Traducción: Amparo Iribas
HERMANO K
24 noviembre
2012
Mi nombre es
HERMANO K. Hermanos y Hermanas, aquí y en otro lugar, establezcamos, si a
ustedes les parece bien, un momento de Paz y de silencio, antes de que yo
retome, en cierta manera, la continuación lógica de mis diversas intervenciones
recientes, entre ustedes, a propósito de lo conocido y de lo Desconocido, a
propósito de la Autonomía y de la Libertad y también, lo que yo llamaría, si a
ustedes les parece bien, la dinámica misma de la conciencia. Abriré luego un
espacio de preguntas. Pero instalémonos, en primer lugar, en ese espacio de Paz
y de silencio, donde las palabras son los soportes de la conciencia misma y no,
simplemente, la expresión de una idea o de un
pensamiento.
…
Compartimos el Don de la gracia…
Vamos, en
primer lugar, si les parece bien, a poner las circunstancias de vuestras vidas,
actualmente, sobre Tierra y de la vida sobre Tierra, de una manera general. La
penetración de la Luz, en su expresión Supramental, así como la penetración de
la Onda de Vida (o la Onda del Éter), así como el acercamiento de lo que
nosotros nombramos estados multidimensionales, llevan a la Tierra, y a todo lo
que vive sobre esta Tierra, a cambiar de paradigma. Este cambio de paradigma no
es solamente una progresión y todavía menos una forma de linealidad de la
conciencia. Existe pues una discontinuidad. Frente a la discontinuidad, la
conciencia (de una manera general y sea cual sea) ve sus referencias, sus
normas, sus percepciones, modificarse. Esta modificación se hace (como ustedes
lo han constatado), en un primer tiempo, de manera progresiva, como una especie
de aclimatación, que resulta y resuena directamente en vínculo con la
interacción de las diferentes formas de conciencia, así como del Absoluto
(portando y soportando la Luz). Este ajuste es pues, más allá incluso del cambio
de paradigma, una modificación total de las percepciones mismas de la
conciencia, poniendo fin a lo que yo había nombrado, hace más de un año, el eje
ATRACCIÓN / VISIÓN o Atracción del alma hacia la materialidad (ndr:
intervenciones de HERMANO K del 6 y 7 julio 2011). Lo que se expresa, hoy, de
diferentes maneras, en ustedes, es la Reversión del alma. Esta Reversión
(ilustrada, ya desde un cierto tiempo, por la Reversión del Triángulo de Fuego a
nivel Elemental, así pues a nivel de las Estrellas de MARIA) ha permitido por
diferentes mecanismos, crear, de algún modo, las condiciones y las
circunstancias las más adecuadas, para ustedes, con el fin de vivir este
cambio.
Este cambio
es una Transición, una Traslación, una Ascensión, una metamorfosis, una
Transfiguración: las palabras pueden ser múltiples, la significación también.
Pero, más allá de toda significación, y más allá incluso de la percepción, más o
menos clara, que ustedes tienen, eso, por supuesto, viene a medirse con las
costumbres (tales como las he definido) de la vida que todo ser humano encarnado
sufre y a las cuales se somete por las leyes fisiológicas de Acción / Reacción
(normales, dentro de este mundo). A lo que ustedes se encuentran puestos cara a
cara no es, de hecho, más que la anticipación y la prefiguración de vuestro
propio cara a cara (final, terminal), del Encuentro entre lo conocido y lo
Desconocido, entre lo efímero y lo Eterno. Esto, desde luego, puede
desarrollarse (como ustedes lo viven y como, quizá, comunican, a través de
vuestros intercambios, la vivencia) por un posicionamiento que será más o menos
agradable, más o menos apacible, más o menos cercano de la Verdad Última, que es
el Fuego del Amor, de la Luz. Vivir el Fuego del Amor se acompaña de un cierto
número, aquí también, de transformaciones de las costumbres, de modificaciones y
de supresiones de las costumbres más corrientes. Esta supresión de costumbres va
a tocar todos los sectores de apropiación de la conciencia, es decir todos los
movimientos que apuntan a hacer penetrar, a nivel de vuestro campo / coherencia
consciente, tanto un alimento, como los pensamientos, como las interacciones con
el conjunto de Hermanos y Hermanas que pueden estar en contacto con ustedes, de
diferentes maneras.
Hace más de
un año y medio que ustedes experimentan (para la mayoría de ustedes) estados
particulares de la conciencia, vividos como experiencias y, a veces, como estado
definitivo. En los modos de expresión de la conciencia (ya que hay que, no
obstante, permanecer consciente que toda forma, y a priori, dentro de este
mundo, ahí donde ustedes están, se acompaña de ocultación, de limitación de la
conciencia misma) la limitación y la ocultación de algunos aspectos de la
conciencia les hacen experimentar lo que nosotros nombramos, todos, cuando
estamos sobre Tierra, el hecho de “vivir”. Esta vida se traduce, para muchos
Hermanos y Hermanas, aún, por el sentimiento de tener que buscar algo. Esta
búsqueda de algo puede concernir, desde luego, tanto la conciencia misma y su
expansión, como los elementos temporales encaminados a aportarles una prueba
exterior de las transformaciones en curso. Aunque esas transformaciones sean
visibles, de manera extendida y amplia, sobre el conjunto del planeta
(concerniendo la acción de los Jinetes sobre los Elementos, sobre el aspecto
geofísico de la Tierra y sobre vuestro cuerpo incluso), es innegable que, entre
ustedes, los que no han Transitado dentro del Absoluto, viven todavía, como lo
ha expresado nuestro Comendador (ndr: O.M.AIVANHOV), mecanismos de oscilación de
la conciencia. Esta oscilación de la conciencia, pasando de un estado a otro,
puede parecerles, por momentos, muy desagradable, con una impresión de no poder
estabilizar un estado u otro, poniéndolos frente a cambios incesantes, que se
traducen no solamente por alguna actividad del mental, sino, más bien, por una
modificación de vuestro comportamiento, tanto de la percepción misma de vuestras
Vibraciones, o, incluso, de la calidad y de la cantidad de energías que animan
este cuerpo.
