vengo
hoy, por mi Presencia y vuestra Presencia, unidos en la misma Verdad, en la
misma Vibrancia, hijos de la ley de UNO, vengo y vendré a preguntarles: ¿dónde
están ustedes? Vendré a insistir, como yo lo hago, en el Templo de vuestra
Presencia, con el fin de preguntarles: ¿es que la Casa está limpia? ¿Están
ustedes en el Templo? ¿Están en este Corazón? ¿O están en algún otro lugar?
¿Están ustedes en Paz? O ¿están en guerra?
Allí dónde está la conciencia, allí donde está la Vibración, ahí está
vuestra Presencia, en esta infinita Presencia, en esta Última Presencia, en el
centro del Centro. En el despliegue de vuestras Alas Etéreas, en el despliegue
de vuestro Corazón ascensional, entre la Puerta Ki-Ris-Ti y la puerta ER; Vibra
el tiempo de la respuesta de la Luz, Vibra el momento de la
Libertad.
¿Dónde están? ¿Están ustedes en el Templo? O ¿están en otro lugar en
vuestra cabeza o en vuestras ilusiones? ¿Están ustedes en el Corazón, en el
corazón del Corazón? Ángel de la última Hora, vengo a pedirles y a golpear a
vuestra puerta, con el fin, de que vuestra puerta se entreabra para aquel que
viene hacia ustedes. Bien amados hijos de la ley de Uno, bien amados Liberadores
de la Tierra, vengo a preguntarles: ¿están ustedes Aquí y Ahora, en el Templo
de vuestra Presencia, en el Templo de vuestra Eternidad, a fin de vivir la
Eternidad? Así, yo Uriel, Liberador y Anunciante, vengo en ustedes, como nunca,
a vivir el corazón del Corazón, con ustedes, para darles la bienvenida en el
tiempo de vuestra Eternidad, en el Templo de vuestra Presencia, en el Aquí y
Ahora, en la Verdad del momento, en la Verdad del presente. Porque no hay otra
manera, ni hay otra Verdad que de escapar al tiempo, deteniendo el tiempo, en el
Tiempo que está ahí.
Les pregunto entonces, en el tiempo de nuestro Tiempo, en el tiempo
de vuestra Presencia y el tiempo de mi Presencia, de darse la bienvenida a sí
mismos, aquí, en el centro del Centro, donde Vibra la Eternidad, donde Vibra el
Sonido del universo y el Sonido de la Tierra reuniéndose en ustedes. Llevándolos
a elevarse por encima de cualquier condición, lo que les permitirá elevarse a
las esferas de la Belleza y de la Verdad.
¿Están ustedes en paz? ¿Están ustedes en Tranquilidad? De la Paz y
Tranquilidad, se deriva la Eternidad Aquí y Ahora, en el templo de vuestra
Presencia, presente en ustedes mismos, en la eternidad intemporal y en la eterna
belleza de la Luz. Esa es la verdad. Ahí está la rectitud. Así que ha llegado
para ustedes el momento de ajustarse, en estos tiempos últimos del Tiempo, para
vivir la plenitud de la Alegría, la plenitud de la
Paz.
En el centro del Centro, en el Templo que está allí, se vive la
alquimia de vuestra Libertad, esa de la Paz, esa de la Belleza, la de la Luz y
del Amor. El Amor se basta a sí mismo: no tiene necesidad de mundo, no tiene
necesidad de ilusión.
La Onda de Vida les da a vivir la Liberación de la Tierra, la
Liberación de Éter, en el seno de vuestra Tierra, en vuestro Templo, en vuestra
materia. Aquí y allá, instalados en el Templo de la Intensidad y de la
Confianza, ustedes sabrán si están en el corazón del Corazón, por la Vibración
de su Presencia por la Vibración de todo Doble, llamándolos a la Eternidad. En
Presencia de Miguel, por el impulso de Metatrón, en presencia del Doble, la
Fusión del Éter y la Fusión del Corazón, los conduce a desplegarse, para no
estar ya limitados y de alcanzar lo ilimitado de la belleza, lo Ilimitado de
vuestro tiempo, más allá de este tiempo de la
Tierra.
Tiempos de la Tierra, que cambia de Tiempo, el Tiempo de la Tierra
que se detiene, para dar paso a un nuevo Tiempo, que no conoce ni pasado ni
futuro, sino simplemente la Eternidad del Eterno Presente. ¿Están ustedes
presentes en este Presente? ¿Están ustedes asistiendo a este regalo de la
Gracia? ¿Están ustedes presentes a este Don de la Vida? ¿Son ustedes ese Don?
