El desarrollo de la Ascensión
He aquí cómo va a desarrollarse la ascensión
colectiva e individual. Estamos compartidos entre momentos normales de
conciencia “como lo hemos conocido de siempre” que disminuyen, y momentos de
ausencia, “ahí es lo desconocido”, también llamados éxtasis ó Absoluto que aumentan
y es en esos estados de éxtasis que estamos conectados con la Luz, con la
Fuente y con el cuerpo de Luz: estamos liberados y ascensionados, “si hay
cuerpo de luz” claro, esta reconexión es posible de hecho de manera colectiva
desde el 21/12/2012, pero por pequeños momentos insospechables todavía. La
Ascensión toma así unos meses para instalarse, desplegarse, consumir nuestro
mundo “sin que nos demos cuenta” y llegando al término y disolución, lentamente
pero con firmeza, del potente egregor de nuestras conciencias limitadas.
Al principio, esos momentos de éxtasis se
intercalan principalmente cuando dormimos “sin sueños”, pero de más en más
ahora también durante nuestros días, tenemos pequeños momentos de éxtasis
desparramados en nuestro cotidiano. Efectivamente hemos ascensionado en ese
momento pero con estados de éxtasis muy limitados y por la noche. La ironía de
la historia, es que nunca se podrá saber que estamos ascensionando “o que hemos
ascensionado”, porque no es posible de darnos cuenta de esos momentos de éxtasis:
estamos en a-conciencia, estamos en lo desconocido, estamos en el no-tiempo, el
no-espacio, el no-cuerpo, el no-mental, la no-identidad. Por lo tanto no lo
podemos saber en el momento mismo y no podemos guardar de ello ningún recuerdo:
lo desconocido nos es desconocido y no puede ser concientizado ni
conceptualizado aquí de ninguna manera. Solo puede persistir, como un perfume
evanescente, un estado de paz, de alegría, de éxtasis, de fe y de abandono
totalmente inexplicable. Momentos de fatiga, de más en más frecuentes, son una invitación
a esos momentos de éxtasis que aumentan en detrimento de momentos de conciencia
ordinaria, donde continuamos viviendo en el tiempo, el espacio, el cuerpo, el
mental y la identidad, como de costumbre.
Entre los dos estados, conciencia y a-conciencia,
existe sin embargo una interface interdimensional: son las 12 puertas del
cuerpo, “de igual forma para la tierra”, donde el nombre “puerta” sugiere bien
que estamos pasando del uno al otro por ahí. Eso se hace por el Lemniscate
Sagrado en forma de 8 con la reversión como el pañuelo de Möbius , del cual el
movimiento nos permite a todos de hacer idas y vueltas exterior-interior desde
el 21/12/2012.
Los pasajes por las puertas son facilitados por la
capacidad de cada uno a pasar de la dualidad a la unidad, centrándose en el
corazón, “pasaje del ego al corazón por la puerta estrecha”, abandonándose
totalmente. Eso permite pues de tener momentos de éxtasis más o menos
frecuentes, sin darse cuenta, y el efecto sobre la ilusión residual colectiva
es poco visible. Aquí un detalle que parece banal pero que a fuerza de
repetirse ha llegado a ser un buen índice a posteriori para saber que venimos
de vivir un momento de éxtasis: en una conversación hago una pregunta a mi
pareja que me responde: “pero si acabo de decírtelo hace un instante”. Estaba
manifiestamente “en otro lugar” pero mi cuerpo estaba ahí continuando su
película, su vida, pero sin “mi”!!! Lo que viene a darnos como prueba que
nuestro cuerpo se las apaña muy bien sin nuestra “dirección”…
Es pues normal que no nos demos cuenta de nada y
será así hasta el final donde el Absoluto tomará todo el espacio y borrará
completamente la personalidad y la tercera dimensión disociada ó “ilusión
proyectada”. Todo lo que se puede ver aquí no son más que interacciones,
“resonancias”, de la Luz en el cielo, “nubes, coloraciones, actividad del