Este
movimiento alrededor del centro del Centro (tal como ha sido explicado, a su
manera, por nuestro Comendador) corresponde, de hecho, a un movimiento que
permite, por el movimiento por sí mismo y por su existencia (para aquellos de
entre ustedes que no han Transitado dentro del Absoluto), descubrir, de manera
cada vez más cercana, cada vez más inmediata, el corazón del Corazón, que les
hace acercarse de una posición (si puedo decirlo así) de vuestra conciencia, que
se situará (de manera difícil, para algunos de ustedes) como una dificultad para
asumir y para asegurar el funcionamiento de la antigua conciencia, con respecto
al nuevo (ndt: funcionamiento) que está ahí (para muchos de ustedes). Esto puede
traducirse por reajustes diversos concernientes, tanto, vuestra manera de ver
las cosas, como vuestra manera de pensar las cosas o de dejarlas emerger dentro
de vuestra conciencia. Paradójicamente, es dentro de este movimiento, aparente,
que se encuentra la Paz real. Cuando el movimiento se vuelve extremo, en
ustedes, con una oscilación o una amplitud de variaciones que les parece
desmesurada con respecto a lo que han tenido comúnmente la costumbre de
experimentar, no deben echar pestes contra lo que se desarrolla sino, más bien,
ver en eso una oportunidad suplementaria para afinarse sobre el plan de vuestro
emplazamiento, de vuestro punto de vista, de vuestra mirada, pero también de lo
que representa la conciencia.
A través de
estos diferentes pasajes, de estos diferentes movimientos, se resalta claramente
(incluso si ustedes no tienen todavía conciencia) el acceso al Absoluto y el
Encuentro (consciente, total y definitivo) con el Fuego del Amor. Lo que se
presenta a ustedes, sea por un síntoma corporal, sea por un Encuentro, sea por
un desagrado, no debe hacerlos participar a este Encuentro y a este desagrado.
El conjunto de lo que es para vivir (para ustedes, de manera individual, antes
del momento colectivo) los acerca de lo que tendrán que vivir, llegado el
momento. Existe pues una forma de anticipación de la conciencia, saliendo de su
linealidad, saliendo de su temporalidad. Retengan que más allá del agrado o del
desagrado, vivido al momento donde eso se produce, existe, después de haber
vivido esos momentos (y ustedes lo constatarán cada vez más fácilmente), una
capacidad, cada vez más grande, a extraerse de esas dichas manifestaciones, de
esos dichos Encuentros, o, incluso, de esas dichas Vibraciones. Llegará un
momento (si ya no ha llegado en ustedes) donde vivirán, a sabiendas y
conscientemente, el hecho de no ser realmente ni este cuerpo, ni esto que se
expresa como agradable o desagradable en la percepción misma de la conciencia.
Existe así pues, a través de la Liberación de la Tierra, existe así pues, a
través del Despliegue de lo que ha sido nombrado el Corazón Ascensional, una
capacidad, cada vez más grande, a no ser más afectado por los movimientos
vividos, incluso por la conciencia (ndr: ver la rúbrica “protocolos para
practicar / Despliegue del Corazón Ascensional”).
La
experiencia es, de algún modo, una forma de costumbre a esos movimientos, que
los conduce, a ustedes mismos, a establecerse fuera de ese movimiento y de
considerar el movimiento solo como una expansión o una contracción de la
conciencia, haciéndoles vivir, según la personalidad, según el alma, pero
siempre en los marcos definidos y limitados, volviéndose perceptibles y
conocidos, a medida que la costumbre de ese movimiento se instala. Y es (como lo
he dicho) dentro incluso de este movimiento de la conciencia que se encuentra,
de algún modo, la clave del Abandono del sí. Lo que era (hasta el presente, para
muchos de ustedes) difícil para realizar, se realiza espontáneamente desde el
instante donde vuestro emplazamiento no es más el que participa a lo que se
desarrolla, sino el que observa lo que se desarrolla. El lugar del testigo (o
del observador) se vuelve completamente distinto del que actúa, del que piensa,
del que interactúa, en los Encuentros, en los elementos que sobrevienen al curso
de vuestra vida. Es de esta manera que llegarán a discriminar (sin ningún juicio
y en perfecta neutralidad) lo que depende de la expresión de una forma, de una
personalidad, y lo que depende, más bien, de la Luz activa, en ustedes. Eso los
acerca, ineluctablemente, de vuestra identificación con la Luz, es decir con
vuestra esencia y la naturaleza profunda: lo que ha sido expresado como no
habiéndose movido nunca, no habiendo nacido nunca y no desapareciendo
nunca.