¿Son ustedes la Vida, en este Tiempo particular? Yo soy el Ángel de la Última
Hora, el Ángel de la Presencia, el Ángel de vuestra Eternidad, en el estallido
de la Luz Blanca produciéndose en el Temple del Centro. En el centro del Templo
de vuestra Presencia se despliega el tapiz de la Alegría y de la Eternidad.
¿Dónde están ustedes? ¿Allí dónde pasa lo indecible, o están dónde se despliega
el tapis del tiempo ilusorio? ¿Están ustedes en la cabeza? ¿Están en vuestro
cuerpo? ¿Están ustedes en vuestro Corazón? ¿Están en el Corazón de cada uno y
cada una para Vibrar la misma estrofa, y declamar el mismo silencio, el de la
Eternidad, ese del Amor?
Entonces, amados del Uno, el momento en que el Uno viene a decirle
vuestra Eternidad. ¿Están preparados para recibirla? ¿Están listos para tomar lo
que es la Verdad? ¿Están listos para dejar ir lo que no puede contenerse, eso
que no puede tenerse: la ilusión del tiempo, el tiempo de lo efímero y el tiempo
que se inscribe en un tiempo futuro? Ya no hay tiempo futuro, ni tiempo pasado.
En el Templo de vuestra Presencia, solo hay Vibración del Corazón, la del Amor
y de la Verdad Una, en la Luz Una. Así que, en este Tiempo, como Ángel de la
Presencia y Ángel de la última Hora, vengo a alumbrar el Templo de vuestra
Presencia. Vengo a llamarlos por vuestro nombre, preparando el Llamado de la que
es la Madre de este Mundo, que viene a despertarlos y a preguntarles, al mismo
tiempo que el Doble: ¿quieres seguirme a los Reinos de la Eternidad, a los
Reinos de la Libertad? ¿Qué te detienes? ¿Por qué te detienes? Vengo a
preguntarte: ¿dónde estás? ¿Dónde están ustedes? ¿Dónde se sitúan ustedes en el tiempo de la Llamada? ¿Dónde se sitúan ustedes
en el tiempo de la Luz, más allá del Tiempo de la Tierra?
Vengo, yo, Ángel Uriel, Ángel de la Presencia y de la Reversión, a
invitarlos a las Bodas de la Eternidad, a invitarlos a colocarse en el tiempo
sagrado de vuestro Templo del Corazón, allí donde Vibra la Vida, que no depende
de ninguna circunstancia, ni de ninguna condición. Es así que vengo en el Templo
de la Alegría, alumbrar la Alegría, que se levanta y se eleva llamándolos por el
Sonido, llamándolos por las Trompetas, llamándolos por la carne, a elevarse y
elevar esta carne a la Mansiones de la Eternidad, a las Moradas, sin sombra, a
las Moradas donde no existe ningún olvido y ninguna
memoria.
Los invito a depositar la carga de vuestros miedos. Los invito a
depositar el fardo de vuestros vínculos. Los invito a la Libertad. ¿Dónde están
ustedes y dónde estás tú? En el centro de tu Corazón, allí donde vive la Vida
eterna de tu Presencia, informal y formal. Yo te invito y te llamo. He cumplido
el programa de La Fuente Una, para conectarte a tu Libertad, para hacerte
resonar al tiempo de la Alegría, al tiempo de la Alegría infinita y sin fin.
Vengo a llamarte a estar presente en ti mismo. Vengo a llamarte a estar presente
en Él, que está ahí, en tu Templo, y que espera tu hora, para que nunca más seas
medido y contado en el tiempo de las horas que pasan, y que te confinan en el
olvido
Ha llegado el momento de recordar. El tiempo ha llegado a ser lo que
tú Eres, en el Templo de tu Presencia, en el Templo del momento presente, en tu
Corazón. En este Templo, vive la Verdad, vive el Aliento Eterno que vivifica los
Mundos y los Universos, en toda forma, como en lo informe. Así que, estoy aquí y
estaré aquí, en cada tiempo, en cada inspiración y espiración, en el tiempo de
tu mes de Noviembre, para llamarte a la metamorfosis, llamarte a la Libertad,
para que puedas oír a la que viene, a enunciar y a anunciarte el Tiempo, el de
los Reencuentros. Así que puedo decirte: amigo y amado de La Fuente, tú Eres lo
que Eres, más allá de lo que crees, más allá de lo que encarnas, más allá de
toda evolución. Sólo existes Tú, el centro de ti. Incluso más allá del Sí, se
vive la Alegría y la Paz de aquel que encuentra lo que debe rencontrarse. Por
eso te invito en el Centro de su Templo a estar y Ser, a fin de vivirlo, a
salir de lo que no es ese Templo, y a no Vibran en otra parte, que en la
Vibración de tu conciencia que te lleva en este cuerpo más allá de este cuerpo,
que te lleva en este mundo, más allá de este mundo, por el Canto del silencio y
de la Verdad, por el Anuncio de María y el Canto de Mi
Presencia.