sol…”, sobre la tierra “elementos, extinciones colectivas…”, y nuestro cuerpo
“vibraciones, puntos, fuego, paz, éxtasis…”. Todo eso son tonterías, es nada
más que el rollo de la película que se quema. Por otra parte, no se sabe
correlacionar directamente estos fenómenos que están esparcidos con el fenómeno
de la ascensión real tal como nos lo podríamos imaginar (Luz que desciende,
Seres de Luz, Amor, Aura…): Entonces el que dice que no ve nada a nivel de la
ascensión, tendrá razón, porque no hay nada que ver !! Todo lo que podrá ver
pertenece a esta tercera dimensión disociada, a esta ilusión proyectada, “fuera
del éxtasis y fuera de la Luz”, en la que nuestra conciencia es prisionera. Lo
conocido no sabría rendir cuentas de la ascensión y aquí, no ocurre
efectivamente nada “desconocido”: esta ilusión, que disminuye pero que queda
todavía, no va a transformarse, va a terminar por desaparecer sin que nos demos
cuenta, ella va a evaporarse por el fuego de la Luz, cuando el Absoluto haya
tomado todo el espacio y nuestra conciencia no será más prisionera aquí puesto
que no habrá más aquí.
Entonces así los momentos de éxtasis son cada vez
más largos y los momentos conscientes (personalidad) más cortos y es por eso
que el tiempo nos parece que va cada vez más rápido y es porque no somos
conscientes nada más de momentos donde el tiempo existe todavía y estos
disminuyen en una jornada que se quedaría teóricamente en 24h. Al final ya no
habrá más momentos de personalidad conscientes aquí, ya no estaremos aquí, el
tiempo habrá desparecido.
La 3D disociada no será ya ni siquiera un recuerdo
y es inútil de saber lo que le va a ocurrir a la personalidad puesto que es
irreal y que no tiene nada que ver con la ascensión. No tiene nada que ver con
la Ascensión y va a desaparecer para siempre, como un sueño. De hecho, es
cuando uno duerme que somos más útiles porque estados reconectado con la Luz y
la Fuente. Mientras dormimos, vamos a irradiar aquí, en esta ilusión, la
verdadera Luz, lo que tiene por efecto de transmutar la materia, eterizarla y
pues que haya un máximo de almas que puedan desatarse para dejar la plaza al
cuerpo de Luz (Ascensión).
El asa-planeta va al final a evaporar de un golpe
lo que quedará todavía de islitas de ilusión y será tanto más fácil cuanto
menos hayan y así no nos daremos cuenta de nada, nos dormiremos aquí y nos
despertaremos allí como si ese “allí” hubiera sido siempre nuestra verdadera
vida. No habrá pues fecha que se pueda concientizar en el momento mismo ni de
escenario de ascensión propiamente dicho. Cuando se nos decía que todo estaba
finalizado y que había que ESTAR TRANQUILOS…es como si hubieran encendido un
fuego que ya no se puede apagar y estamos esperando pasivamente y pacientemente
que haya, ineluctablemente, sido todo consumido. Reaccionar no hace más que
ralentizar un pequeño momento el fuego, no hace más que mantener un instante la
conciencia limitada aquí en este callejón sin salida. Es también inútil querer
intervenir en un sueño y es sin embargo lo que nos empujan a hacer inextremeis los esbirros de los arcontes intentado de
mantenernos en el miedo y haciéndonos reaccionar a todas clases de anuncios
alarmistas como el final del mundo, la guerra total, la caída de los bancos y
de los gobiernos, los escándalos políticos y financieros… haciéndonos creer que
esta ilusión es real para intentar de mantenerla. Creer o no en la ascensión, llegar a pensar que podríamos “mejorar como
persona, inclusive querer estar
preparados” todo eso concierne a la personalidad y no sirve de nada. A veces me
pregunto por qué escribo todo esto pero bueno, como la causalidad desaparece,
ya no hay el por qué…