Lo que está
para vivir se traduce (y se traducirá, cada vez más, para ustedes) por una
capacidad cada vez más vasta, cada vez más amplia, de extraerse de todo
movimiento de la conciencia, sea el que fuere. Cualquiera sea la intensidad, o
cualquiera sea la desaparición, de las Vibraciones que han vivido en las etapas
anteriores (si las han vivido), constatarán, cada vez más fácilmente, que lo que
se traduce, para ustedes, en la manifestación de vuestra vida, aquí sobre esta
Tierra, se vuelve cada vez más incompatible, yo diría, con una cierta
normalidad, con una cierta costumbre y una cierta reproducción de lo que parecía
adquirido de manera definitiva. Expreso, por consiguiente, tanto las
percepciones del cuerpo en sí mismas, como las manifestaciones de vuestra
conciencia en los lugares de acción y en los lugares de vuestras artimañas
respectivas. Todo esto contribuye a una sola cosa: a acercarlos, siempre más, de
lo que han podido percibir como alejado de ustedes. La penetración de la Luz (a
lo más profundo de los átomos, a lo más profundo del conjunto de este sistema
solar, en cada una de sus partes) se traduce, para ustedes, por un fenómeno que
es difícilmente calificable por la expresión misma de la conciencia o por la
percepción de la conciencia. Esto se une, en totalidad, a lo que ha sido
definido y nombrado Infinita Presencia o Última Presencia. Es al corazón mismo
de lo que les parece, hoy, agradable (o desagradable) que se sitúa la solución
para encontrar la Eternidad que siempre han Sido. La conciencia los invita (así
como ustedes mismos se invitan) más allá incluso de esta conciencia, a vivir un
cierto número de estados, cada vez más diferenciados de la conciencia ordinaria.
En esta diferenciación y esta diferencia (a veces importante) que está para
vivir, en ustedes, de manera individual, se desarrolla muy exactamente la acción
Elemental principal que concierne el establecimiento de vuestra Eternidad. El
conjunto de los procesos puestos en juego (sean nombrados Elementos, Hayot Ha
Kodesh, Radiación de LA FUENTE, Radiaciones del Ultra Violeta, Radiaciones del
Espíritu Santo), las múltiples influencias, que les eran desconocidas, así pues
son programadas, de algún modo, en ustedes, para reactivarse muy precisamente en
ese momento.
Solo volveré
a trazar un único momento histórico concerniente la historia de la humanidad:
hace más de cincuenta mil años, un conjunto de Seres de Luz vinieron sobre esta
Tierra, con el fin de permitir evitar la desaparición del principio de
individualidad de la conciencia ya que, en efecto, la conciencia puede
desaparecer de dos maneras: o en su aniquilación total (no permitiendo más la
expresión de cualquier forma o de cualquier conciencia), o en el Pasaje, por la
nariz (ndr: el 12do. Cuerpo, o Punto Al de la nariz, cuya raíz está por encima
de la bola de la punta de la nariz, al límite del cartílago), de la conciencia,
correspondiente al centro del Centro y permitiendo establecer el Absoluto. La
más grande dificultad (conceptual y perceptual) está relacionada, en ustedes, a
la dificultad para concebir, para imaginar, para representarse, lo que es
resultante del Absoluto, puesto que (del punto de vista de la lógica, de la
conciencia ordinaria, como del Sí) esto es llamado, a la vez, la nada, el vacío
o la nadería. Ahora bien, ustedes saben pertinentemente (por lo menos para los
que lo viven conscientemente) que no es estrictamente nada de eso sino que, del
punto de vista de vuestra personalidad, en su conciencia limitada, o, incluso,
del punto de vista del alma, en la conciencia ilimitada, eso no les dará la
posibilidad de percibir lo que está más allá. Retomando una expresión de BIDI:
ustedes solo ven las capas adyacentes desde ahí donde están (las capas de la
cebolla), pero no tienen ninguna posibilidad de concebir, imaginar,
representarse, la totalidad de la cebolla, porque esta cebolla no es ni
representable, ni imaginable, ni proyectable. A través de eso va a
desarrollarse, en ustedes, un mecanismo que puede ser (y que ha sido) calificado
de “miedo”: este miedo de lo Desconocido, incluso esta cólera (como más
recientemente), por el hecho de esta yuxtaposición del Absoluto con un Plan
manifestado y que, cada vez más, ha sido separado de LA FUENTE de manera
artificial. La creación de esta individualidad, hace más de cincuenta mil años,
ha permitido preservar la esencia y el núcleo de lo que ustedes Son, es decir
permitir, cuando el momento hubiera llegado (y ha llegado) vivir ese Regreso a
vuestra Eternidad, es decir, no ser más afectados por cualquier circunstancia
(temporal, efímera) tanto de este cuerpo como de toda conciencia expresable
dentro de este mundo.