Amigo y amado de La Fuente, te invito a tu Eternidad y te invito a
recogerte para acoger el Don de la Gracia, para acoger el Don de la Vida, la que
no conoce ningún límite, ningún fin, ningún principio. Yo soy lo que Eres, en
toda Eternidad. Entonces te invito a abrir la puerta de tu Eternidad y acerrar
la puerta del sufrimiento, la puerta de las ilusiones y de las creencias. Olvida
lo efímero, que has sido ya que lo que Eres, es Eternidad, ya que lo que Eres,
es Belleza y Amor. Ha llegado el momento de vivirlo, es el tiempo de declamarlo
y de irradiarlo, instalado en el centro de ti mismo, más allá de la cabeza, y
mucho más allá de otra parte, hipotética, porque todo se juega en el Tiempo de
este instante, en el Templo de tu Presencia. Tiempo de Verdad y de
Belleza.
Así que, yo Uriel, Ángel de la Presencia, vengo a llamar a la puerta
de tu Eternidad. Vengo a proclamar tu tiempo, más allá de todo Tiempo. Mantente
Presente, en el Templo de tu Eternidad, porque ahí está la clave, porque ahí
está la puerta que te conduce a un mundo donde no hay más puerta, ni separación,
donde todo lo que tiene particiones (tal como aparece que en tu mundo), ya no
puede ser, y ni siquiera ser pensado. Así que te invito a estar en tu Corazón.
Te invito a vivir la Vibración que Eres. Te invito a ser lo que Eres, más allá
de la apariencia de los mundos que has recorrido.
Amigo y amado de La Fuente, te invito a escuchar el sonido de los
Jinetes, la Canto de su Presencia viniendo a colocase alrededor de tu trono de
Eternidad, para revelar el Éter, el que jamás puede ser separado de la Verdad y
de la Belleza. Vengo en el tiempo de este mes, a prepararte, para recibir a ese
que vuelve, y acoger a ese que Eres. Te invito a vivir el Corazón de tu
Presencia. Te invito a Ser esta Presencia, palpitante y viviente, más allá de
toda persona, más allá de toda forma y más allá de cualquier confinamiento.
Entonces, amigo y amado de La Fuente, en este tiempo, vengo a declamar el Tiempo
del Amor, que no conoce fin, ni principio, ni crecimiento, porque él es perfecto
de toda Eternidad, como tú lo Eres, desde la Eternidad, más allá de cualquier
apariencia de una evolución, más allá de las apariencias de cualquier
sufrimiento.
Tu conciencia tiene desde ahora la capacidad, sin quererlo y sin
desearlo, de extraerse de todo juego de ilusión, de toda resistencia y cualquier
sufrimiento para instalarse en la beatitud de lo que Eres. Ya que, lo que Eres,
es la Bienaventuranza eterna, éxtasis permanente, donde nada puede venir a
alterar lo que está instalado en el centro de tu Corazón. Lo que ciertamente
Eres. Eso que Eres eternamente. Vengo a decírtelo, a declamártelo, de nuevo, por
los Sonidos del Cielo y de la Tierra que te pido oír y escuchar, a fin de Vibrar
en la misma Verdad de cada Corazón Liberado, Unido y Liberado, Unido y
Libre.
Lo que viene a ti es la Libertad, lo que viene a ti es el final de
todo infierno, el fin de todo efímero. Lo que viene a ti en tu Verdad
intrínseca. Lo que viene a ti es la hora de la Llamada. Lo que viene a ti es el
Tiempo de la Luz, donde ninguna capa aislante, donde ninguna carne puede
interferir o incluso oponerse a ella. Así que te invito a ir en dirección a la
Luz que se abre. Los invito a convertirse en lo que siempre han Sido. Les invito
a dejar los oropeles del sufrimiento y del miedo. Te invito a ser el centro de
ti mismo. Te invito a estar donde debes estar, en estos tiempos particulares.
Así que, yo URIEL, estaré contigo, como Miguel ha estado, así como Metatrón ha
estado. Vendré a marcarte, en el Templo de tu Presencia, del Canto de la
Libertad y el brillo de la Luz Blanca, para que seas consciente de lo que Eres,
para que seas la Alegría de lo que Eres. Así que te invito a asentarte. Te
invito a deponer todos los sufrimientos y temores que aún puedan rozar lo que no
eres. Te invito a estar más allá de toda
apariencia.