Lo que
ustedes descubrirán (para muchos de ustedes), es que existe un punto (a falta de
mejor definición), que ese punto no está inscrito en ningún espacio, ni en
ningún tiempo, cualquiera sea, incluso ultra-temporal, y que de ese punto (que
no es LA FUENTE, sino que contiene LA FUENTE) se encuentra la realidad de todo
posible, de todas las expresiones, y de todo lo que está inscrito en lo durable,
en lo Eterno y que no está concernido de ningún modo por la evolución de
cualquier efímero que sea, sea vuestro propio cuerpo, vuestra propia vida,
vuestros propios apegos y vuestros propios desarrollos de vida en sus diferentes
escenarios. Este es muy exactamente el elemento perturbador que puede, debido a
la ausencia de referencias, desencadenar, a la vez, esos miedos, esas cóleras,
pero también momentos de Éxtasis donde la Paz Suprema está presente en ustedes y
los hace descubrir esta Verdad Última. Esta Verdad Última, que nada puede
calificar, se traduce pues en el relevo de la conciencia misma, por el hecho de
que esta conciencia está presente todavía dentro de una limitación llamada este
cuerpo, que no es el vuestro pero que, sin embargo, ustedes habitan. El cuerpo
de la Tierra corresponde a la Tierra. El conjunto de los envolturas sutiles (que
ustedes nombran: cuerpo etérico, cuerpo astral, cuerpo mental, cuerpo causal)
está inscrito en el cuerpo causal de la Tierra. La Liberación de la Tierra (a
través de la manifestación previa de Fusión de los Éteres, a través, ahora, de
manera más evidente, de la Onda de Vida) se traduce por una expansión de la
Tierra misma, de la conciencia misma, que descubre que, finalmente, incluso
dentro de lo Ilimitado, este Ilimitado no puede rendir cuenta de lo que Es el
Absoluto.
Así pues, el
escenario preciso, que les es propio, los coloca (de entrada y, ahí también, por
anticipación) para experimentar, a vuestra manera, en el orden que había sido
dado por el Bien Amado Juan, las 5 etapas del Choque de la humanidad (ndr:
intervención de SRI AUROBINDO del 17 octubre 2010). Este Choque de la humanidad
es, ante todo, a título individual, el Choque de la personalidad. Es el momento
donde el conjunto de convicciones, de creencias, de suposiciones, de ideales, de
identificaciones, cesa. Cuando esto cesa, desde luego, la personalidad estando
todavía, en una cierta medida, presente (incluso a nivel del Sí), eso se
traducirá por una impresión de vacío, de nada, de gran vértigo y de
inconmensurable distancia a superar. Ahora bien, esto es, justamente, solo la
expresión de la conciencia que no permitirá, en ningún caso, vivir la
a-conciencia. Vivir la a-conciencia va a poder realizarse, de manera tanto más
precisa y exacta, a medida que ustedes acepten, en esta fase particular, lo que
se desarrolla en vuestra vida. Retengan que la emoción, en sí misma, se traduce
siempre por la reacción con respecto a algo que sobreviene en la conciencia
misma, que eso concierna la conciencia corporal, como una de las conciencias
inscrita a nivel del cuerpo astral, del cuerpo mental, del cuerpo causal.
Ustedes no ignoran que el cuerpo etérico, que es vuestro, vive una
Transubstanciación esencial, que está ligada a la adjunción, al glóbulo habitual
de prana (glóbulos que han sido descritos, de múltiples maneras, sobre esta
Tierra), de su parte no amputada: es decir que el prana no está más dividido y
separado, sino reunificado en sí mismo dentro de su Vibración original que yo
calificaría de Luz Vibral Esencial.
Vivir la Luz
Vibral Esencial (lo que da y procura esas oscilaciones) no hace más que
traducir, en ustedes, la dificultad, real, para ajustarse, de algún modo, a una
nueva costumbre que tiene por nombre Eternidad. Se manifieste lo que se
manifieste en vuestro cuerpo, se manifieste lo que se manifieste en vuestras
envolturas sutiles, todas esas manifestaciones solo son el reflejo de esta
interacción y de la cesación de un plan de Vibración, reemplazado por otro Plan
de Vibración, mucho más ligero, mucho más Luminoso, mucho más, también,
indiferenciado: lo que la conciencia va a llamar su propio fin. Que eso sea la
conciencia personal, o la conciencia del Sí, se trata exactamente del mismo
proceso que, desde el punto de vista de la personalidad, como del Sí, será
interpretado siempre (y vivido) como la cesación de la conciencia misma.
Cesación de la conciencia asimilada, por la conciencia misma, como la
desaparición, la muerte, o algo donde no hay más, efectivamente solución de
continuidad. Aceptar la ausencia de continuidad de la conciencia habitual y
conocida (sea dentro de la personalidad como dentro del Sí), es, ciertamente,
durante este período, la mejor manera de vivir y de anticipar lo que ustedes
Son, antes del Regreso total y completo de la Luz, visible a nivel de los
sentidos. Visibilidad a nivel de los sentidos que no quiere decir, solamente,
visual sino, desde luego, para el conjunto de los sentidos: o por el Sonido oído
en el Cielo, en la Tierra, como en ustedes, o las percepciones Vibratorias o de
circulación de energía que vienen a modificar vuestro propio
equilibrio.
Se
desarrolle lo que se desarrolle, si ustedes no buscan una explicación o una
causalidad, extremadamente rápido, ustedes se darán cuenta, dentro de la
conciencia, que hay algo enteramente nuevo, enteramente diferente. Que ustedes
llamen esto desapego, que lo llamen ausencia de emoción, que lo llamen
pacificación del mental, todo, sin ninguna excepción, contribuye a reajustarse a
la nueva frecuencia del cuerpo etérico. Este cuerpo etérico nuevo, es, muy
exactamente, lo que es nombrado el Éter de Fuego, o, si prefieren, en lenguaje
sumerio original silabario: KI-RIS-TI. KI-RIS-TI o KIR-IS-TI. Esto corresponde,
si ustedes lo quieren, a una Transmutación. Esta Transmutación cambia, de algún
modo, la textura misma de la materia, apuntando a su aligeramiento. Si guardo el
lenguaje alquímico: es la transformación del plomo en oro. La transformación del
plomo en oro necesita la presencia de un cierto número de elementos, nombrados
catalizadores, cuya presencia basta para activar la transmutación. El
catalizador no es la conciencia. El catalizador es, justamente, lo que resulta
de la interacción entre el Fuego de la Luz Vibral, a nivel del Éter Primordial
que llega sobre la Tierra durante el alineamiento galáctico, al mismo tiempo que
las señales celestiales que los rinden a vuestro propio Doble de
Eternidad.
Este mundo,
ahí donde ustedes están puestos, vive pues una expansión. Esta expansión
concierne tanto el átomo, como la célula, como el cuerpo. Expansión que
permitirá, a su turno, en un momento dado, poner fin al sentido mismo de la
expansión, por la desaparición del punto de partida. El punto de partida de la
expansión corresponde a vuestro punto habitual de conciencia. Cuando la
costumbre se disgrega, cuando el conjunto de referencias (que les son habituales
y ordinarias) parecen hundirse bajo vuestros pasos, bajo vuestros ojos, en
vuestra conciencia misma, entonces pueden estar convencidos y estar seguros de
que hacia lo que ustedes se dirigen es al Regreso de vuestra Luz y de vuestra
Eternidad. El conjunto de circunstancias previas, vividas desde numerosos años,
mucho antes de las Bodas Celestiales (sea por los testimonios vividos, durante
el siglo 20, por algunos de los Ancianos, por algunas de las Estrellas y por
otros que no forman parte de estructuras organizacionales temporarias que hemos
puesto en marcha para esta Transición), han dado innombrables medios de
tranquilizarlos a nivel mental (ndr: “Bodas Celestiales” es el nombre dado a las
intervenciones de MIGUEL del 17 de abril al 12 de julio 2009). Pero recuerden
que el hecho de estar tranquilo no basta para vivir lo que yo llamaría la
Trascendencia de una cierta forma de mental y de mentalidad. Esos mecanismos
precisos, ustedes (y ustedes solos) pueden vivirlos, en efecto, con nuestra
Presencia a vuestros costados, por el hecho de haberlos llamado, por el hecho de
habernos vuelto perceptibles a vuestro lado izquierdo que es, de algún modo, el
catalizador de este Encuentro Último con ustedes mismos.
Lo más
difícil, para la conciencia, cualquiera sea, es admitir (y concebir) que puede
existir otra cosa que la conciencia misma, que puede existir algo indivisible,
que la conciencia no podrá nunca alcanzar, cualquiera sea su estadio de
expansión. Realizar esto (debido incluso a los movimientos de vuestra
conciencia, debido incluso al desplazamiento de vuestras costumbres) es
ciertamente la vía más adecuada para vivir, en adelante, lo que ustedes tienen
que manifestar, que encarnar, que vivir y que Ascensionar. Recuerden también que
sobre la Tierra, a título colectivo, existe lo que nosotros hemos llamado las
resistencias a la Luz. Estas resistencias a la Luz no están hoy, tan ligadas a
la acción de las fuerzas opuestas a la Luz, sino, más bien, ligadas al peso de
la costumbre, de las experiencias de vida, de las experiencias de encarnación y
de reencarnación que (como eso ha sido especificado), han ocultado, de algún
modo, por la costumbre misma, lo que ustedes Son, en Verdad. Salir de la
costumbre, hacer frente a lo Desconocido, es aceptar la posibilidad de lo
Desconocido. Aceptar la posibilidad de lo Desconocido y del propio fin de la
conciencia, es permitirse verificar (dentro de esta forma y dentro incluso de
este mundo, ahí donde están) lo que ustedes Son, en Verdad. Esta verificación no
es ni lógica, ni mental, ni astral, ni causal. Desborda, ampliamente, el marco
de la causalidad. La acción del Fuego del Éter (magnificada y amplificada por la
Onda de Vida, por el Canal Marial, por la puerta KI-RIS-TI y por el Llamado de
uno de los Ancianos o de una de las Estrellas) realiza las condiciones óptimas
para permitirles franquear lo que les parece, desde el punto de vista de la
conciencia, infranqueable.