Soy Uriel, Ángel de la Presencia, y en este Tiempo, acojamos, por el
Elemento Aire, el bautismo del Aire que viene, en tu Corazón, para eliminar
todos los rastros de sufrimiento, para borrar las huellas de la efímero, a fin
de aparecer en la infinita claridad del nuevo amanecer, de este nuevo día,
poniendo fin a los ciclos del Tiempo, a fin de permitirte
Ser.
Entonces, te invito a preguntarte: ¿dónde estás y dónde te sitúas?
¿Qué es lo que vives en el centro de ti? ¿Qué pasa allí, en el centro de lo que
Eres? La Eternidad hace su retorno para poner fin a lo efímero de tus
sufrimientos, lo efímero de tus ciclos. Los invito a celebrar eso. Te invito
ahora, por adelantado, entre nosotros a vivir la Conciencia y la Alegría de este
mes de Noviembre, el de la Libertad rencontrada y del Amor rencontrado. En el
Fuego de la Alegría, en el Fuego de la Verdad. Yo declamo y proclamo, en ti: el
tiempo ha llegado, donde no hay nada más a desarrollar en el tiempo que pasa,
sino más bien, en el Tiempo que Es. Así que te invito a pasar en el Ser, donde
el tiempo no puede pasar, donde el tiempo está suspendido, donde se produce tú
metamorfosis. Yo te invito a los Talleres de la creación. Te invito a ser,
finalmente, la Verdad que Eres, para que la apariencia y el sentido no puedan,
bajo ninguna circunstancia, desviarte de Estar en el centro del Centro, en el
corazón del Corazón. Así, en este espacio y este momento, en el tiempo de
nuestra Presencia, se desarrolla el Tiempo de la Alegría y el
éxtasis.
Amigo y Amado de la Fuente, en la Fraternidad de la Eternidad, Eres
lo que nunca se movió, que nunca ha desaparecido, lo que nunca ha existido.
Vuélvete la inmovilidad y te llenarás de la Eternidad de los universos. Sal de
toda condición, con el fin no estar en esta condición de límite. Escucha el
Tiempo de la Eternidad. Oye lo que llama a la Puerta de tu Templo. Escucha, la
Verdad, la Alegría y la Paz. ¿Qué otra cosa necesitas para ser que lo que tú
Eres, que ser el Amor? ¿Tienes necesidad estar en tu cabeza? ¿Dónde estás? ¿Eres
tú el mañana? ¿Eres el ayer? ¿Eres tú el Aquí y Ahora? Tienes que verlo, y
comprenderlo, para vivirlo.
Amigo y amado de La Fuente, Hermano de Eternidad, más allá de las
Dimensiones, y más allá de las apariencias, en este espacio y este instante,
abro la Fuente de Cristal dando impulso en el corazón del Centro, para vivir el
despliegue de lo que Eres, para que ninguna cadena, así como ninguna carne,
puedan restringir o limitar tu Verdad. En el Templo de tu Presencia, en el
tiempo del momento presente, se abre en ti, lo que Eres. Así que te invito a
nuestro Rencuentro de estos Tiempos finales. Tú el Último, tú el Infinito,
despierta a lo que Eres. Permíteme, en el silencio de mis palabras, pero en la
intensidad de mi Radiación y de mi Presencia, depositar en ti, el Tiempo de la
Eternidad y de la Belleza. Aquí y Ahora vivamos este Don de la Gracia.
Escucha.
...Reparto del Don de la Gracia...
Por lo tanto yo te invito, desde el primer día de tu mes de
Noviembre, de Alinearte teniendo en cuenta mi Presencia, en el centro de tu
Centro (esto que es llamado "Alineación" se describe en los protocolos a
practicar". Te dejo recoger el sentido de mi Vibrancia, y de mis palabras, en lo
profundo de tu Ser, porque ellas serán reconocidas por tu Eternidad. Entonces,
permíteme bendecir este tiempo de Gracia. Permítete ser la gracia en
encarnación. Así se vive y se Vibra la metamorfosis del tiempo
último.
¡Yo te saludo, tú, Hijo del Uno! Tú, lo imperecedero, lo que sea que
perece en este mundo, te hace descubrir lo que Eres. Del centro de mi Centro, al
centro de tu Centro, despleguemos la conciencia cristalina de la infinita
Presencia y de la infinita Belleza donde Vibran la Vida, la Alegría y el
Amor.
Soy Uriel y acojo, en mí, el Don de tu Paz. Y digo entonces:
rápidamente, en todo Tiempo, en el Amor del Uno y de la Verdad. ¿Dónde estás?
Sólo tú lo sabes y lo vives. Así que te pido de Estar allí donde es necesario,
dedicado al Amor y a la Verdad. Yo soy Uriel, Ángel de la Presencia, y te
saludo.