Cada día,
cada hora, cada Alineamiento, cada estado modificado de vuestra conciencia
habitual, será un paso más hacia vuestra Eternidad. Que haya aceptación, que
haya rechazo, que haya miedo, que haya cólera, que haya negación, eso no
cambiará estrictamente nada. A vuestra manera, cualquiera sea vuestro tipo de
reacción, vuestro tipo de comportamiento, vuestro tipo de energía, el conjunto
de lo que se manifiesta, superada la primer mirada, los conducirá
inexorablemente hacia la Verdad. El Choque de la Revelación de la Luz no pasa
más (como les recuerdo) por el filtro de la cabeza, puesto que el Supramental
llega ahora, directamente, a nivel del chakra del corazón: sea sobre el centro
del chakra del corazón o, incluso, por una de las Puertas nombrada UNIDAD,
nombrada AL, nombrada ATRACCIÓN, nombrada VISIÓN o nombrada KI-RIS-TI (ndr:
esquemas más abajo). Muy a menudo, el conjunto de esas Puertas actúa de común
acuerdo y les permite, por la actividad de la Lemniscata Sagrada, desplegar ese
centro del Centro, como si ustedes volvieran del revés, de algún modo, un dedo
de guante, con el fin de ver lo que hay del otro lado. De la misma manera,
ustedes se darán cuenta de que este otro lado es solo un artificio, construido
por la conciencia, permitiéndoles diferenciar lo que ustedes nombran la vida de
lo que nombran la muerte: lo que nombran la encarnación y lo que nombran la
excarnación. Pero, en definitiva, solo la personalidad y el alma participan en
esta alternancia de encarnación y de muerte. Lo que es la Verdad, más allá de
las apariencias, es lo que ustedes Son, en Eternidad, y que no participa en
ninguna encarnación, como en ninguna muerte, como en ningún comienzo, como en
ningún fin. Realizar esto, verlo, sentirlo, yo diría, con el ojo del alma, les
permite, de manera innegable, dirigirse, cada vez más fácilmente, más allá de
las costumbres, más allá de lo conocido, para encontrar la Libertad y la
Autonomía, mucho más allá, simplemente, de la Libertad y de la Autonomía de la
conciencia sino, más bien, la Autonomía del Amor. La Autonomía del Amor, es
justamente, no depender más de ninguna circunstancia, de ninguna Dimensión, de
ninguna experiencia, de ningún estado, de ninguna dificultad, como de ninguna
facilidad. La inmutabilidad de la conciencia, la inmutabilidad del estado
extremo de expansión de la conciencia (correspondiente a lo que había sido
nombrado Comunión, Fusión, Disolución y Deslocalización de la conciencia misma)
les permite acercarse, a través de la experimentación de los estados previos,
siempre más, de ese centro del Centro.
Así, en
lugar, pues, de echar pestes o de reaccionar a una manifestación morbosa, a una
manifestación difícil (sobre cualquier plano que sea), si ustedes aceptan mirar
eso en, no la pasividad, sino en el que observa más allá de la mirada, más allá
de las ideas, más allá de los pensamientos, lo que se desarrolla en su vida
misma, ustedes serán sorprendidos, en ese momento, por la irrupción de la Luz
Vibral sobre los aspectos de vuestra conciencia, de este cuerpo, como de las
envolturas sutiles, que les eran desconocidas hasta el presente. Así, vivir lo
Desconocido, es establecerse más allá de toda conciencia, más allá de toda
manifestación y más allá de toda Dimensión, como de todo origen estelar. La
única Paz durable, nombrada Shantinilaya, solo puede encontrarse aquí y en
ningún otro lugar. Y es viviéndolo que realizan lo que yo nombraría, desde el
punto de vista del Absoluto, lo absurdo y lo inútil de la encarnación, como de
toda noción evolutiva, como de toda noción de Dios, exterior o Interior. No
habrá nada más que proyectar. No habrá ningún objetivo, ningún camino que
recorrer, ninguna distancia: todo se volverá inmanente, intemporal y no
localizado. Ahí se encuentra la esencia, real, y la manifestación, más allá de
la manifestación, de algo que no tiene que aparecer, en alguna parte, ni en una
Dimensión, ni en un tiempo, ni en un espacio, ni en una forma, como en otra
forma. Como eso ha sido explicado, dicho, repetido (y quizá, para algunos de
ustedes, experimentado): no existe ninguna diferencia entre lo que yo Soy y lo
que ustedes Son. No hay incluso identidad llamada HERMANO K, del mismo modo que
no hay entidad nombrada por vuestro apellido y vuestro nombre, o, incluso, por
vuestro nombre de alma o, incluso, por vuestro nombre de Eternidad. Vivir esto
pone fin, definitivamente, a toda Ilusión.
No obstante,
como lo viven hoy (para los que lo han Realizado), ustedes están presentes
dentro de una forma. Pero nada de esta forma, como nada de este mundo, podrá
nunca más (en ese momento y solamente en ese momento) interrumpir, alterar o
falsificar lo que han descubierto, es decir lo que ustedes Son, más allá de todo
ser. Así, el movimiento aparente contribuye a la inmovilidad. Los
desplazamientos aparentes contribuyen a la ausencia de desplazamiento. Lo que
ustedes no pueden comprender, en la lógica humana, vendrá de una lógica
trascendental, ligada a la vivencia por sí misma, más allá de la expresión de la
conciencia y de la percepción de la conciencia. No hay, en sentido humano,
garantía posible concerniente a este estado, del que nada puede ser dicho puesto
que no es un estado y comprende la totalidad de los estados, transcendiéndolos.
Sino, simplemente, la certeza absoluta donde no existe más el menor lugar para
la menor duda, la menor interrogación, concerniente lo que ustedes Son, lo que
se volverán, porque no hay nada para hacer, no hay nada para volverse otra cosa
más que lo que ustedes Son, en Eternidad.
Un proceso
de consentimiento, vivido en conciencia (no dependiente de ningún protocolo, de
ninguna circunstancia anterior) les permitirá vivir, por la Paz interior en su
estado más avanzado, esta Beatitud propia a todos los seres que los han
adelantado sobre esta Tierra y que han manifestado, cualquiera sea lo corriente
de lo que ellos resultaron, este estado de Plenitud, este estado de Absoluto,
este estado de Beatitud, que no depende de ninguna circunstancia, Interior como
exterior. Ustedes están prometidos a eso. La reminiscencia de eso, por la
vivencia de eso, es directamente resultante de la expansión de la Tierra y del
Sol. Expansión que está en curso: está en curso en ustedes, están en curso al
exterior. El movimiento es la característica del Elemento Aire. Este movimiento
del Aire está directamente impulsado (como ustedes lo saben) desde poco tiempo,
por el Arcángel URIEL, que es el Arcángel de la última Hora, del Último Pasaje,
de la Reversión y Ángel de la Presencia. La acción de URIEL puede definirse, a
primera vista, como una acción de un Arcángel exterior a ustedes, que viene a
vuestro encuentro dentro del Canal Marial, o, directamente, por la Puerta
Estrecha, o, incluso, por la Puerta posterior del Corazón (ndr: Puerta KI-RIS-TI
de la espalda). Sea lo que fuere, en un momento dado de este Encuentro y de esta
alquimia, comprenderán que son, también (al igual que URIEL les ha dicho),
ustedes mismos, todo eso. La ausencia de distancia, la ausencia de movimiento,
la ausencia de desplazamiento, la ausencia de expresión y de manifestación, se
traduce, exclusivamente, por Shantinilaya. La Onda de Vida, que era Éxtasis, se
vuelve Beatitud. El Fuego del Corazón se vuelve Presencia Última a sí misma,
momento donde el Sí se contempla en sus últimos sobresaltos y en sus últimas
interrogaciones con respecto al Absoluto. El descrédito de las interrogaciones
(y la cesación de las interrogaciones) no puede ser obtenida por vuestro hecho,
como por vuestro mental, puesto que el principio mismo de vuestro cuerpo, como
de este mental (les recuerdo), está basado sobre la acción / reacción dentro de
una misma Ilusión.
Así pues, el
testigo directo de lo que ustedes Son no es la expansión de la Tierra a través
de las fechas y la acción de los Elementos (incluso si eso es real en ustedes)
sino, simplemente, la calidad para establecerse en la inmovilidad de
Shantinilaya. Esta inmovilidad no tiene que ser tomada en el sentido literal
(ella puede serlo, en ciertos casos), sino, generalmente, concierne,
directamente, los movimientos dentro de las envolturas sutiles,
correspondientes, tanto, a nivel del Éter, como del cuerpo astral, como del
cuerpo mental o, incluso, del cuerpo causal. Así, presente dentro de una forma,
y de esta manera, ustedes ponen fin, instantáneamente, a las ilusiones que son
nombradas evolución, maestro, Dios, karma u otra. Descubrirán la Verdad desnuda
y esta Verdad desnuda pasa de las palabras porque ella se basta por sí misma.
Esta Verdad desnuda, esta Verdad absoluta, viene a oponerse a las verdades
relativas del sentido de una existencia. Dentro de esta Verdad absoluta hay
mucho más que Alegría: hay esta Beatitud, esta Paz a ninguna otra comparable,
que no depende de ninguna circunstancia exterior, como de ninguna circunstancia
Interior. Notarán, entonces, que cualesquiera sean las Vibraciones percibidas,
cualquiera sea su presencia, cualquiera sea su ausencia, cualquiera sea vuestro
humor, cualquiera sea lo que ustedes tengan que llevar en lo que la vida les
pida, sobre esta Tierra (por vuestros compromisos, por vuestras profesiones, por
vuestras relaciones sociales), cualesquiera sean los sectores, notarán que en
ese momento, permanecen en la misma Paz. Yendo hasta el extremo, podría incluso
decir que ustedes podrían estar en cólera, sin, sin embargo sentir la cólera y
no estar afectados por las manifestaciones concernientes lo efímero de este
cuerpo, como del Sí. Ustedes están definitivamente, en ese momento, fuera de
todo efímero, como fuera del Sí. No es algo que pueden contemplar, no es algo
(como eso ha sido dicho) que pueden experimentar y volver a una situación
anterior. Este Pasaje, de algún modo, es un Pasaje sin regreso. Es una Libertad
que no tiene nada que ver con lo que les es propuesto dentro de este mundo,
cualesquiera sean vuestros medios (sean los medios dichos financieros,
materiales, afectivos, o, incluso mismo, los medios dichos espirituales) ligados
a la adquisición de ciertos poderes como, por ejemplo, la intuición, el carisma,
la compasión o los poderes del alma, de manera más
general.
Así, este
período es extremadamente propicio (y se volverá cada vez más desde la apertura
del último mes de este año), permitiéndoles realizar lo que, hasta el presente,
por una razón que les es propia, que les es particular, no ha podido ser
realizado. Ustedes tienen, no que preocuparse de cualquier Realización, tienen
solo que llevar vuestra vida en la Humildad y la Simplicidad más grande y verán,
por ustedes mismos, que la acción de la Luz, mucho más que su Inteligencia, por
sí misma, vendrá a barrer lo que debe ser barrido, al Interior de ustedes como
al exterior de ustedes, en el conjunto de los sectores de vuestra vida. Mientras
se hagan la pregunta de saber si deben meditar más, estar más Alineados, o hacer
frente a vuestras obligaciones, eso significa que están todavía en movimiento.
Desde el instante donde se acerquen del centro del Centro, de diferentes maneras
(y yo dejaré, para eso, la Estrella NO OJOS expresarse, a su manera particular,
concerniente este acercamiento del centro del Centro), ustedes constatarán, por
ustedes mismos, que, les llegue lo que les llegue, sin ninguna excepción, como
llegue lo que llegue a este mundo sobre el cual están puestos, no estarán
afectados de ninguna manera. De la misma manera que NIEVE les ha dicho que los
Elementos y los Jinetes no podrían alterar sea lo que fuere de lo que ustedes
Son, es exactamente lo mismo con respecto al Fuego del Absoluto, al Fuego del
Amor que se vierte, ya, actualmente, sobre esta Tierra y que sube de las
profundidades de la Tierra (ndr: intervención de NIEVE del 1ero. setiembre
2012).
Les queda, a
ustedes también, de algún modo, efectuar esta conjunción Interior – exterior,
alto – bajo, cualesquiera sean el nombre y las denominaciones que ustedes
formulen con respecto a eso. Que hablen de conciencia limitada, como de
conciencia ilimitada, como de la a-conciencia, el resultado será estrictamente
el mismo. Desde el instante donde acepten observar, mirar, actuar y no estar implicado en la
menor lógica, habitual y formal, de la vida, eso reforzará lo que ustedes Son,
en Eternidad, en detrimento, desde luego, de lo que son, dentro de lo efímero.
Dicho de otra manera: el estado de mariposa se volverá cada vez más aparente. Y
es de esta manera que la mayoría de ustedes que han seguido, lo que yo llamaría,
quizá, una vía espiritual, una vía energética o una vía de la conciencia,
llegarán a superar y a trascender las ilusiones y los límites que son todavía
los vuestros, ahí donde están, actualmente. En cuanto a todos aquellos de
nuestros Hermanos y Hermanas encarnados que están establecidos en Absoluto:
vivir la Paz, vivir la Morada de Paz Suprema, es una evidencia cada vez más
confortable para vivir. Esto se traduce por una ecuanimidad de la conciencia,
una ecuanimidad de las emociones, la desaparición de la preeminencia del mental,
la capacidad cada vez más grande para ser lo que la personalidad podría definir
como siendo la nada, como siendo el vacío absoluto, la ausencia de movimiento y
la ausencia de conciencia. Es ahí que ustedes estarán lo más Presentes a ustedes
mismos, a vuestra propia eternidad.
Lo que se
desarrolla y se dibuja (a través de las señales visibles, en ustedes, como sobre
la Tierra, como sobre el conjunto del sistema solar) no podrá más ser ocultado
durante mucho tiempo, tanto para vuestra conciencia como para la conciencia
colectiva, a nivel de los diferentes sistemas de encierro que pueden todavía
resistir a la acción de la Luz. La amplificación de los movimientos, sean los
Elementos bajo la acción del Aire, sea la manifestación del Fuego, como del
Agua: resultará exactamente lo mismo al Interior de ustedes. Lo que la
personalidad podría llamar un sismo, una destrucción, desde luego, lo que
ustedes Son, lo llama el Regreso. Ese Regreso no es, en ningún caso, una
desaparición de la vida (como se lo hemos dicho siempre) sino, más bien, el
Nacimiento a la Verdadera Vida, a la Vida Eterna, a la Vida de lo que Somos
todos: Amor, Luz, Eternidad y Belleza. Recuerden que el mejor terreno (y el
mejor mantillo) de vuestra propia experiencia se desarrolla en el campo de
vuestra conciencia. Y es a través de ese campo de la conciencia (cualquiera sea
la expresión) que podrán, a través de los diferentes movimientos, acercarse,
siempre más, del centro del Centro. Cualquiera sea la facilidad (o la
dificultad), recuerden que el sentimiento de facilidad (como de dificultad)
viene, siempre, de la expresión personal de la conciencia, dentro de sus propios
límites.
Si llegan a
trascender eso (y la mejor forma de llegar es, efectivamente, mantenerse
Tranquilo), habrá una especie de sideración de las emociones, del mental, de las
envolturas más sutiles (como la causal), como una sideración del cuerpo físico
o, incluso, una sideración del cuerpo etérico, bajo la acción del Fuego del
Éter, que les dará a vivir (de manera cada vez más amplia, yo diría, también,
cada vez más segura) la Realidad de lo que ustedes Son. En ese momento, no serán
más dependientes ni de una circunstancia exterior, ni de un estado Interior de
vuestra conciencia. Estarán establecidos al centro del Centro, en Absoluto, con
una forma. Sea la forma que fuere (esta o una próxima forma), eso no hará, para
ustedes, ninguna diferencia. Habrá una trascendencia del conjunto de las
memorias. Habrá un borrado del conjunto de lo que es efímero, sin ninguna
dificultad, sin ningún remordimiento, sin ninguna dificultad para soltar prenda
o para Abandonar el Sí. En esos momentos, aprovechen pues los Llamados: Llamado
de la Luz, cada vez más insistente, cada vez más violento, cada vez más intenso,
pero, al mismo tiempo, lleno de cada vez más Amor y de certeza de Luz, porque es
vivido como Luz. Esto no hace más que completar lo que yo había vuelto a añadir
concerniente al conjunto de mis últimas intervenciones.
Hermanos y
Hermanas, presentes aquí y en otro lugar, entonces, es en el Silencio y la Paz
que terminaré mi intervención, uniéndonos nosotros todos, dentro de la
proximidad, para ustedes, la más inmediata de ese corazón del Corazón o de ese
centro del Centro, la cámara más íntima del Corazón. Entonces, si a ustedes les
parece bien cerrar vuestros ojos e instalarse en una respiración apacible, sin
buscar dirigirla a alguna parte dentro de este cuerpo.
…
Compartimos el Don de la gracia…
HERMANO K
los saluda. Y les dice: hasta una próxima vez. Hasta
pronto.
NDE:
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